29 de septiembre de 2017

Pronóstico Climático Extendido según Sierra

Hola amigos.
Aquí les dejo el link con los pronósticos futuros según Eduardo Sierra para el fin de primavera y verano de 2017 y 2018.
Vale la pena escucharlo y sacar las propias conclusiones
http://www.agrositio.com//canal_agrositio/entrevistas.php?id=189330

Los Sistemas de Producción Animal Extensivos y su Intensificación. Definiciones y Externalidades

Aunque no existe una definición ampliamente aceptada del concepto de ganadería extensiva, en líneas generales se entiende que es aquella en la que los animales obtienen la mayor parte de sus recursos alimenticios del entorno mediante pastoreo, integrándose en el medio y manteniendo un equilibrio con éste que permite la renovación estacional de esos recursos (Rodríguez-Estévez et al., 2007). De acuerdo con Boyazoglu (1998), los sistemas extensivos son aquellos que comparten las siguientes características: el uso limitado de los avances tecnológicos; la baja productividad por animal y por hectárea de superficie; y la alimentación basada principalmente en el pastoreo natural y en el uso de subproductos de la agricultura de la explotación. Beaufoy et al. (1994) añaden que estos sistemas se caracterizan además por el uso de lo que denomina razas regionales, el bajo uso de productos químicos y la persistencia de prácticas de manejo de origen ancestral como la trashumancia, el henificado y la dependencia de la lactancia materna.
Según Rodríguez-Estévez (2005), la ganadería tradicional (extensiva) se ha orientado siempre más a la continuidad que a la producción máxima, tratando de reducir las fluctuaciones, y emplear cantidades mínimas o nulas de energía externa (combustibles, pienso, fertilizantes, etc.). Según dicho autor, este planteamiento responde a un modelo de gestión basado casi en el uso exclusivo de los recursos locales mediante una gestión cuidadosa que ha permitido la pervivencia de sistemas como la dehesa.
En relación con el concepto de ganadería extensiva, es necesario definir el concepto de sistemas “low-input”, debido a las similitudes y el solapamiento existente entre ambos términos. Tanto es así, que de acuerdo con Nemecek et al. (2011), ambos términos son utilizados como sinónimos. Los sistemas low-input son aquellos que buscan optimizar la gestión y uso de los insumos de producción internos, reducir al mínimo el uso de los insumos de producción externos (como los fertilizantes y los pesticidas) donde y cuando sea factible y práctico, con los objetivos de reducir los costes de producción, evitar la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, reducir los residuos de pesticidas en los alimentos, reducir el riesgo de exposición del productor a los mismos, y aumentar la rentabilidad de la explotación a corto y largo plazo (Parr et al., 1990).
Buena parte de estos sistemas se encuentran en zonas desfavorecidas. En este sentido, y de acuerdo con Morgan-Davies et al. (2012, 2014), los sistemas ganaderos extensivos de áreas marginales realizan un uso complejo del medioambiente, de modo que no solo son fuente de una parte importante de la producción mundial de alimentos, sino que también proporcionan diversidad paisajística y gran multitud de servicios ecosistémicos, además de mantener las poblaciones rurales. Entre estos servicios y beneficios medioambientales se encuentran, además de los anteriormente citados, la contribución al mantenimiento de Zonas de Alto Valor Natural (Caballero, 2007; Caballero et al., 2007), la conservación de hábitats y el fomento de la agrobiodiversidad (Bignal y McCracken, 1996; Dennis et al., 2001; Rook y Tallowin, 2003; Loucougaray et al., 2004; Gibon, 2005; Scimone et al., 2007; Barrantes et al., 2009; Kovács-Hostyánszkia et al., 2014) y la menor emisión de Gases de Efecto Invernadero –GEIs- (Haas et al., 2001; Casey y Holden, 2006).
Debido a los beneficios aportados por los sistemas extensivos o low-input, éstos son considerados como un medio para remediar buena parte de los problemas asociados con las explotaciones intensivas, especialmente los de tipo medioambiental, ya sea desde el punto de vista de la biodiversidad, de la reducción de los costes energéticos, de la eficiencia energética o de la emisión de GEIs (Flessa et al., 2002; Tilman et al., 2002; Pimentel, 2004; European Environmental Agency, 2006; Kramer et al., 2006; Biala et al., 2007; Koknaroglu et al., 2007; Liu et al., 2007; Nemecek et al., 2011; Neira et al., 2014). En los sistemas low-input y mixtos (con integración de agricultura y ganado), el uso eficiente de energía es una prioridad (Funes-Monzote y Monzote, 2001; Monzote et al, 2002). El uso de residuos de cultivos para alimentar a los animales, así como el uso intensivo de estiércol en las zonas de cultivos y forraje son dos prácticas en las explotaciones mixtas que dan lugar a un uso más eficiente de los insumos energéticos. Por otra parte, el uso más intensivo de los campos de cultivo en las rotaciones de cultivos adaptados a las variaciones estacionales, también contribuye a una mayor eficiencia de uso de la energía (Funes-Monzote et al., 2009).
