17 de febrero de 2011

CRIA BOVINA INTENSIVA II

CRÍA BOVINA INTENSIVA  


Martín Correa Luna*. 2004. Agromercado, Cuadernillo Ganadero, Bs.As., 24(84):39-42. 
*EEA INTA Venado Tuerto. 
www.produccion-animal.com.ar
El CBI es un sistema de producción agropecuario mixto implementado en campos de buena aptitud agrícola, basado en una agricultura intensificada de altos rindes asociada a una ganadería de cría bovina intensificada en todo su manejo (salud animal, nutrición, genética, etc.). La alimentación es básicamente pastoril, sobre pasturas consociadas base alfalfa de alta producción. El manejo del pastoreo (asignación forrajera y descansos de la pastura) pasa a ser de fundamental importancia, asegurando así el forraje necesario para mantener muchas cabezas por hectárea (5 vacas/ha) durante la vida útil de la pastura. Esta alta carga se mantiene durante la lactancia y el servicio (primavera-verano), y, durante el período de vaca seca (otoño-invierno) la vaca pastorea los rastrojos. 


Para lograr soportar las altas cargas  de estos sistemas, las pasturas deben  ser implantadas en suelos fértiles posibilitando así una elevada productividad forrajera. Si se consideran las dos actividades (agrícola y ganadera), ambas se ven más beneficiadas con alfalfas consociadas con gramíneas templadas, debido a que por un lado 
proporcionan un forraje nutricionalmente equilibrado en  su composición química para las vacas, con menores riesgos de empaste; y por otro, disminuyen los riesgos de baja producción forrajera, por ciclos de excesiva humedad o sequía. Además, en la rotación del campo este ciclo pastoril aporta materia orgánica y fertilidad química al suelo para el siguiente período agrícola.
 La gran complementación lograda con la actividad ganadera en este sistema es que durante el momento de menores requerimientos nutritivos de las vacas (vaca seca), están disponibles los rastrojos o residuos de cosecha que junto a la vegetación "espontánea" que crece en ese período frío, constituyen un excelente recurso nutritivo para esta categoría.  
El sistema CBI propone de esta manera la alternativa de realizar cría bovina en excelentes suelos agrícolas de la zona núcleo maicera-sojera. Del mismo modo que la aplicación de nuevas tecnologías permiten maximizar la producción de cultivos de cosecha, esta propuesta técnica  tiene como objetivo permitir expresar el potencial 
productivo de rodeos de cría en campos agrícolas,  buscando la mejor complementación entre las actividades agrícola y ganadera.
A diferencia de los planteos clásicos de cría, se disponen los mejores ambientes productivos para la vaca, maximizando así la carga animal y la producción de terneros por hectárea a bajo costo, lográndose así una mayor producción mixta sustentable económicamente y sostenible en el tiempo.  
Los campos tradicionalmente llamados ganaderos (cañadas, bajos o con alguna limitante a la producción de granos) posiblemente deberán continuar con ganadería de cría, al ser la alternativa de producción más viable para esas circunstancias productivas. No obstante, en los campos de mayor aptitud agrícola, dentro de la rotación de los cultivos -en agricultura continua- se replantean actualmente los beneficios de incluir ciclos de pasturas, no solo 
para mejorar las condiciones del suelo sino también para ejercer un mejor control sobre las plagas, válido esto tanto para planteos de agricultura convencional como para planteos de labranza cero o manejos más conservacionistas. 
La propuesta técnica a nivel de sistema consiste en la intensificación del manejo de rodeos de cría, entre otros aspectos a través del mejor uso de pasturas perennes de  alta producción (aún sin disponer de campos bajos o cañadas). Como se considera al sistema en su conjunto, el ciclo ganadero (con las deyecciones de los animales y 
las raíces de las leguminosas forrajeras) incrementa en el suelo la materia orgánica nitrogenada, el fósforo y otros nutrientes esenciales para los cultivos agrícolas posteriores al ciclo pastoril. A su vez, los residuos de cosecha o rastrojos contienen hidratos de carbono no nitrogenados que al ser pastoreados por las vacas se transforman en 
materia orgánica nitrogenada (bosta y orina) recuperando así la fertilidad consumida por los procesos agrícolas, al mismo tiempo que producen carne. Además se destaca como otra ventaja importante que durante el período de rastrojos no sería necesario el uso de herbicidas para el control de malezas invernales o el "barbecho químico", manteniendo la vida microbiológica del suelo. De esta manera, con vacas de cría es posible obtener muy buenos 
resultados productivos y económicos dentro de los mejores campos de la pampa húmeda. 
El planteo básico (ver cuadro Nº 1) propone que durante el período de lactancia y servicio, cuando las vacas tienen los mayores requerimientos nutritivos, dispongan de pasturas perennes de elevada productividad (15 a 20 t/ha/año de materia seca) y óptima calidad nutritiva, cubriéndose dichas necesidades aún con una carga animal de 5 vacas/ha. Posteriormente, al finalizar la lactancia, durante el período de vaca seca cuando bajan en forma importante las necesidades nutricionales, los vientres pastorean los rastrojos de maíz y soja, momento en el que es posible descansar más las pasturas ya que no producen lo suficiente para cubrir los aún menores requerimientos nutricionales de las vacas secas. 

