29 de mayo de 2013

Buenas Prácticas en el Manejo de Fertilización en Trigo

Mejores prácticas de manejo de la fertilización de trigo: Dos experiencias de INTA 9 de Julio - Buenos Aires, Argentina
Las mejores prácticas de manejo de uso de fertilizantes involucran aplicar la fuente de nutriente correcta, en la dosis, el momento y el lugar correctos. Estas decisiones nos permiten alcanzar una óptima eficiencia de uso de los nutrientes, incrementando la productividad y reduciendo el impacto ambiental.
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Las mejores prácticas de manejo (MPM) de uso de fertilizantes involucran aplicar la fuentede nutriente correcta, en la dosis, el momento y el lugar correctos.
Estas decisiones son críticas para alcanzar una óptima eficiencia de uso de los nutrientes en el sistema de producción, incrementando la productividad de los cultivos y reduciendo el impacto ambiental. En este artículo se resumen dos experiencias llevadas a cabo por la UEEA INTA 9 de Julio (Buenos Aires, Argentina) en la campaña de trigo 2011/12 con la finalidad de evaluar fuentes alternativas de nitrógeno (N) y localizaciones alternativas para fertilizantes fosfatados.

1. Uso de inhibidores de ureasa en aplicaciones superficiales de urea en trigo

El N es uno de los nutrientes que se agregan en mayor cantidad en la agricultura extensiva de la región pampeana argentina. En general, la mayoría de los cultivos invernales y estivales, exceptuando la soja, son fertilizados con cantidades variables de fertilizantes nitrogenados. Si bien existe una amplia gama de productos que proveen N, el más ampliamente difundido es la urea (46-0-0). En cuanto a la forma de aplicación, en general, los fertilizantes nitrogenados sólidos son aplicados en cobertura total o en bandas, con o sin incorporación; mientras que los líquidos son aplicados en forma de chorreado o inyectados.
Una pérdida de significancia del N aplicado como urea se puede dar a través de la volatilización de amoníaco (NH3). El N de la urea se encuentra bajo la forma de amida, no pudiendo ser aprovechado directamente por las plantas. Para ello, la urea debe hidrolizarse por la acción de la enzima ureasa, que se encuentra en el suelo y, en mayor cantidad, en los rastrojos de cosecha.
La ureasa desdobla la molécula amida produciendo NH3 y dióxido de carbono, gases que pueden difundir con facilidad hacia la atmósfera. De no hacerlo, el NH3, por la acción de diferentes microorganismos es oxidado hasta llegar al estado de nitrato (NO3-), producto de gran movilidad en el suelo y de fácil absorción por parte de las plantas (Figura 1).
Existen factores que aceleran las pérdidas de N cuando se aplica urea en cobertura total sin incorporación a un suelo, entre otras podemos mencionar: i) tiempo cálido; ii) suelos alcalinos (pH elevado); iii) alto nivel de residuos en superficie, los cuales incrementan la actividad de la ureasa; iv) vientos de cierta consideración (> 15 km h-1), que arrastran las camadas de aire superficial, favoreciendo la volatilización; v) falta de lluvias o riego por dos o más días posteriores a la aplicación; y vi) suelos de textura liviana (arenosos) (Barreto y Westerman, 1989).
Numerosas investigaciones en los últimos años han desarrollado productos inhibidores de la actividad de la enzima ureasa que demoran la hidrólisis de la urea y, con ello, consiguen reducir las pérdidas por volatilización en aplicaciones de urea superficiales. Los productos más efectivos en la inhibición de la ureasa han sido los análogos de la urea, tales como los fosfordiamidatos y fosforotriamidatos, los mismos han mostrado tener una fuerte acción inhibidora en concentraciones muy bajas, entre los productos de esta familia se encuentra el nBTPT (N-butyl thiophosforic triamida), (Martens y Bremner, 1984; Buresh et al., 1988; Watson et al., 1994; Cantarella y Marcelino, 2007). El objetivo de esta experiencia fue evaluar el uso de urea estabilizada mediante nBTPT comparado con urea como fuente nitrogenada en un cultivo de trigo en la zona de 9 de Julio, Buenos Aires.

Materiales y métodos
Se instaló un ensayo en un lote que tenía como antecesor soja de primera y con siembra directa por más de 20 años, con una secuencia trigo/soja – maíz – soja sobre un suelo Hapludol éntico. La siembra se efectuó el 26 de junio de 2011 con la variedad Klein Yarará. Se realizó una fertilización de base en la línea de siembra con 115 kg ha-1 a base de una mezcla de grado 5.5 – 11.5 – 0 – 9.3S – 11.8Ca. Previo a la siembra se realizó un análisis de suelo (0-20 cm), con los siguientes resultados: materia orgánica (MO) 2.7 %, pH 5.7, y P Bray-I 3.6 ppm. El contenido de N-NO3- a la siembra (0-60 cm) se estimó en 29 kg N ha-1.

Figura 1. Reacciones de hidrólisis de urea, y posterior nitrificación y/o volatilización de amoníaco.

El ensayo se condujo bajo un diseño en bloques al azar con 4 repeticiones. Los tratamientos evaluados se describen en la Tabla 1. Para dos tratamientos, la urea fue tratada con nBTPT (Agrotain ©), previo a la siembra a la dosis de 3 cc kg-1 de producto. En todos los casos, el fertilizante fue aplicado al voleo 13 días posteriores a la siembra del trigo (06/07/11).
Los datos obtenidos fueron analizados mediante ANOVA y los tratamientos fueron comparados mediante el test de la diferencia mínima significativa (DMS) al 5% de probabilidad. El manejo del cultivo fue el convencional para la zona en cuanto a control de malezas, enfermedades e insectos.