En el caso de los pastizales, se ha observado que cuando éstos son manejados bajo regímenes extensivos, se mejora la retención de carbono y de nitrógeno (Culman et al., 2010), y la eficiencia en el reciclado de nutrientes (Horrocks et al., 2014). Asimismo, se reduce la lixiviación de nitratos (de Vries et al., 2011) y se aumenta la biodiversidad (Janssens et al., 1998). Otros autores, aunque también han observado beneficios medioambientales, sin embargo, encontraron que éstos en ocasiones son conseguidos a expensas de la productividad (Gabriel et al., 2013).
Sin embargo, también es cierto que los sistemas extensivos han mostrado mayores impactos medioambientales que los sistemas intensivos en algunos aspectos (Basset-Mens y Van Der Werf, 2005). Por un lado, estos sistemas suelen requerir más tierra, lo que puede poner en conflicto la conservación de la biodiversidad y la producción agrícola (Baudron y Giller, 2014). Por otro lado, y en relación con la emisión de GEIs, los beneficios de los sistemas extensivos son inciertos (Horrocks et al., 2014). Estos beneficios dependen de la historia productiva previa y del enfoque de la evaluación. Así, sistemas manejados de forma extensiva desde hace décadas, suelen producir menos GEIs, especialmente debido a la fijación de carbono (Conant et al., 2001; Soussana et al., 2004). En este sentido, diversos autores ponen de manifiesto que la menor productividad y eficiencia en la conversión de alimentos en los sistemas extensivos, provoca que las emisiones de GEIs sean más elevadas cuando éstas son calculadas por unidad de producto (y no por unidad de superficie). Sin embargo es necesario señalar que en los cálculos de eficiencia productiva debería tenerse en cuenta que en los sistemas extensivos no hay una competencia por recursos que pueden ser utilizados para alimentación humana directamente. Asimismo, deben considerarse también los servicios medioambientales (servicios ecosistémicos) y sociales (valor paisajístico, patrimonio genético y cultural) derivados de estos sistemas, así como su aceptabilidad social.
Por tanto, como afirman Nemecek et al. (2011), la cuestión que surge ante este contexto es si, y bajo qué condiciones, los sistemas extensivos son realmente preferibles desde un punto de vista medioambiental. Asimismo, resulta necesario añadir a la afirmación de estos autores, que es necesario tomar las decisiones teniendo en cuenta las dimensiones sociales y económicas de los sistemas de producción, así como la escala temporal y espacial.
En el contexto de las zonas de alto valor cultural y paisajístico (como las dehesas del suroeste español), la ganadería extensiva / low-input se encuentra en retroceso. A pesar de los beneficios de los sistemas extensivos tradicionales, la falta de competitividad frente a la ganadería intensiva, los cambios sociodemográficos (envejecimiento de la población y alejamiento de los estilos de vida del mundo rural), la inestabilidad de las producciones y de los ingresos, y la reorientación de los sistemas como consecuencia de la PAC, son algunos de los factores que han provocado este proceso Rodríguez-Estévez et al., 2007; Díaz, 2013). Así pues, este proceso de cambio está conllevando el abandono o procesos de intensificación.
La intensificación se acompañó en numerosas ocasiones de la ampliación de la superficie de cultivos destinados al consumo humano (trigo, girasol, etc.), arrancándose para tal fin muchos encinares de los mejores majadales de la dehesa. Además, se aumentaron las cargas ganaderas, se redujo la presencia de ganado autóctono y se aumentó la proporción de ganado vacuno. Como consecuencia, se redujo la regeneración de arbolado y de vegetación, y los servicios medioambientales propios de los sistemas agrosilvopastorales que ya han sido comentados anteriormente. Asimismo, fue necesario aumentar de forma considerable el uso de fertilizantes químicos y de piensos concentrados. En las zonas menos productivas se redujo la presión de pastoreo, lo que desembocó en una invasión por matorral. Por el contrario, en las zonas más productivas la presión aumentó, llevando a muchas tierras a la desforestación, la erosión y la reducción de la sostenibilidad de las explotaciones (Campos, 1993; Gaspar et al., 2009a, b).
De acuerdo con los argumentos anteriores, parece lógico pensar que lo idóneo es la ubicación de sistemas de producción animal extensivos en zonas difícilmente aprovechables mediante otros usos, a pesar de que la alimentación con forraje de mala calidad produce mayor cantidad de GEIs. En este contexto,  y ante la necesidad de aumentar la producción global de alimentos, de hacerlo de forma sostenible, y con la limitación en el uso del factor tierra para fines agrícolas, surgen los conceptos de intensificación sostenible y de intensificación ecológica.
 
