Autor: Ing. Rodolfo Gonsolin, Dpto. Técnico Grupo CONECAR
La recomposición del precio de la hacienda y principalmente el sostenido precio de la invernada de razas carniceras, provocó una mejora de los precios en la categoría macho holando haciendo rentable nuevamente su producción en los últimos años. Recordemos que en el 2008 se llegó a matar los terneros machos holando al nacer por no ser rentable su cría-recría y terminación.
Actualmente con un correcto programa de alimentación desde su nacimiento hasta faena, es posible obtener excelentes resultados productivos y económicos.
Además resulta muy interesante para el Productor Tambero tener una fuente extra de ingresos utilizando la misma mano de obra que atiende las terneras y vaquillonas de reposición.
Debido a que en los tambos el principal objetivo está en producir leche y en la reposición de vaquillonas, se busca establecer programas de alimentación para los machos holando que sean sencillos y prácticos y que no insuman mucho tiempo, pero que a la vez sean eficientes.
Podemos dividir la producción de carne de machos holando en 3 etapas principales, la crianza artificial que transcurre desde el nacimiento hasta los 60 días de vida ó 70-75kg, una segunda etapa de recría hasta los 180-200kg y una tercera de terminación hasta faena con 330-350kg de peso vivo.
Etapa de Crianza Artificial:
Sistema de Desleche anticipado 21-30 días: en este sistema se corta el suministro de leche a los 21-30 días de guachera y los alimentos a utilizar son Preiniciador e Iniciador Ternero Conecar (alimentos balanceados completos) y leche ó Sustituto lácteo Conecar.
Sistema de Desleche normal 50-60 días: en este sistema se corta el suministro de leche a los 50-60 días de guachera y los alimentos a utilizar son Iniciador Ternero Conecar (alimento balanceado completo) y leche ó Sustituto lácteo Conecar.
En esta etapa podemos hablar de una eficiencia de conversión de 2 kg. de materia seca consumida por kg. de aumento de peso ganado. Es la etapa más eficiente.
En la subetapa 2 es factible elaborar dietas con silaje de maíz por tener los animales un mayor desarrollo ruminal y además incorporar otros cereales previo procesamiento según corresponda. Las raciones maíz-concentrado se pueden suministrar por separado del rollo o silaje (casos de autoconsumo) o totalmente mezcladas (TMR) utilizando el mixer.
La eficiencia de conversión en condiciones de campo que podemos esperar es de aproximadamente 3 kg. de materia seca consumida por kg. aumento de peso.
Etapa de Terminación a corral: si bien las dietas utilizadas hasta iniciar la terminación contienen bastante grano, se recomienda una etapa de Adaptación disminuyendo paulatinamente el % de fibra de la ración durante las primeras dos semanas hasta alcanzar el porcentaje final de grano deseado.
Algunas de las opciones de mezclas de ingredientes a utilizar se detallan en la siguiente tabla:
Según la disponibilidad de alimentos, infraestructura, escala y sistema de producción adoptado, es factible adoptar una u otra dieta. Lo importante es elaborar una dieta que cumpla con los requerimientos nutricionales, que sea de mínimo costo por kg de materia seca y que la podamos elaborar en forma práctica en el campo minimizando los errores.
La eficiencia de conversión para el engorde en condiciones de campo es de aproximadamente 4.5-5 kg. materia seca consumida por kg. aumento de peso ganado.La eficiencia global considerando todas las etapas está en 4 kgMS /kg ganado.
Es para destacar que la calidad de los alimentos suministrados define la eficiencia lograda, se debe desestimar utilizar en cualquiera de las etapas: rollos o silajes y granos en mal estado de conservación.
El costo actual por kg ganado considerando todas las etapas está entre 5 y 6 $/kg. con una producción neta de carne por animal de 320-330kg de carne.
La alta eficiencia productiva que se alcance se basa principalmente por el bajo costo de mantenimiento debido al tamaño corporal y la edad de los animales.
Hasta aquí se intentó dar una idea de la oportunidad de producir carne con los machos holando.
Autor/es
Rodolfo Gonsolin
Santa Fe, Argentina
ING. AGRONOMO |
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