Resultados y discusión
Los rendimientos en grano de todos los tratamientos fertilizados con N se diferenciaron estadísticamente del rendimiento del tratamiento testigo sin N (T1) (Figura 2). Por otra parte, los rendimientos de los tratamientos de urea con nBTPT superaron a los de urea, aun a igual dosis de N.
Las eficiencias agronómicas de N (EAN, kg respuesta trigo kg-1 N aplicado) logradas con urea sin nBTPT, fueron de 18.8 y 15.8 kg trigo kg-1 N para T2 y T4, respectivamente. Con las mismas dosis de aplicación de N, los tratamientos de urea con nBTPT alcanzaron EAN de 41.9 y 24.5 kg trigo kg-1 N, para T3 y T5, respectivamente.
Las diferencias entre urea y urea+nBTPT podría deberse a pérdidas por volatilización, que pudieron haber ocurrido a pesar de las bajas temperaturas en la época de aplicación. Cabe destacar que desde el momento de aplicación de la urea hasta producirse la primera lluvia (34 mm) transcurrieron 12 días, por lo que la urea no fue incorporada por efecto de precipitaciones.
Es posible que la mayor eficiencia de la urea con nBTPT sea consecuencia no solo de menores pérdidas por volatilización, sino también por la liberación más gradual del N, lo que posibilita la coincidencia de una mayor disponibilidad de N en momentos de mayor necesidad del cultivo.
Al analizar económicamente los resultados (Tabla 2), considerando solamente los costos variables y los beneficios que se pueden obtener por la práctica de fertilización, se encontró que la urea con nBTPT superó ampliamente a la urea común, siendo de esta manera no solamente beneficioso para el ambiente, al presentar un menor riesgo de contaminación, sino también para la economía del productor y, consecuentemente, del país.
Tabla 1. Descripción de los tratamientos evaluados en trigo. Campaña 2011/12. INTA 9 de Julio. La letra “x” representa el N del suelo al momento de la siembra del cultivo. La dosis de N surge de restar esa cantidad “x” a 60 kg y 120 kg según el tratamiento.


Figura 2. Rendimiento de trigo con diferentes dosis y fuentes de N. Campaña 2011/12. INTA 9 de Julio. Medias seguidas por letras distintas, indican diferencias significativas (p < 0.05).

Tabla 2. Análisis económico parcial de la fertilización nitrogenada en trigo comparando dosis y fuentes de N. Campaña 2011/12. INTA 9 de Julio. Precios vigentes al momento del análisis: Urea a 650 U$S t-1; nBTPT + tratamiento: 0.235 U$S kg urea-1; trigo a 130 U$S t-1; Cambio dólar a 4.35 A$/U$S. A$, pesos argentinos; U$S, dólares americanos.

Conclusiones
El uso de urea tratada con nBTPT permitió mejorar la utilización del N por parte del cultivo de trigo, reflejándose esto en una mayor eficiencia de uso del N aplicado (EAN). Adicionalmente las variables económicas involucradas en la práctica, mostraron también un impacto positivo relevante del uso de este tipo de tecnología.

El presente trabajo debería continuarse y profundizarse, a efectos de ratificar o rectificar los resultados aquí obtenidos, contribuyendo, de este modo, al desarrollo de las mejores prácticas de fertilización nitrogenada en cultivos de trigo.


2. Localización de fertilizantes fosfatados para el cultivo de trigo

En general, la fertilización fosfatada en cultivos extensivos en Argentina se realiza en la banda o línea de siembra. Este método de aplicación del fósforo (P) presenta como ventajas, entre otras, la de colocar en un lugar estratégico al nutriente para que las raíces lo puedan tomar y la de realizar todo en una sola operación (siembra y fertilización), y como desventajas, la posible fitotoxicidad cuando se usan dosis altas y el fertilizante queda en contacto con la semilla, las demoras en la carga de la tolva de la máquina, y la desuniformidad en la dotación del nutriente a lo largo y ancho del lote.
Un método alternativo es la aplicación del fertilizante fosforado en cobertura total, sin incorporación, previo a la siembra del cultivo. Los resultados obtenidos en otros países y regiones de Argentina han sido exitosos, encontrándose similares eficiencias de uso entre el P aplicado con aplicaciones en bandas y en cobertura total (Bianchini, 2003; Barbagelata, 2011).
A fin de continuar la evaluación zonal de la aplicación en cobertura de fertilizantes fosfatados, la Agencia INTA 9 de Julio realizó en la campaña 2011/12 una nueva experiencia de fertilización en trigo, como las realizadas en años anteriores, en donde se compararon las fertilizaciones en línea y al voleo, utilizando diferentes dosis de P.
El ensayo se condujo en el mismo sitio que el ensayo de fuentes de N descripto anteriormente, por lo que corresponden los mismos datos de análisis de suelo ya presentados. En esta experiencia la siembra se realizó el 24 de junio de 2011, empleándose la variedad Baguette 9, a razón de 98 kg ha-1, sembrada a 0.23 m entre hileras.

Tabla 3. Descripción de los tratamientos de fertilización fosfatada evaluados en trigo. Campaña 2011/12. INTA 9 de Julio.

Los tratamientos evaluados se presentan en la Tabla 3, y fueron dispuestos en un diseño en bloques al azar con cuatro repeticiones.
La fuente fosforada empleada fue fosfato monoamónico. La aplicación fue al voleo en cobertura total, y en todos los casos se aplicó el mismo día de la siembra o el día previo a la realización de la misma, en tanto que la aplicación en la línea de siembra se realizó con la sembradora en la siembra.
Todos los tratamientos, incluido el testigo, recibieron, posterior a la siembra, la aplicación de 90 kg N ha-1 como urea y 10 kg S ha-1 como sulfato de calcio.
Ambos nutrientes fueron aplicados inmediatamente luego de sembrarse el ensayo, en cobertura total sin incorporación. A lo largo del ensayo se realizaron aplicaciones de agroquímicos, para controlar malezas, enfermedades e insectos.
Los datos de rendimiento obtenidos fueron sometidos a un análisis de ANOVA y los tratamientos fueron comparados mediante el test de DMS (p<0.05).

Resultados y discusión
Los rendimientos de todos los tratamientos fertilizados con P fueron superiores al rendimiento del testigo (Figura 3). Esta situación parecería tener una cierta lógica en un lote tan carente de este nutriente (P Bray-I= 3.6 ppm).

No se detectaron diferencias estadísticamente significativas entre las formas de aplicación al voleo o en la línea, aunque se observó una tendencia de mayor rendimiento con aplicaciones en la línea, especialmente a la dosis menor (T3 vs T2, Figura 3). Por otra parte, si analizamos todos los datos en conjunto encontramos una respuesta lineal a P, la cual no decae aún en la dosis mayor de P suministrada(Figura 4).

Las eficiencias agronómicas de P (EAP, kg respuesta trigo kg-1P aplicado) logradas fueron muy altas, variando desde 82 kg trigo kg-1P para la menor dosis de P aplicado al voleo (T2), hasta 137 kg trigo kg-P para la dosis menor aplicada en la línea (T3). Las aplicaciones con 20 kg P ha-1, alcanzaron EAP de 116 y 122 kg trigo kgP aplicado al voleo (T4) y en la línea (T5), respectivamente; mientras que con dosis de 30 kg P ha-1, las aplicaciones al voleo (T6) y en la línea (T7) alcanzaron valores de 94 y 98 kg trigo kg-1 P, respectivamente.