Autor/es

21 de septiembre de 2017

REPAGRO en La Pampa. Carga On Line

La Dirección General de 
Estadística y Censos, 
del Ministerio de 
la Producción, informó 
que se está trabajando
en el programa de Carga on line de Repagro.
Esto es en beneficio de todos los productores; con la creación 
de un usuario y contraseña podrán acceder al programa para 
realizar la Declaración Jurada Anual Repagro 2017.
Hasta la puesta en marcha de Repagro On Line sigue vigente 
Repagro 2016.


19 de septiembre de 2017

Las ventajas que ofrece el Sorgo y que lo hacen más rentable en rotación.


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Introducción

Dadas las características naturales del Sorgo Granífero, potenciadas luego por el trabajo del mejoramiento humano, su cultivo y participación en el sistema de producción agrícola y pecuaria es necesaria. El factor indispensable, determinante para que el productor lo adopte en rotación con los demás cultivos, en Argentina, es la existencia de un mercado, tanto de uso de sus granos en su propiedad como de venta de los mismos, que sea rentable.       Hoy día contamos, en la industria semillera, con toda la variedad posible de híbridos de Sorgo con la calidad requerida para satisfacer la alimentación del ganado vacuno, porcino, equino, caprino y aves. Asimismo, y con gran capacidad de rendimiento, contamos con los Sorgos Graníferos que han permitido, a la industria molinera argentina, producir harina con la cual se elaboran productos alimenticios panificables, galletitas, pastas y otros que participan ya en el mercado local e internacional de alimentos para todos los humanos, incluyendo a quienes no toleran las gliadinas del Trigo y tampoco las proteínas de la Avena, Cebada y Centeno, como es el caso de quienes tienen la condición celíaca. Como novedoso uso, se ha incorporado a la harina de Sorgo, en la industria cárnica, como aglutinante en la elaboración de embutidos (salchichas, mortadela, otros) reemplazando a la de Trigo de convencional uso. El SENASA habilita este uso inscribiendo a la harina de Sorgo como “Aditivo”. También puede ser utilizada, la harina, con éxito, como espesante en la elaboración de productos lácteos, salsas y otros posibilitando también que los mismos sean consumidos por los celíacos al igual que toda la población.                                   Además de participar en la industria y fabricación de adhesivos y en la producción de combustibles sólidos, con los granos de Sorgo se produce, en Argentina, desde hace años, alcohol para consumo humano que participa en la elaboración de licores y otros. Y en lo relacionado a la producción de Bioetanol, con los granos de Sorgo sin taninos condensados, Uruguay es el ejemplo actual de producción eficiente en América del Sur. Como subproducto de la producción de Bioetanol, en Uruguay, se obtienen los Granos Destilados Secos con Solubles que son comercializados para su uso en la alimentación animal. Asimismo, el excedente de granos de Sorgo sin taninos, que no es utilizado en la producción, es derivado a la exportación a los países asiáticos. Deseamos que el ejemplo del Uruguay cunda en Argentina y que los granos del Sorgo puedan ser materia prima de la elaboración de Bioetanol tal como lo son hoy día los del Maíz y en las mismas fábricas de producción. Y asimismo deseamos que se ponga en marcha la exportación de granos de Sorgo a los países asiáticos y principalmente a China.                                                          