15 de enero de 2013

Bienestar de los terneros de la crianza: Medio Ambiente Crítico


Publicado el: 14/01/2013

Autor: Dr. Guillermo Berra, Lic. Ana Mate, INTA. Ing. Guillermina Osacar
Fuente: Engormix
INTRODUCCIÓN
Las condiciones ambientales críticas provocan que el ternero tenga que adaptar su organismo a fin de contra-rrestar los desequilibrios que en él se producen. Tanto la exposición a la radiación solar directa en el verano como el frío asociado a precipitaciones prolongadas en invierno es causa de estrés y requiere por parte del ternero un gasto energético corporal. La presencia de reparos y sombra, en los meses de verano, y reparos del viento y lluvia en invierno, posibilitan una disminución en el riesgo de contraer enfermedades.

UN BUEN AMBIENTE ES MUCHO MÁS REDITUABLE
La temperatura ambiente óptima para los terneros, es entre los 10° y 22°C. Por debajo o encima de estas tem-peraturas, implica un gasto extra de energía por parte de los terneros. La lluvia, el viento y el frío pueden definirse como los denominadores comunes que inciden negativamente sobre el ternero recién nacido y/o de pocos días de vida, llevándolos en algunos casos hasta la muerte.
Los animales responden a lo que podríamos llamar las agresiones ambientales, con mecanismos fisiológicos, bioquímicos, inmunológicos, anatómicos y de comportamiento. Identificar y minimizar situaciones de estrés per-mite acercarse al bienestar animal para que los terneros puedan expresar su potencial genético en términos produc-tivos al menor costo para el productor.
Los terneros, como todos los animales homeotermos, mantienen constante su temperatura corporal, o sea que conservan su temperatura interna dentro de límites estrictos independientemente del ambiente externo, "defen-diéndose" o trabajando para lograrlo.

COMO AFECTA LA TEMPERATURA AL TERNERO
El proceso que permite mantener la temperatura corporal adecuada se llama termorregulación. Hay que tener en cuenta que toda utilización de reservas energéticas para la termorregulación va siempre en detrimento del desa-rrollo del animal.
Las únicas fuentes de energía con las que el ternero cuenta al nacimiento son las corporales: glucógeno hepá-tico y muscular, lípidos y proteínas movilizables, pero que son consumidas rápidamente.
Como hemos dicho, el rango de temperaturas óptimas para el ternero se encuentra entre los 10°C y 22°C. Temperaturas ambientes por debajo o por encima de este rango son temperaturas críticas en las que el ternero contrarresta el efecto de variación térmica, pone en juego su capacidad de termorregulación, es decir el ternero no utiliza energía adicional para mantener su temperatura corporal.
Sin embargo hay que tener en cuenta que, por influencia del viento y la humedad ambiente, el ternero siente en realidad una temperatura que puede ser muy diferente a la temperatura del aire. Es lo que conocemos como sensación térmica (ST). Es importante considerar el microclima que rodea inmediatamente al animal para determi-nar esta sensación térmica. Por ejemplo, en un día de frío la sensación térmica que percibe una ternera con cama de paja limpia y seca puede ser de 8 a 10°C por encima de la temperatura del aire. Por el contrario, si la misma ternera se expone al viento y a la lluvia, su ST es considerablemente inferior a la temperatura del ambiente.
El frío afecta mucho más a los terneros que a los animales adultos. La tolerancia al frío está determinada, en parte, por la magnitud de la superficie del cuerpo, que en el ternero, es mucho mayor por unidad de peso corporal que en las vacas adultas.