Figura 3. Rendimiento en grano de trigo para los distintos tratamientos de localización del fertilizante fosfatado. Campaña 2011/12. INTA 9 de Julio. Medias seguidas por letras distintas, indican diferencias significativas (p < 0.05).

Figura 4. Respuesta en rendimiento de trigo en función de la dosis de P aplicada al voleo o en línea de siembra. Campaña 2011/12. INTA 9 de Julio.

Conclusiones
La experiencia realizada en esta campaña concuerda con los resultados obtenidos por esta misma unidad en los años anteriores. En lotes bajo siembra directa bien estructurados, con una buena física de suelo, sin densificaciones, con buena cantidad de macro y meso poros, el P puede ser aplicado tanto en cobertura total como al voleo previo a la siembra del cultivo de trigo.
La aplicación anticipada sería adecuada, dado que de esa manera habría mayores posibilidades de recibir precipitaciones. De todos modos, esta no sería una condición indispensable, dado que como se aprecia en este ensayo, aún con muy bajo contenido de P Bray (<5 ppm), las aplicaciones en el mismo momento de la siembra pueden generar resultados satisfactorios, tanto al voleo como en la línea. Una posible mejora de la práctica podría ser aplicar una pequeña cantidad en la línea de siembra, no más del 20% del fertilizante fosforado que se piensa aplicar, esparciendo con anterioridad en cobertura total el grueso del mismo.
Esta alterativa podría darnos la posibilidad de lograr excelentes uniformidades de implantación, mejorando la situación principalmente en lotes con muy bajo cantidad de P y tiempo muy frío.

Agradecimientos
Los autores agradecen a los Sres. Bueno y Scalice del establecimiento “Dos Amigos”, lugar donde se condujeron las experiencias, por el apoyo recibido, como así también a los Sres. Gustavo Bueno, Diego Giansiracusa, Jorge Primiani, por la colaboración recibida, al Sr. Sergio Meroni y equipo, por la cosecha, y a los Ings. Juan Vanina y Juan Tamborenea de la empresa ASP, filial French, por la provisión de la urea tratada.


Bibliografía

Barbagelata, P. 2011. Fertilización fosfatada para trigo y maíz en siembra directa: Diagnóstico de fertilidad y estrategias de fertilización. Actas Simposio Fertilidad 2011. IPNI-Fertilizar AC. pp. 90-97.

Barreto, H.J., y R.L. Westerman. 1989. Soil urease activity wheat residue management systems. Soil Sci. Soc. Am. J. 53:1455-1458.

Bianchini, A. 2003. Localización de fósforo en siembra recta. Simposio “El fósforo en la agricultura argentina”. IPNI Cono Sur. pp. 79-82.

Buresh, R.J., S.K. De Dtta, J.L. Padilla, y M.I. Samson. 1988. Field evaluation of two urease inhibitors with transplanted lowland rice. Agron. J. 80:763-768.

Cantarella, H., y R.O. Marcelino. 2007. Uso de inibidor de urease para aumentar a eficiencia da uréia. In: Yamada, T. and Castro, P.R.C. Simpósio sobre informacoes recentes para otimizacao da producao agícola. Piracicaba, international plant nutrition istitute. 19 p.

Martens, D.A, y J.M. Bremner, J.M. 1984. Effectiveness of phosphoroamides for retardation of urea hydrolysis in soils. Soil Sci. Soc. Am. J. 48:302-305.

Watson, C.J, H. Millar, P. Poland, D.J. Kilpatrk, M.B.D. Allen, M.K. Garret, y C.B. Christianson. 1994. Soil properties and the applications if the urease inhibitor (N(n-butyl)thiophsforic triamide (NBPT) for improved the efficiency of urea fertilizer utilization on temperature grassland. Grass and forage science, 53:137-145.
Fuente: Manual Fitosanitario
Autor:    29-05-13 | L. Ventimiglia y L. Torrens Baudrix - IAH 9 - Versión IPNI Cono Sur, 2013

20 de mayo de 2013

DATOS DE LLUVIA EN LA PROVINCIA DE LA PAMPA


PARTE Nº 32
Datos registrado desde Hs. 09:00 ayer hasta Hs. 09:00 
Fecha: 19/05/2013
UNIDAD REGIONAL I
DEPTO CONHELO MM MM
M. Nievas S/D Rucanelo  3
E. Castex 3 Winifreda 8
Conhelo 5 M. Mayer 7
DEPTO LOVENTUE MM MM
L. Toro 6,5 Telen 7,5
Loventuel 7 C. Quemado 7
Victorica 7 PC. El Durazno 5
PC.VICTORICA 6,5
DEPTO TOAY MM MM
Toay 8 Naico s/d
DEPTO CAPITAL MM MM
Santa Rosa 5,5 Anguil 1
DEPTO CATRILO MM MM
Catrilo 1 Lonquimay 1
Uriburu s/r La Gloria 1
P.C. CATRILO 0,5
DEPTO ATREUCO MM MM
Cereales 8 Rolon 3
M. Riglos 2 PC. Rolon 8
Anchorena 8 Macachin 10
PC. Anchorena 5 Doblas 3
UNIDAD REGIONAL II
DEPTO RANCUL MM MM
Chamaico 3 P. Huinca s/d
Rancul 1 LA MARUJA s/d
Quetrequen s/d I. Foster 10
Parera s/d PC. I. Foster 10
Caleufu 2   
El Tala s/d
DEPTO REALICO MM MM
Maisonave s/d A. Italia 1
Realico 1 E. Martini s/d
A. V. Praet s/d I. Luiggi 3
Falucho s/d PC. Realico 1
Ojeda
DEPTO CHAPALEUFU MM MM
H. Lagos s/i Ceballos 1
Sarah s/i Vertiz s/I
B. Larroude 1 PC. F. Pampa 1
I. Alvear 1
DEPTO TRENEL MM MM
Arata 5 Trenel S/R
Metileo S/I
DEPTO MARACO MM MM
Speluzzi S/I Gral. Pico 2
Trebolares S/I P.C Trebolares 2
Agustoni S/D
Dorila S/I
DEPTO Q. QUEMU MM MM
V. Mirasol 2 M. Cane S/I
C. Baron S/R Relmo S/D
Q. Quemu S/R
UNIDAD REGIONAL III
DEPTO UTRACAN MM MM
Quehue S/D Unanue S/D
A. Roca S/D Gral. Acha S/D
PC. P. Buodo S/D
C. S. Maria S/D
DEPTO GUATRACHE MM MM
Guatrache S/D C. Sta. Teresa S/D
Alpachiri S/D PC. Guatrache S/D
Gral. Campos S/D PERU S/D
DEPTO LIHUEL CALEL MM
Cuchillo Co S/D
DEPTO HUCAL MM MM
Abramo S/D Gral. San Martin S/D
Bernasconi S/D J. Arauz S/D
PC. J. arauz S/D
DEPTO CALEU CALEU MM MM
La Adela S/D P. C. LA ADELA S/D
UNIDAD REGIONAL IV
DEPTO CHICALCO MM MM
La Humada S/D A. Del Aguila S/D
DEPTO CHALILEO MM
Sta. Isabel S/D E. Mitre S/D
A. Solo S/D La Pastoril S/D
DEPTO PUELEN MM MM
Puelen S/D Casa de Piedra S/D
25 De Mayo S/D P. Dique S/D
Colonia Chica S/D Chacharramendi S/D
DEPTO L. MAHUIDA MM MM
L. Mahuida S/D La Reforma S/D
DEPTO CURACO MM MM
Puelches S/D G. Duval S/D
S/I: Sin Informes
S/R: Sin Registro
S/D: Sin Datos
OP.:AGENTE BRAUN VANESA 
FDO: Crio MARCELO ALARCON