Es necesario, en consecuencia, para poder verificar la rentabilidad del cultivo del Sorgo, además de las actuales opciones y futuras del mercado, el saber que su aporte al sistema suelo, con incidencia positiva en el total resultado del sistema sustentable de producción, debe ser sumado a los resultados económicos de cada campaña. Bien demostrado está que el incorporar el cultivo del Sorgo en rotación con el de la Soja sinergiza el rendimiento de ambos en niveles económicos más que significativos. Sin duda, el Sorgo, es la mejor gramínea para rotar con la Soja.
La base del mejoramiento de los rendimientos debido a la rotación de cultivos es compleja y no del todo comprendida, trabajos como los de la Universidad de Nebraska  de Kaye, Mason, Jackson y Galusha, comprobaron que la fijación biológica de nitrógeno (N) contribuyó en 35 a 41% en el incremento de los rendimientos obtenidos con el sorgo en rotación con la soja. Asimismo, si en la rotación, con esta oleaginosa, se aplican enmiendas se incrementan la concentración de nitrógeno (N) y la dureza de los granos, estando ambas características asociadas al rendimiento del sorgo, y a los contenidos de nitrógeno (NO3-N) y agua del suelo.
Actualmente, enfrentamos a nivel Nacional, a consecuencia fundamentalmente de la falta de la variación de uso de herbicidas con diferentes tipo de acción y a la reiteración de algunos en particular como el glifosato, malezas que son resistentes a la acción de éste, tal como sucede con la Rama Negra (Conyza bonariensis) y con el Yuyo Colorado (Amaranthus quitensis y también Amaranthus palmeri)  e incluso con el agravante que en el caso del Yuyo Colorado ya se han encontrado individuos tolerantes a los herbicidas inhibidores de la ASL. Dado que para cultivar el Sorgo utilizamos de base al herbicida “atrazina” (como preemergente lo aplicamos antes de sembrar, e incorporado por la lluvia apenas tenemos piso realizamos la siembra con las mejores condiciones de humedad) ésta es la herramienta adecuada para controlar la emergencia de la Rama Negra que se da durante la siembra de primera de septiembre/octubre y que de igual manera controlará la emergencia del Yuyo Colorado. También podemos utilizar, como herbicida preemergente, de la misma manera que lo hacemos con la atrazina, al “metolacloro” que nos ayudará al control de gramíneas como Chloris spp. que también están presentando tolerancia al glifosato. Para poder utilizar el metolacloro en Sorgo, debemos, antes de sembrar, tratar la semilla con un “protector” para que este herbicida no lo dañe. Es una actividad que se suma a la labor de siembra, pero sabemos que las empresas químicas están trabajando para liberar, en el futuro cercano, el metolacloro con un protector incorporado a su formulación de manera que esa actividad previa del tratado de la semilla ya no sea necesaria.
El trabajo realizado por los Técnicos de la EEA Obispo Colombres, publicado en el 2012 en el Simposio de AIANBA 2012, con diferentes herbicidas preemergentes en Sorgo, confirman lo antes dicho, que venimos sosteniendo durante las últimas décadas, en relación a la eficacia del uso de la Atrazina y el Metolacloro, en el cultivo del Sorgo, aplicados en las dosis y momentos correctos recomendados por sus creadores. Las conclusiones del mencionado trabajo muestran lo siguiente:
Tabla: Efectos herbicida y fitotoxicidad de los productos registrados y de uso común en Sorgo en la República Argentina 