ALGUNOS FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL EFECTO DE TERMONEUTRALIDAD
Viento: en un ambiente de bajas temperaturas el movimiento del aire frío afecta la capacidad para mantener la temperatura corporal. Actúa desfavorablemente en el ternero, sobre todo en el recién nacido, en el que se hace indispensable entonces darle protección inmediata.
Lluvias: el agua incrementa dramáticamente la pérdida de calor del cuerpo. La termorregulación del ternero se ve afectada cuando el pelaje pierde su condición natural de aislante, como sucede cuando se moja con agua de lluvia, orina o materia fecal. Si el pelo del animal está cubierto de excremento y/o barro y además hace frío, deberá incrementar su metabolismo basal para compensar la mayor pérdida de calor.
Reparos: protegen a los animales contra las inclemencias del tiempo, fundamentalmente de la lluvia y el viento Es frecuente ver en algunos establecimientos el empleo de rollos como forma de protección. Sin embargo, debemos tener presente que los rollos protegen relativamente bien del viento pero no de la lluvia.
Cama: reduce la conducción del calor del animal hacia el piso. Además la ternera puede modificar su postura para disminuir la conducción, manteniendo así la termoneutralidad. El tipo de cama determina la capacidad de ésta de absorber humedad y por ende afecta a la capa de pelo del animal.
Metabolismo ruminal: Las terneras que consumen alimento balanceado empiezan a producir cantidades significativas de calor debido al proceso de fermentación por las bacterias ruminales, ayudando a la ternera a hacer frente al frío.
Alimento: suministrar adecuadamente al ternero leche o sustituto implica aportar cantidades limitadas de energía y proteína para estimular el desarrollo del rumen y para lograr el destete precoz. Cuando hace demasiado frío, una alimentación deficiente puede tener un efecto negativo sobre la eficiencia e incluso sobre la salud, ya que debe mantener su temperatura corporal interna a expensas de la energía requerida para el crecimiento. Por lo general en el estrés por frío se incrementa el consumo de materia seca porque el ternero trata de consumir suficiente energía para su mantenimiento.

SUGERENCIAS
1) Sobre los lugares de los partos y de la crianza:
Disponer de un lugar limpio y seco cuando el ternero nazca, evitando aquellos lugares que tengan barro o estén inundados.
Lugar de la Crianza: muchas veces, tenemos la oportunidad de elegir, otras no, pero a la hora de definir lugares tendremos que tener en cuenta:
  • Presencia de monte o reparo del lado del Sur.
  • Terreno alto donde no se junte agua.
  • Disponer de lugar para aumentar la frecuencia de rotación durante los días de piso húmedo o temporales.
  • Que quede cerca de la casa del guachero y que sea accesible para la visita periódica del encargado o administrador del tambo.
2) Sobre como dar reparo a los terneros, según el sistema de crianza:
Para proteger prácticamente a los terneros del medio ambiente, se puede contar con jaulas metálicas ó plásticas, capas protectoras, reparos, rollos, fardos, tinglados y media sombra o sombra natural para el verano.
En las crianzas individuales, la jaula es el reparo por excelencia, tiene dos lados y el techo cubiertos. Como desventaja es su costo y la mayor frecuencia con la que hay que correrlas. Este aspecto se puede solucionar, haciéndole cama a los terneros sobre todo en los temporales
La estaca no suministra de por sí ningún tipo de reparo. Para cubrir este aspecto, podemos usar capas protectoras, reparos aprovechando los alambrados, filas de rollos, o confeccionar cama en los temporales o incluso en días normales de invierno.
Las capitas:
Las mantas o capas protectoras deben ser impermeables, cubrir el 80 % del cuerpo, ser duraderas y lavables. En invierno se colocan desde el ingreso a crianza y hasta que salen, y se dejan durante todo el día. En otras estaciones, pueden usarse por las noches (otoño-primavera), y durante los temporales, incluso en las fuertes lluvias de verano. Se deben lavar después que la usa cada ternero. Si no nos alcanzan para todos, no deberíamos tener terneros recién nacidos y hasta los 20 días de vida, sin una capita en los meses de invierno (y otoños rigurosos)
Muchas veces, contamos en la guachera con alambrados perimetrales que pueden servir de soportes a plastilleras, o plástico residual de los silos, donde podemos reparar a los terneros en el invierno. Si bien no contamos con techo, al menos la pérdida de calor corporal por incidencia de los vientos va a ser menor.
Los rollos:
El almacenamiento de los rollos en la guachera es una forma de aprovechar el reparo que nos pueden suministrar. El reparo que proporcionan en metros equivale a cinco veces su altura, por lo que tendremos que repetir filas de rollos en la guachera. Otra forma de aprovechar el reparo de los rollos, es usar un rollo por ternero, y mover al animal por los tres lados del mismo. Esto disminuye el pisoteo.
Durante el invierno o los temporales, es importante contar con rollos de paja de trigo o rollos de mala calidad, para hacerles cama a los terneros y que no tengan que echarse sobre el piso muy mojado o embarrado, esto es más importante en zonas con suelos de poco drenaje. En algunas zonas, es más accesible y económico conseguir aserrín para las camas de los terneros.
En las crianzas colectivas, la posibilidad de contar con reparos es mayor, ya que los terneros buscan el reparo de árboles, de construcciones como tinglados, que les podemos construir en los lotes o reparos de rollos que po-demos poner en cada lote de la crianza colectiva. Incluso, el uso de capas protectoras, también se recomienda en guacheras colectivas.