Deriva en Pulverizaciones Agrícolas. 7 consejos prácticos.


Recaudos por deriva en pulverizaciones agrícolas. Siete aspectos importantes para su manejo

Publicado el: 20/05/2013
Calificación: 
Autor: Ing. Agr. Pedro Daniel LEIVA – INTA Pergamino. Buenos Aires (Argentina)

Introducción
La creciente utilización de plaguicidas alcanza cifras muy significativas, 250 millones de lt-kg/año que se distribuyen en una superficie cultivable de 30 millones de hectáreas, con el atenuante de estar conformado mayoritariamente por un herbicida de baja toxicidad utilizado en siembra directa. El constante avance de la ciudad hacia el campo incrementó los conflictos por denuncias de contaminación atribuibles a deriva de plaguicidas. La instalación de zonas buffer es una de las soluciones propuestas para limitar las posibilidades de contaminación, y donde no está permitido el uso de plaguicidas. Se está imponiendo el criterio de fijar distancias variables, acorde al sistema de aspersión (terrestre o aérea) y toxicidad del agroquímico para fijar la zona de exclusión. A continuación se describen las tecnologías básicas para atenuar los episodios de deriva.

La evaporación de la gota: terrestre vs avión
El tamaño o peso de la gota pulverizada cobra mucha importancia al momento de analizar su velocidad de caída o distancia  la cual es arrastrada por el viento. Tal como hemos descripto en un trabajo previo (Mayo 2012, Visión Rural Nº 92, pg 43), el avión produce una gota de menor tamaño que un pulverizador terrestre y, en consecuencia dichos trabajos están más expuestos al fenómeno de deriva. Según cálculos teóricos, analizando velocidad de caída y altura de botalón, la gota generada por un avión cae a una velocidad 10 veces menor que la de un terrestre. Además, el ritmo de evaporación de una gota chica es mucho más intenso que otra de mayor tamaño. 
Como prueba de esta afirmación una fuente de referencia internacional: Conservation Buffers asigna una distancia de seguridad en ríos y arroyos seis veces superior para trabajos con avión, 30 vs 180 m. 

Factor condicionante: humedad relativa
Cuando la humedad relativa (HR%) es alta, la gota no evapora, lo que equivale a decir que no reduce su tamaño en el trayecto de caída. Como limite crítico de humedad establecemos 60% para trabajos con avión, con menos humedad se requiere el uso de antievaporante; cuando los trabajos se hacen por la vía terrestre el límite se establece en 50%. Con muy bajos registros de humedad relativa (menos de 40%), recomendamos suspender los tratamientos por considerar que no pueden mitigarse eficientemente con el uso de coadyuvantes. 
Respecto a la temperatura, existe una relación inversa con la HR% (Gráfico 1). La influencia negativa de las altas temperaturas se produce con menos del 40% de HR. En consecuencia el parámetro crítico es la HR%. Tanto a la mañana temprano como al atardecer se registran los valores más altos de humedad, no obstante a media mañana puede decender 30 puntos entre las 7 y las 9 hs, y recién se recupera sólo 12 puntos entre las 17 y 19 horas. Esto quiere significar que baja rápido y se recupera lentamente, por lo tanto resulta crucial contar con un instrumento para medir HR% en tiempo real, ya que cuando el parámetro es inferior al 60% se requiere de la utilización de antievaporante. Un proceder equivocado, pero muy frecuente, es establecer restricciones de horario para los trabajos de pulverización. En el Gráfico 1 se observa que la HR% es menor al valor crítico a partir de las 9 hasta las 19 hs, y por lo tanto en esa franja horaria se podría trabajar usando antievaporante. En otras circunstancias podría trabajarse sin antievaporante a las 2 de la tarde mientras que la HR% supere el límite crítico. 
Existe una paradoja importante de considerar. En ciertas circunstancias, tanto a las primeras horas de la mañana como durante el crepúsculo, hay alta HR% pero también se presenta un fenómeno peligroso, la inversión térmica, factor que analizaremos más adelante (detallado en Junio 2011, Visión Rural Nº 87, pg 21).