Efecto herbicida %
Fitotoxicidad %
Altura mts

Herbicidas
Dosisl ha-1
15 DDA
35 DDA
50 DDA
100DDA
100 DDA
100 DDA
1
Atrazina
3
70
50
50
50
0
2,15
2
Atrazina
6
85
70
60
58
0
2,2
3
s-metolaclor
0,6
70
50
40
20
70
1
4
s-metolaclor
1,2
90
70
50
20
90
0,8
5
s-metolaclor + antidoto
1,2
85
65
60
60
0
2,25
  • La mayor dosis de Atrazina (6 litrosha-1) no mostró ningún síntoma de Fitotoxicidad y el control aumento casi un 10% con respecto a la dosis más baja.
  • El S-metolaclor debe ser aplicado junto al antídoto para un control eficiente de malezas.
Se verifica que las dosis de Atrazina utilizadas no mostraron fitotoxicidad y que el Efecto Herbicida disminuyó a partir de los 30  Días Después de la Aplicación. Asimismo el Efecto Herbicida del Metolacloro disminuyó a partir de los 30 DDA.
En consecuencia, vemos que el correcto manejo del cultivo en época de siembra y utilización de los herbicidas disponibles, en dosis y forma de aplicación, permite que el Sorgo crezca limpio sin competencia de malezas  hasta que luego de los treinta días de emergido pueda cubrir los entresurcos no permitiendo así,  por el sombreado, la evolución de las especies no deseadas; este es otro beneficio que el Sorgo ofrece y que se debe tener en cuenta al momento de la planificación de la producción agropecuaria. Más aún, todos los Sorgos, en la rizosfera del suelo, liberan Sorgoleone (un compuesto fenólico p-benzoquinona con acción alelopática) continuamente a través de los pelos radicales, donde se acumula en concentraciones significativas alrededor de sus raíces. El Sorgoleone tiene una acción herbicida similar a los herbicidas, aplicados al suelo como preemergentes, tales como las trifluralinas. Esta última capacidad, la del control de la germinación de malezas por la acción del Sorgoleone, es apreciable sólo cuando el Sorgo participa, en Siembra Directa, en forma permanente en el sistema de rotación de cultivos. Una vez más, ésta última ventaja que el Sorgo ofrece al ser cultivado en rotación, nos obliga a buscar la rentabilidad del cultivo de manera que podamos asegurar su permanencia en el sistema de producción.
En relación a la capacidad de rendimiento de los híbridos de Sorgo Granífero actuales, sean sin taninos condensados Rojos y Blancos ó con taninos condensados Marrones, hay que reiterar que es alta y es producto del mejoramiento genético tradicional, cuya expresión depende del manejo y el ambiente en el cual se lo cultiva. La manera en que podemos comprobar que la expresión del rendimiento depende del manejo y el ambiente es cultivar un mismo híbrido, en un lote no uniforme en calidad, con el sistema de la Agricultura de Precisión. Tal fue la experiencia realizada por los Ings.Agrs. Castellarin, Cabellini, Gullino y Mateo en la localidad de Tortugas en el 2008/09 con el objetivo primero de comparar la respuesta económica, entre un manejo (densidad de siembra y fertilización) uniforme frente a un manejo variable  en  cultivo de  sorgo,  dentro de  un mismo  lote,  cuya principal fuente de variación era la concentración de sodio (Na+), basándose en la utilización de  herramientas  de  agricultura  de  precisión para luego  comparar  el  rendimiento  que produjeron los diferentes tipos de manejo de insumos (variables versus fijos) en el mismo cultivo. El rendimiento promedio logrado fue de 78 qq/ha con rendimientos máximos de 103 qq/ha y mínimos de 48 qq/ha.
Debemos remitirnos a los hechos, y los hechos confirman que si el Sorgo es manejado con la tecnología adecuada, en Siembra Directa, en su correcto lugar en la rotación, nos ofrece lo mejor en rendimiento para el mercado elegido, ayudando a mantener el suelo con vida y a liberarlo de las malezas más difundidas que hoy presentan tolerancia al glifosato y a herbicidas inhibidores de la ALS.