EN SÍNTESIS
En estos meses de fin de verano o principios del otoño, tenemos que ir programando el tema tanto del lugar de crianza para el invierno, como la preparación de los reparos y elementos de protección, como las capas, jaulas, etc. No esperemos al primer temporal, es importante prever con tiempo las necesidades de la guachera.
Autor/es
Ana Mate
Argentina
Licenciado en Veterinaria
Guillermina Osacar
Argentina
Ing. Agrónomo
Guillermo Berra
Argentina
Médico Veterinario

4 de enero de 2013

Fin de Año. Ëpoca de Balances Económicos y de los otros...

" No hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. 
La forma en que se debería EVALUAR UN AÑO tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. 
Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de APRENDIZAJE "

Fuente: F.M. Menapace (Monje Benedictino)
 

3 de enero de 2013

Efecto de la suplementación con distintas fuentes de nitrógeno sobre la respuesta de terneros de recría, pastoreando verdeos o encerrándolos en corrales


Publicado el: 02/01/2013

Fuente: Engormix 
Autores: Pereda, L., Dario Colombatto,Juan Grigera Depto. de Producción Animal, Facultad de Agronomía, UBA;Juan C. Elizalde, - Fac. de Ciencias Agrarias, UNMdP.
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la agricultura ha ido desplazando a la ganadería en el oeste de la Provincia de Buenos Aires. Esto se debe principalmente a dos motivos; primeramente, los precios agrícolas fueron aumentando mien-tras los ganaderos disminuían; y además los progresos tecnológicos agrícolas (siembra directa más biotecnología) superaron ampliamente a los ganaderos, permitiendo obtener una mayor superficie de siembra y escala, aumentar los volúmenes de producción y por ende obtener mayores márgenes económicos, es decir que la fortaleza de la agricultura es que se ha simplificado.
Sin embargo existen varias razones para seguir invernando en la región subhúmeda en suelos con potencial agrícola. Entre las razones empresariales, hay que recordar que la producción diversificada estabiliza los resul-tados y disminuye los riesgos productivos y el riesgo del precio. Actualmente las pasturas están en fuerte disminución, ocupan un bajo porcentaje de la superficie rotable con el objetivo de potenciar el sistema agrícola.
Un sistema de producción debe incorporar actividades complementarias y no competitivas entre sí, buscando baja interferencia entre ellas. En este sentido, el pastoreo de rastrojos, cortos períodos de barbechos y utilización de verdeos de invierno pueden deprimir los rendimientos de una buena agricultura, sobre todo en aquellas zonas con más limitaciones. El establecimiento cuenta con datos donde el verdeo produce una disminución en el rendimiento de soja en un 14,7 % comparado con antecesor maíz (rendimiento promedio de soja de los últimos 4 años sobre maíz 3.417 kg/ha y sobre verdeo de invierno 2.917 kg/ha). Por lo tanto además de no interferir con la agricultura, hay que intensificar la ganadería buscando el mayor beneficio global para la empresa. Para esto es muy importante utilizar eficientemente el pasto. Una manera de aprovechar el pasto es manteniendo altas cargas durante el año, mediante el corral de terneros en otoño e invierno y buscando la manera de "articularlo" con el excedente de pasto en primavera.