Factores de remediación: tipo de pastilla y altura de botalón
Comparando pastillas del mismo caudal, una tipo cono hueco y la otra abanico plano, la primera produce muchas gotas chicas, mientras que la segunda más grandes y en menor cantidad. En parte, esto se produce por la elevada presión de trabajo del cono (~5 kg/cm2). Sin dudas el pulverizado de un cono hueco genera mayor deriva que un abanico plano. Cuando en un tratamiento con un herbicida total (y más aún en situaciones debarbecho con mezcla de éste con hormonales) se combina cono hueco y bajo volumen el potencial de deriva se incrementa exponencialmente. Esta alternativa se ha difundido extensamente en el medio agropecuario argentino y constituye uno de los motivos principales de reclamos por deriva en tratamientos terrestres.
En relación a la tecnología de insumo, las pastillas abanico plano antideriva (tanto convencional DG, como asistida por aire AI) reducen significativamente el potencial de deriva. Según ensayos conducidos bajo túnel de viento por el Instituto de Ingeniería Rural del INTA Castelar, comparando pastillas convencionales y antideriva con viento de 18 km/h, la deriva se redujo entre un 35 y 47%, 51 vs 27-33 metros (Gráfico 2). El ámbito de recomendación de estas pastillas es en bajos volúmenes de pulverización (40-50 lt/ha) donde pastillas 015 (verde) en su versión convencional tienen una deriva potencial del 20%, mientras que las antideriva entre 9 a 4%, según se trate de DG o AI, respectivamente. En la medida que se incrementa el orificio de la pastilla la deriva se reduce, como así también las diferencias entre las antideriva y convencional.
Para reducir deriva con equipos terrestres, describiremos una tecnología de proceso que permite aumentos en el tamaño de gota sin afectar la presión ni dosis de aplicación. Se trata de duplicar tanto el distanciamiento entre boquillas como el caudal de las pastillas. Para un equipo de 60 pastillas 015 (verde) a 35 cm, anulamos boquilla por medio y las reemplazamos por 03 (azul). Con este proceder mantenemos constante el volumen de pulverización, aumentando el tamaño de gota (aprox. de 240 a 300 µ, datos válidos para abanico plano y una presión de 40 lb/pg2).
Los equipos automotrices, cuando pulverizan herbicidas, habitualmente trabajan a alta velocidad (17-20 km/h), situación que obliga a levantar mucho el botalón para evitar inconvenientes por su oscilación vertical. En pruebas realizadas por el IIR-INTA Castelar (Gráfico 3) se hallaron valores de deriva de 35 m para una altura de 85 cm, mientras que a 50 cm ese valor se redujo 63% (13 m). Por otro lado, comparando la deriva según dirección del viento, se observó que con viento la lateral resultó inferior que con viento frontal, 8 vs 13 m. Es decir que, para tratamientos de barbecho, es posible reducir un 77% la deriva ajustando la altura del botalón y la dirección de trabajo.



Deriva en trabajos con avión: efecto de vórtice
Ya hemos descripto en anteriores oportunidades las propiedades del avión como herramienta de pulverización (Mayo 2013, Visión Rural Nº 96, pg 28). Cuando el largo de la barra de aspersión y pastillas se aproxima a la envergadura del ala, se produce en los extremos del avión, un fenómeno conocido como vórtice. Este consiste en un remolino compuesto mayoritariamente por gotas pequeñas y orientadas hacia arriba. Por dicha condición, tamaño y dirección, esa parte del asperjado no llega al suelo y deriva. 
Datos de un proyecto de investigación conducido por el USDA-ARS determinó que cuando la barra de aspersión cubre en su integridad la envergadura alar la deriva toma un valor relativo de 2.5, cubriendo el 70% la deriva se reduce a 1, y cuando cubre el 60% toma un valor de 0.4; este último valor representa un reducción de más de 6 veces. En la práctica para conocer cómo el largo de la barra afecta la deriva, basta medir la distancia entre el extremo del ala y el primer aspersor. Por ejemplo en un avión de 14 m de envergadura, para que la cobertura sea 70%, esta distancia debe ser 2.1 m (=14-4.2/2).
Habitualmente la barra cubre menos extensión cuando se pulveriza Glifosato o desecante, que cuando los trabajos se hacen con insecticidas o funguicidas (por que la deriva de herbicidas es incuestionable, sobre todo la de hormonales). 
Para reducir la deriva puede incrementarse fácilmente el tamaño de gota. Para realizar dicho ajuste, sin variar el volumen de pulverización, puede girarse el conjunto barra-picos hacia atrás respecto a la vertical, siempre y cuando el tipo de anclaje del botalón lo permita. Dicho proceder da lugar a gotas de mayor tamaño cuando el aspersor se ubica hacia atrás, y de menor cuando lo hace hacia delante, como consecuencia del efecto de doble rotura del viento (Gráfico 4). Para el caso de barrales biselados dicho proceder no resulta posible y, deben implementarse articulaciones individuales para cada portapicos. 
Un ejemplo práctico para reducir deriva en trabajos con Glifosato, es optar por el uso de pastillas abanico plano orientado hacia atrás (180º), con lo cual se minimiza la doble rotura que produce el aire, lográndose gotas de mayor tamaño. Para incrementar aún más el tamaño de gota deben utilizarse volúmenes medios, no inferiores a 10 lt/ha, y presiones de trabajo que no superen 30 lb/pg2


Otro criterio para reducir deriva es la elección del tamaño del avión. Según trabajos realizados por el USDA-ARS (Kirk, I.; 1998), aviones de mayor porte requieren de motores de mayor potencia y desarrollan una velocidad de crucero más alta. Para una velocidad de 120 km/h el DVM de la gota será 275 micras y el porcentaje del volumen total con gotas menores a 100 micras el 8%; mientras que otro avión trabajando a mayor velocidad, 160 km/h, producirá una gota más chica, DVM =160 micras, y el potencial de deriva se incrementará 3.5 veces, con un porcentaje del volumen total compuesto por gotas menores a 100 micras que se incrementa al 28%. En consecuencia para trabajos con herbicidas y/o en zonas peri urbanas los aviones chicos son preferidos por un menor potencial de deriva, además de una notable mayor maniobrabilidad en cortas distancias y un mejor copiado de obstáculos. 