REFERENCIAS
  • Crop Rotation and Soil Amendment Alters Sorghum Grain Quality”
  • Crop Science, Vol. 47:722-729, March-April 2007
  • Nanga Mady Kaye, Stephen C. Mason, David S, Jackson and Tom D. Galusha
  • Evaluación de Herbicidas Preemergentes en el Cultivo de Sorgo Azucarado en la Provincia de Tucumán.UMAN González Llonch, C. F.; Fernández González, P. E.; Casen, S. D.; Sánchez Ducca, A.; Olea, I y Romero, E. ESTACION EXPERIMENTAL AGROINDUSTRIAL OBISPO COLOMBRES. Casilla Nº9 - (4101) Las Talitas-Tucumán (R. Argentina). E-mail: malezas@eeaoc.org.ar Publicado en el Simposio Nacional de Sorgo AIANBA 2012
  • Sorghum Allelopathy—From Ecosystem to Molecule
  • Leslie A. Weston & Ibrahim S. Alsaadawi & Scott R. Baerson
  • Received: 3 December 2012 / Revised: 18 January 2013 / Accepted: 21 January 2013 # Springer Science+Business Media New York 2013
  • Ensayo de Agricultura de Precisión en Suelos Halomórficos en la Localidad de Tortugas. 
  • Ings. Agrs. Federico Castellarin; Jesús Cabellini; Iván Gullino; Gonzalo Mateo.
  • Prosperar. Asesores de Empresas Agropecuarias
  • Publicado en el Cuadernillo de Sorgo de Agromercado en Septiembre de 2009         FUENTE: ENGORMIX

9 de septiembre de 2017

Registro Fiscal de Tierras Rurales Explotadas

Con la resolución 4120-E, la AFIP extiende el plazo para inscribirse en el Registro Fiscal de Tierras Rurales Explotadas hasta el 1 de noviembre (títulos I, II, III y V de la resolución) y el 1 de diciembre de 2017 (título IV de la resolución). De acuerdo a la norma, los propietarios y usufructuarios de tierras rurales explotadas deberán declarar lo siguiente: :: Totalidad de los inmuebles afectados al cultivo de granos y semillas (cereales y oleaginosas) y legumbres secas (porotos, arvejas y lentejas) :: Inmuebles afectados a la subcontratación La resolución completa de la AFIP acá: http://bit.ly/2gK7d5I

1 de septiembre de 2017

Estado sanitario y detección de Ramularia collo-cygni en el cultivo de cebada de la provincia de Buenos Aires

Durante la última semana se han detectado varios casos de salpicado necrótico en cebada en el centro, sur y sudeste de la provincia de Buenos Aires.


El cultivo de cebada se encuentra atravesando los estadios de macollaje o inicios de encañazón en algunos casos en las siembras de junio. Las incesantes lluvias producidas con largos periodos de mojado de hoja en la región a lo largo del crecimiento vegetativo han generado un ambiente altamente predisponente para el desarrollo de hongos patógenos causante de manchas foliares en el cultivo. Tal es el caso de la alta incidencia (+%30) en dos o tres macollos (Z23) de mancha en red (Drechslera teres) y escaldadura (Rhynchosporium secalis) que han obligado a algunos productores y/o asesores a la aplicación de fungicidas. La primera enfermedad observada con mayor prevalencia.
Actualmente también se comienza a observar las primeras manchas provocadas por Bipolaris sorokiniana (enfermedad: mancha borrosa).
Una enfermedad que preocupa mucho al productor y asesores es el salpicado necrótico de la cebada, en los estadios actuales es muy difícil detectar la presencia del patógeno y su desarrollo en el campo. Por esto es que hemos recibido en el laboratorio varias muestras de cebada de diferentes zonas para ser evaluadas para determinar la presencia del hongo R. collo cygni.
Se han detectado casos positivos en Balcarce, Tandil y Necochea hasta el momento. De persistir las condiciones de alta humedad y lluvias se debe estar alerta por la aparición de esta enfermedad. Dado que no hay variedades resistentes la recomendación basada en los estudios realizados por el grupo para el control de esta enfermedad enfatiza la aplicación alrededor del estadio de hoja bandera de productos fungicidas que incluyan carboxamidas (isopyrazam, fluxapyroxad, bixafen, entre otros) en su formulación. Se recomienda sumar a la anterior familia de fungicidas otras familias como triazoles y triazolintionas que aportan al control de este patógeno y a evitar posibles pérdidas de sensibilidad a los fungicidas aumentando el número de modos de acción (ej: epoxiconazol, prothioconazol, entre otros).
Para más información...:
Lic. Cs. Biol. Ignacio Erreguerena – erreguerena.ignacio@inta.gob.ar
Teléfono: 02266 43 9100 Int. 510
INTA - Área de Investigación en Producción Vegetal