CORRALES DE INICIO O RECRÍA
En cuanto el objetivo de lograr el aumento del margen bruto de la ganadería se mencionó anteriormente que se debe intensificar la misma, para esto, es muy importante lograr una invernada corta (12 meses aproximadamente) y que la mayor producción de carne se obtenga en base a pasturas. El corral de terneros ha cobrado gran impor-tancia, dado que mediante el encierre se logra un mayor aprovechamiento del pasto y un aumento en la eficiencia de conversión del alimento en carne (los terneros engordan a diario lo mismo que los novillos pero prácticamente con la mitad del alimento). El corral ofrece la ventaja de poder recibir toda la hacienda de invernada en el mismo momento. Es un fusible del sistema, ya que permite aprovechar el mayor potencial productivo de esta categoría (alta eficiencia de conversión) en el momento del año (otoño) en que la diferencia de engorde del corral y el pasto es máxima, debido a las diferencias del valor nutritivo entre el suplemento y el pasto. Además este sistema de arranque a corral permite liberar el campo y diferir pasto hacia el invierno. Típicamente, los terneros salen del corral en junio, julio o agosto, dependiendo de su peso de entrada y fecha de ingreso.
Los terneros, tanto los producidos por la misma firma como los de compra, que a fin de febrero pesan 180 kilos o más, siguen a pasto sin ningún tipo de suplementación cumpliendo con el objetivo de invernada corta ya que salen durante el verano u otoño siguientes, antes del segundo invierno. Es decir que los terneros se venden entre los 16 y 20 meses de edad con un peso promedio de 425 kilos. El ternero que no alcanza los 180 kg (pero sí un peso mayor a 140 kg), ingresa al corral de inicio con un objetivo de engorde máximo de 900 gramos/día para evitar que depositen una alta proporción de grasa, disminuyendo su potencial de acumular masa proteica que a su vez determina un menor tamaño estructural, y provoca que el animal gane menos peso cuando sale a pasto. Engordan a corral durante abril, mayo y junio y cuando alcanzan el umbral de peso de una curva teórica de invernada corta, en la que se igualan a los terneros cabezas, salen y se juntan a éstos para seguir engordando a pasto.
Lógicamente, una condición básica de este sistema para que los animales salgan del corral, es tener pasto suficiente en el campo. Este es el mayor problema, ya que tradicionalmente las pasturas no ofrecen alta receptividad en invierno. Por lo tanto, es de interés evaluar nuevas opciones nutricionales para "articular" el corral de terneros con la producción de pasto en primavera.
 
OBJETIVOS
Este trabajo se llevó a cabo en el Establecimiento Nueva Castilla ubicado en el Partido de Trenque Lauquen, Pcia. de Buenos Aires, y tuvo como objetivos:
a) buscar la mejor integración del corral de terneros con el excedente de pasto en primavera,
b) comparar los efectos del pellet de Girasol y la Urea como fuentes de nitrógeno sobre la performance productiva de los terneros a corral, y
c) determinar el costo de kilo de carne producido en cada sistema.

TRATAMIENTOS
Se plantearon 3 tratamientos: a corral usando peIlet de girasol como fuente de nitrógeno (GIR), a corral usando urea (UREA) y pastoreo sobre verdeo de invierno (Centeno, VERD) sin suplementación. Las dietas a corral eran isonitrogenadas, estaban basadas en (base MS) 87 % de silaje, de 12 % de pellet de girasol y 1 % de núcleo mineral vitamínico con monensina para GIR, o 98 % de silaje de maíz, 1 % de urea y 1 % de núcleo para UREA.
La inclusión de urea como único concentrado proteico permite simplificar el sistema, a pesar que puede no ser una fuente de nitrógeno tan efectiva para los microorganismos como la que se degrada lentamente. Los tratamientos fueron en duplicado, contando con 20 animales biotipo Braford (20 % índico) en cada corral o lote de pastoreo.