Inversión térmica: su relación con el viento
El fenómeno inversión térmica (IT) ha sido extensamente desarrollado en Visión Rural (Junio 2011, VR Nº 87, pg 21). Trabajos realizados en USA (Brooks, FA, 1947; EPA, 1976) informan incrementos en la deriva bajo condiciones de inversión, de 5 veces cuando los trabajos se realizan con equipos terrestres (3 vs 15 m) y entre 7 - 8 cuando se utiliza avión (7 vs 50 m para gotas de 150 micras; 16 vs 132 m para gotas de 100 micras). Una gota cae tanto por efecto de la gravedad condicionada a su peso, como por el peso de la columna de aire que se encuentra sobre ella, por eso bajo condiciones de inversión cae mucho más lentamente, y más aún aquellas de pequeño tamaño. 
Los factores predisponentes para la ocurrencia de IT los podemos dividir en geográficos y climáticos. El agua como factor moderador de la temperatura hace que durante la mañana el aire próximo al suelo se caliente más lentamente y por ende prolongue las condiciones de inversión. Por ese motivo la IT es más severa en campos bajo riego con pivot central, cultivos bajo riego por inundación como el arroz, lotes próximos a ríos y arroyos, y aquellos con una posición baja dentro del relieve. Las noches despejadas permiten una mayor pérdida por irradiación del suelo y por lo tanto intensifican la IT, como así también lo hacen los climas continentales (en La Pampa la IT es más severa que en la costa Bonaerense). 
Dado que bajo IT las capas de aire se encuentran estratificadas de menor a mayor temperatura a partir del suelo, para que ello persista se deben dar condiciones de muy poco viento por períodos prolongados (Fotografía superior). Por ende, nunca realizar trabajos de pulverización con poco viento o ausencia total de mismo. Otro peligro implícito de una baja velocidad de viento es que en esas situaciones varía mucho la dirección, y por ende no resulta posible establecer hacia dónde va la deriva. Dado que la velocidad promedio del viento varía con la estación del año (mínimo en otoño y máximo en primavera), este factor con indicador de IT toma distintos valores críticos, como promedio 4 km/h resultan indicativos de condiciones de IT, para los meses más ventosos (agosto y septiembre) entre 5-8 km/h, y para los menos ventosos el valor crítico se reduce a 2 km/h. 
La inversión térmica es un fenómeno continuo que ocurre todos los días, y que se inicia por la tarde una hora antes de la puesta del sol, como promedio anual 18:00 ± 2:30 horas; y finaliza una hora después de la salida del sol, como promedio anual 8: 00 ± 1:30 horas. De este análisis se deduce que el fin de proceso es más predecible que su comienzo, y por lo tanto es más riesgoso, por peligro de IT, trabajar hacia finales de la tarde que a primeras horas del día. Esto no es un dato menor, ya que tanto en las primeras horas del día como en el crepúsculo se dan condiciones de alta humedad relativa ambiente, habitualmente recomendadas por su bajo potencial de evaporativo. Es importante trabajar bajo condiciones de alta humedad, pero sin la presencia de inversión térmica. 
En la situación inversa, cuando se registra un viento de intensidad mayor a 8 km/h y dirección bien definida, resulta sencillo controlar la deriva, ya sea evitando pulverizar o bien hacerlo cuando la dirección del viento es opuesta a zonas sensibles. Según recomendaciones de FAO, una condición de viento ideal se ubica entre 7 y 10 km/h, no recomendándose trabajos con herbicidas a más de 10 km/h (porque sus daños resultan evidentes) ni trabajar con más de 15 km/h, porque la Ley lo prohíbe expresamente. Las estaciones meteorológicas autónomas, en cuanto al parámetro viento, registran en forma horaria valores de intensidad promedio, máximo absoluto y dirección (en grados: 0=norte; 90=este, etc.), contando con transmisión remota a una PC. Debe prestarse especial atención a los valores máximos tanto a como a la dirección desde donde sopla el viento, ya que un viento promedio de 11 km/h, si incluye máximos de 20 km/h resulta más peligroso que otro de 12 km/h con máximos de 15 km/h. En grandes establecimientos resulta frecuente disponer de una estación meteorológica, y aún así se registran problemas de deriva por falta de seguimiento. Los daños a áreas sensibles se intensifican tanto en función de la superficie tratada, como por su proximidad a zonas críticas.

Zonas buffer y toxicología: distancias
Considerando los distintos plaguicidas, como promedio de toxicidad para los 260 principios activos inscriptos en Argentina, los insecticidas resultan entre 7 y 8 veces más tóxicos que el promedio de herbicidas y funguicidas. Considerando ahora los activos utilizados con mayor frecuencia en agricultura extensiva, la toxicidad relativa se amplia mucho más, 27:1. Podemos decir entonces que el verdadero problema de contaminación por deriva se registra con insecticidas, rubro donde existe una amplia variedad de alternativas y resulta posible la elección de aquello productos de menor toxicidad. Más aún hoy, con la incorporación de reguladores de crecimiento (IQ y CAM) y diamidas antralínicas, ambas banda verde. 
Referencias bibliográficas recientes, publicadas en forma conjunta por asesores de contratistas de pulverización y representantes de los fabricantes de plaguicidas (Etiennot, A. & Piazza, A; 2010), aportan valiosa información al respecto de restricciones que deben establecerse en cuanto a distancias de seguridad para pulverizaciones; discriminando tanto por sistema de trabajo (terrestre y aéreo) como por clase toxicológica del plaguicida (Cuadro 1). 
Dichos autores siguieren no hacer tratamientos fitosanitarios a menos de 100 m de zonas sensibles, y no establecen restricciones para aquellos trabajos realizados a más de 1500 m. Además no sugieren hacer trabajos con avión a menos de 200 m de zonas protegidas, ni tampoco establecen restricciones para trabajos con equipos terrestres a más de 1000 m. Dentro de los límites restringidos, para las menores distancias sugieren seleccionar los plaguicidas de menor toxicidad. 
La interpretación de la información contenida en dicho cuadro permite concluir que, tanto la industria como los servicios de pulverización, ambos reconocen que deben establecerse zonas de amortiguación mínimas, entre 100 y 200 m; que los trabajos con avión implican riesgos mayores que los realizados con equipos terrestres, y finalmente que la selección de alternativas terapéuticas deben realizarse en base a la toxicología y en función de la distancia al área a proteger.

A modo de epílogo: la supervisión técnica
Resulta importante la comparación con la medicina humana. Hace poco tiempo recurrí al farmacéutico para solicitarle me inyectara un analgésico por un intenso dolor de cintura. La respuesta fue contundente: “Ud. necesita la receta de un médico y yo debo asentar la práctica en un libro rubricado para garantizar las buenas prácticas y evitar incurrir en una mala praxis”. Yo me pregunto: si algo que sólo afectaría a mi persona tiene estrictas restricciones, donde la venta y prescripción del medicamento está sujeta a la intervención de más de un profesional (médico, farmacéutico y enfermera), ¿cómo puede ser que un plaguicida, con potencial efecto nocivo sobre terceros y el ambiente, se venda y aplique sin control profesional? 
Resulta imprescindible contar con el conocimiento profesional (tecnologías de procesos) tanto como con el instrumental de medición y los plaguicidas acordes a las situaciones dadas (tecnologías de insumo), todo para garantizar riesgos mínimos al trabajar en la proximidad de zonas críticas. El Instituto de Ingeniería Rural del INTA Castelar ha desarrollado, conjuntamente con una empresa privada, una estación meteorológica móvil factible de instalar en los equipos de pulverización terrestre. Este insumo resulta de mucha importancia si se piensa en capacitar a un grupo de contratistas para trabajar en zonas próximas a centros urbanos, y a un profesional que los asesore y controle en forma remota desde una PC de escritorio. Este profesional podría ajustar la prescripción de pulverización acorde vaya cambiando cada situación particular, ya que dispondría de la información meteorológica y posicionamiento de cada equipo en tiempo real. 
La Ley de Agroquímicos de cada provincia establece la obligación de contar con un registro de profesionales inscriptos como asesores de la ley, y el registro de al menos las empresas contratistas de pulverización y sus equipos. Para los profesionales, los Colegios Profesionales tienen la obligación de organizar cursos anuales de capacitación; y para las empresas de servicios existe la obligación de someter a sus equipos a una revisión técnica periódica y, a sus operarios a tomar cursos de capacitación sobre tecnología de pulverización y normas de seguridad. 
El presente trabajo constituye una síntesis práctica de tecnología de procesos para mitigar eventos de deriva de plaguicidas. No podemos garantizar que su instrumentación elimine totalmente el problema, pero si aseguramos que reducirá los casos de evidente negligencia o ignorancia. El estricto cumplimiento de la Ley de Agroquímicos es una condición primordial para cumplir el doble objetivo de resguardar la seguridad pública y garantizar resultados de control satisfactorios.

Pergamino (BA), 19 de mayo de 2013
Autor/es
Pedro Daniel Leiva

Buenos Aires, Argentina
Ing. Agrónomo

19 de mayo de 2013

Engorde de Vacas Descarte con Urea


Publicado el: 11/06/2009
Fuente: ENGORMIX
Autor: Aníbal Fernández Mayer (Técnico de EEA INTA Bordenave), Rubén Vázquez ( Encargado del establecimiento agropecuario) y Luciano Vazquez (Estudiante de Agronomía (UNS) Bahía Blanca)
En gran parte de la región semiárida y subhúmeda de la Argentina, en este caso el sudoeste bonaerense, las características de suelo y clima limitan seriamente la producción de los forrajes cultivados (verdeos y pasturas). Si a esta situación ecológica  se suman las dificultades económicas que sufre la ganadería en el país, hace que sea necesario buscar alternativas productivas para aprovechar los recursos de baja calidad nutricional como los rastrojos de cosecha y pastos naturales.

En este trabajo, realizado en la localidad de Villa Iris (Puán, Buenos Aires, Argentina) se evaluó la utilización de Urea (150 gramos/vaca/día) en engorde de vacas británicas de descarte y vacías (para venta) junto con concentrados (4 kg. de grano de avena y 1 kg de pellets o raicilla de cebada/vaca/día) y heno (rollos) de rastrojo de maíz, de baja calidad (5% de PB, 55% de digestibilidad de la MS y 75% de FDN). La dieta del tratamiento testigo  estaba compuesta por los concentrados y el heno, en las proporciones recién citadas, mientras que al tratamiento en estudio se le agregó a dicha dieta el suministro de 150 gramos de Urea/vaca/día. Este compuesto mineral se suministró 2 veces por día junto con los concentrados. El trabajo tuvo una duración de 50 días (10/7 al 29/8/08). Los resultados en producción de carne y económicos fueron favorables al tratamiento en estudio (con Urea), obteniendo casi 200 gramos más de ganancia diaria de peso (0.812 vs 1.01 kg./vaca/día, para el T1 -testigo- versus T2  -en estudio-, respectivamente) y fue 33% más económico por kilo producido (4.82 vs 3.22 $/kilo producido, respectivamente). Se concluye que es posible, productiva y económicamente, el empleo de Urea en dietas para ganado vacuno, siempre y cuando, se respeten los niveles adecuados de suministro de dicho compuesto (0.03% del peso vivo), dividido en 2 veces al día y junto con grano de cereal, molido, siempre.

INTRODUCCIÓN
            En la región del sudoeste bonaerense, la escasez de precipitaciones y las características de los suelos (poco profundos y de baja fertilidad) limitan el desarrollo de cultivos implantados, como los verdeos (invierno y verano) y pasturas mixtas. De ahí, que la utilización de recursos forrajeros de baja calidad nutricional (pastos naturales y rastrojos de cosecha fina y gruesa) representan una valiosa alternativa.
            En este trabajo se evaluó a la Urea en una dieta con Vacas  británicas de descarte (vacías) en engorde a corral. Estas dietas estuvieron basadas en concentrados y henos (rollos) de baja calidad, como lo es el de "rastrojo de cosecha de maíz", con la inclusión de Urea en el tratamiento en estudio.

Objetivo: Evaluar la respuesta productiva y económica a la Suplementación con Urea en una dieta junto a grano de avena, pellets  o raicilla de cebada  y heno (rollo) de rastrojo de maíz.

MATERIALES Y MÉTODOS
Lugar: Sr. Pugliese (Villa Iris, Puán Buenos Aires, Argentina)
Duración: 50 días (10/7 al 29/8/08)
Animales:

  • T1 10 vacas británicas (Angus)
  • T2: 10 vacas británicas (Angus)

Peso inicial:
  • T1414.5 kg. Peso vivo/cabeza
  • T2: 413.7 kg. Peso vivo/cabeza

Peso final:
  • T1455.1 kg. Peso vivo/cabeza
  • T2: 463.6 kg. Peso vivo/cabeza

Tratamientos
  • T1: 4 kg de grano de Avena (entero)/vaca/día + 1 kg de Pellets o Raicilla de cebada/vaca/día + Heno (rollo) de rastrojo de Maíz (a voluntad)(testigo)
  • T2: 4 kg de grano de Avena (entero)/vaca/día + 1 kg de Pellets o Raicilla de cebada/vaca/día + Heno (rollo) de rastrojo de Maíz (a voluntad) + 150 gramos de Urea/vaca/ día (en estudio).

Suministro de los alimentos
            El rollo estuvo las 24 hs del día en cada corral a libre disponibilidad de los animales. Mientras que los concentrados se dividieron en 2  suministros diarios, a la mañana y a la tarde, buscando distribuir la entrega de la Urea en 2 veces/día junto con el grano de Avena.
 