MEDICIONES
Se midió el consumo grupal de alimento mediante el método de la diferencia (ofrecido menos rechazado). Debido a problemas de muestreo, en el caso del tratamiento en pastoreo el consumó se estimó en un 3 % del peso vivo promedio en materia seca. La ganancia diaria de peso vivo (GDPV) se determinó pesando individualmente cada animal (4 pesadas). Se calcularon el costo del kilo de carne producido (utilizando los costos de producción), según el valor del kilo producido (obtenido según datos promedios del establecimiento durante ejercicio 04/05 al restarle al valor neto de venta del novillo (U$S/cab) el valor neto de compra del ternero (U$S/ cab) y luego dividirlo por los kilos producidos por cabeza) se obtuvieron los márgenes brutos. Además se realizó análisis según costo de oportunidad, que consistió en tomar los rindes promedios netos (Tn/ha) de las últimas cuatro campañas de maíz del establecimiento y multiplicarlo por su valor neto de venta (U$S/Tn). A este ingreso se le restaron los gastos de cosecha que necesitaría (U$S/ha) y se le sumó el costo de confección de silo. Este valor, expresado en U$S/ha, se dividió por la producción por hectárea de silo de maíz y se obtuvo el costo por kg de silo de maíz, que fue usado para calcular los costos de los tratamientos a corral. Para el tratamiento VERD se calculó el costo por Kg de MS sumando a los costos de implantación el costo por la pérdida de rendimiento promedio de soja (Tn/ha) en las últimas tres campañas multiplicado por su valor neto de venta,(U$S/Tn). Esta pérdida de rendimiento se obtiene al comparar el rendimiento de soja cuando su antecesor es verdeo de invierno con maíz.
En cuanto a resultados económicos, el costo por kg de carne producido analizado como costo de producción fue de 0,27, 0,32 y 0,35 U$S/kg para VERD, UREA y GIR, respectivamente.
Cuando se analizaron según costo de oportunidad, los costos fueron 0,52, 0,50, y 0,51 U$S/kg para los tratamientos VERD, UREA y GIR, respectivamente.

RESULTADOS
En la tabla 1 podemos observar los resultados físicos.
 

SIMULACIONES SOBRE ANÁLISIS COSTO DE OPORTUNIDAD
En la tabla 2 observamos los valores económicos que se obtuvieron en el momento que se realizó el trabajo para cada uno de los tratamientos.
 
Las simulaciones realizadas para los tratamientos UREA y GIR se pueden observar en las tablas 3 y 4. En las mismas se varió el precio neto de maíz (PNM) y el valor del kilo producido (VKP).
 
Las simulaciones realizadas para el tratamiento VERD las observamos en la tabla 5, en la cual se fue variando el precio neto de soja (PNS) y el valor del kilo producido (VKP).
 

CONCLUSIONES
La GDPV (Ganancia Diaria de Peso Vivo) en el verdeo de invierno (Centeno) fue superior pero no significativamente a la GDPV obtenida en el tratamiento UREA, pero significativamente inferior a la GDPV obtenida en GIR.
El sistema que utilizó verdeo de invierno fue el que obtuvo el menor costo por kg producido cuando se realizó el análisis sobre los costos de producción, pero el mismo fue el de mayor costo por kg producido cuando el análisis se realizó sobre costos de oportunidad. Como puede observarse las tres opciones son válidas para "enlazar" el corral tradicional de terneros con el excedente de producción de pasto de primavera, y dependerá de las condiciones de mercado y las variaciones en los precios de urea, de expeller de girasol, de soja, de maíz, de los gastos de implantación de maíz y verdeo, el valor del kg producido, etc., para elegir una u otra opción. El silo de maíz aparece como un gran "fusible" del sistema, que puede ser suministrado en distintas épocas del año, mientras que el verdeo de invierno sólo produce a fin de otoño y en invierno. Además, si no se realizan verdeos de invierno se baja la interferencia con la agricultura. Todo esto requiere de una gran planificación y contar con el respaldo económico para realizar una inmovilización de capital en forma de silo de maíz. Por otra parte, hay que tener en cuenta que a medida que nos desplazamos hacia una zona de mayores precipitaciones el verdeo de invierno, en años normales no deprime el rendimiento de soja, permitiendo utilizar el excedente de agua anual entre dos cultivos agrícolas.

Publicado Originalmente en Revista Hereford, Bs. As., 74(646):86-92.