Un tema muy interesante fue la molienda de los gránulos de Urea con una moledora tradicional cuya zaranda tenía cribas (orificios) muy pequeñas que molió a la Urea similar a la "sal parrillera" o "sal gruesa fina". De esta forma, permitió una homogénea  distribución  sobre los granos de avena con una especie de "salero" (tubo plástico) confeccionado en forma casera.


 

 

La composición bromatológica de los alimentos empleados en este trabajo se presenta en el Cuadro 1:
Cuadro 1: Composición bromatológica de los alimentos empleados

Consumos
(kg MS/vaca/día)
Materia Seca (MS)
(%)
Proteína Bruta
(%)
Digestibilidad
de la MS
(%)
Fibra Detergente Neutro
(%)
Urea


0.150
92
2.81
1(420 gramos PB/vaca/día)
0.88
-------
Rollo de Rastrojo de maíz
A voluntad
90
5
55
75
Pellets de Raicilla de Cebada

1

87

20

74

38
Grano de Avena
4
88
10
75
24
(1)     equivale a 420 gramos de PB/vaca/día (producción  de proteína microbiana dentro del rumen)



RESULATDOS
En el Cuadro 2 se citan la evolución de los pesos vivo y las ganancias diarias de peso.
Cuadro 2: evolución de los pesos vivos y las ganancias diarias de peso
Tratamientos
10  de julio
2 de agosto
14 de agosto
29 de agosto
Promedio
GDP
(kg/vaca/día)
T1:
Sin Urea
(testigo)
Peso vivo(kg./vaca)
GDP
(kg/vaca/día)
414.5
436.6

0.913
448.0

1.75
455.1

0.070

0.812
T2:
Con Urea
(en estudio)
Peso vivo
(kg/vaca)
GDP
(kg/vaca/día)
413.1
451.9

1.39
454.4

0.417
463.6

0.133

1.01

Ganancias Diarias de Peso (GDP)
  • T1: 0.812 kg./vaca/día
  • T2: 1.01 kg./vaca/día
Los niveles de Urea utilizados en este trabajo (36 gramos cada 100 kg de peso vivo) estuvieron muy cerca del Umbral de Toxicidad que fluctúa entre 40 a 50 gramos de Urea cada 100 kg de peso vivo. Sin embargo, el suministro de la Urea 2 veces al día junto con grano, a pesar de haber estado "entero", evitó síntomas de toxicidad.
El empleo de 150 gramos de Urea,  que equivale 420 gramos de proteína bruta por vaca y por día como suministro proteico adicional a la dieta, permitió una ganancia diferencial de casi 200 gramos diarios.
 

Es necesario que el suministro de la Urea se realice 2 veces/día y siempre con grano de cereal "molido", debido a que la Urea se descompone rápidamente en el rumen. En el término de 2 a 3 horas, posterior a su consumo,  alcanza el pico de producción de amoníaco y luego desciende abruptamente. Por ello, se necesita que junto con el amoníaco se encuentren, simultáneamente, las cadenas carbonadas (ácidos grasos volátiles -AGV-), provenientes del grano de cereal "molido", que funcionan como una especie de "percha" donde se enganchan las moléculas de amoníaco para formar bacterias celulolíticas. Estos microorganismos están encargados de atacar y digerir a la fibra ingerida (del heno, en este caso). Además, el incremento en la multiplicación de bacterias celulolíticas causada por una mayor proporción de Nitrógeno (Urea) y AGV (granos de avena) en rumen,  fueron los responsables de la GDP adicional obtenida.
Técnicamente se sugiere que el nivel máximo de consumo de Urea  en una dieta para bovinos sea alrededor de0.03% del peso vivo de los animales. Para este trabajo el nivel de Urea aconsejado hubiera sido ±120 gramos/vaca/día, inferior al empleado. Este nivel aconsejado es para evitar riesgos de intoxicación.
Mientras que el resultado económico de las 2 dietas evaluadas se describe en el Cuadro 3.
Cuadro 3: Análisis económico
Tratamientos
Costo de la dieta
($/vaca/día)
Costo por kilo producido
($/kg producido)
T1:
Sin Urea
(testigo)

2.90

4.82
T2:
Con Urea
(en estudio)

3.22

3.22
Referencia (mayo de 2009)
Urea= 1480 $/tonelada (400 u$s/tn)1
Grano de Avena: 380$/Tonelada (103 u$s/tn)
Pellet de Cebada= 370$/Tonelada (100 u$s/tn)
Rollo de rastrojo de maíz= 120 $/rollo (32 u$s/rollo)
            El mayor costo por animal y por día de la dieta 2 (con Urea) es lógico, debido a que ambas dietas tenían la misma cantidad de alimentos y desde ya similar costo basal. Mientras que al tratamiento 2 con Urea, se agregó el valor de ésta a la dieta. Sin embargo, se observa que el costo por kilo de carne producido en la dieta en estudio es un 33% inferior al testigo, lo que significa que económicamente es conveniente el empleo de este compuesto nitrogenado para adelantar la terminación de los animales y, además,  valorizar los kilos de vaca que ingresaron al corral, que en este trabajo fueron alrededor de 415 kg.
            Con 100 gramos de Urea se generan en el rumen alrededor de 282 gramos de proteína bruta (PB)1 que representa alrededor de 1,40 kg de Pellets de Cebada (PC), con un 20 % de PB (calidad actual del mercado Argentino). El costo de 100 gramos de Urea, actualmente, tiene un valor de 0.148 $ (0.04 u$s) y el costo de 1.40 kg de PC  representa 0.518 $ (0.14 u$s). Esto significa que la utilización de ese nivel de Urea realizó un aporte proteico de 420 gramos de PB adicional, representando un ±70% del costo de esa fracción proteica aportada por el PC.

CONCLUSION
            La respuesta productiva y económica (casi 200 gramas más de ganancias de peso y 3.22 $/kg producido) fue muy satisfactoria al suministro de Urea.
Y como recomendación general, se aconseja:
  •          Que la Urea esté molida.
  •          Siempre dividir el suministro de Urea 2 veces al día
  •          Que el grano de cereal que se suministre con la Urea, siempre debe estar molido.
(1) % Nitrógeno x 6.25 
Autor/es
Anibal Fernández Mayer

Buenos Aires, Argentina
Ing. Agrónomo