Para lograr un óptimo manejo de rodeos de cría con alta cargas por hectárea es fundamental un adecuado manejo del pastoreo, asegurando así el forraje adecuado para vacas en plena lactancia con la necesidad de energía adicional para reiniciar su actividad reproductiva durante el servicio. Por ello es necesario respetar el tiempo de descanso que requiere la pastura para su recuperación entre pastoreos, y para poder lograrlo es de suma importancia el conocimiento y la aplicación práctica del buen uso y manejo de alambres o hilos electrificados. El correcto uso de esta tecnología permite realizar un pastoreo rotativo racional mediante el cual es posible calcular la asignación de forraje necesario y el descanso de la pastura, al poder modificar el tamaño de las parcelas según 
la oferta forrajera para cada momento y situación de la pastura durante el año y del ciclo productivo de la pastura y de la vaca. 
Para tener éxito en sus resultados, este sistema de producción agrícola -ganadero debe producir más, y como ocurre en otras actividades es preciso innovar, bajar costos y hacer un mejor uso de los recursos disponibles, fundamentalmente mediante un mejor manejo de tecnología de procesos. En definitiva, tratar de mantener y si es posible mejorar la rentabilidad del sistema en el tiempo. 


¿ES POSIBLE APLICAR LA TECNOLOGÍA CBI EN LA REALIDAD ARGENTINA ACTUAL?
Desde el INTA Venado Tuerto se trabaja con el Grupo CBI, que es un grupo de 16 productores que aplican la tecnología CBI desde hace varios años. Con estas empresas mantienen reuniones periódicas de actualización con profesionales referentes de distintas áreas técnicas; en forma conjunta se desarrollan nuevas alternativas 
tecnológicas, se realizan seguimientos de algunos indicadores del ciclo productivo, y se logran mantener profundas discusiones sobre la forma de incrementar y mejorar la eficiencia de la producción del sistema. 

Para analizar como funcionan estas empresas con una cada vez más agresiva agriculturización no solo en el ámbito regional sino nacional, debe mencionarse que todos estos productores tienen muy claro el concepto de que el planteo productivo (agrícola-ganadero) que realizan en primer lugar debe asegurarles una rentabilidad adecuada al elevado valor de estas tierras, (posiblemente de  los más altos). En segundo término consideran que es fundamental tratar de mantener la fertilidad del suelo. Así, en estos planteos donde la agricultura de altos rendimientos es muy extractiva de los nutrientes del suelo, aunque todos practican planteos conservacionistas con 
cero o mínima labranza, existe una gran coincidencia en que el ciclo agrícola debe incluir una rotación con pasturas base alfalfa para recuperar la fertilidad física y química. 
El resultado global que buscan estas empresas es aumentar los rindes agrícolas y ganaderos, pero siempre tratando de que estos sistemas de producción sean sustentables en el tiempo y que estos campos sigan siendo tan productivos para las futuras generaciones de productores como lo son en la actualidad. Para poder mantener esta rotación con ganadería es necesario que la producción ganadera obtenga un resultado económico comparable al agrícola, con lo cual es necesario intensificar todo el manejo de la cría sobre pasturas 
cultivadas de elevada productividad. Para ello estos productores han logrado un significativo aumento de la carga animal a niveles de cinco vacas por hectárea de pastura (y algunos más aún) durante primavera -verano, coincidiendo así los momentos de elevada producción forrajera con los mayores requerimientos nutricionales del ciclo productivo del rodeo de cría (lactancia y servicio).  
Durante el período de vaca seca, cuando los requerimientos nutritivos son menores, las vacas son destinadas al pastoreo de rastrojos de maíz y soja, como fuera  mencionado anteriormente. Los productores del Grupo CBI realizan este pastoreo de rastrojos generalmente durante no menos de seis meses/año, según los años, porque es un sistema dinámico que tiene fuerte dependencia con el factor climático. Cuando es muy húmedo, las pasturas continúan creciendo durante el otoño en forma importante, lo que hace necesario continuar el aprovechamiento del pasto, en estos casos puede verse disminuido el uso de rastrojos. Caso contrario sucede en años secos y fríos donde la pastura achica su ciclo productivo y es necesario aumentar el período de pastoreo de los rastrojos, como 
ocurrió durante el último ciclo.  
Siempre es conveniente asegurar alguna reserva de forraje conservado; lo más común es el uso de henos bajo la forma de rollos. Aunque en general su uso es muy  limitado en pasturas de alta producción, pueden ser utilizados cuando se producen temporales de lluvia durante muchos días, donde algunos productores deciden salir unos días de los rastrojos o pasturas, racionando los rodeos con rollos sobre potreros duros o en las calles.  
También se utilizan como suplementos ocasionales restos o residuos de plantas de silos (maicillo, sojilla, etc.) que constituyen excelentes recursos que también pueden ser aprovechados por las vacas.  
El pastoreo de los rastrojos en la tecnología CBI tiene un fundamento distinto al que se mantenía en las décadas anteriores, donde su uso era casi exclusivo al rastrojo de maíz y era dirigido fundamentalmente al consumo de las espigas de maíz que quedaban en el suelo luego de la cosecha y la recomendación era que cuando 
las vacas dejaran de "bostear" grano debían ser retiradas  del rastrojo. Hoy, el concepto también se dirige al pastoreo de los residuos de cosecha de maíz y de soja pero cobra mayor importancia el pastoreo de especies vegetales naturales que crecen en forma espontánea durante el ciclo frío, como el capiquí, Boulessia, Lamnium, ortiga y otras. Los productores manifiestan que es importante la selección de los herbicidas a utilizar en los 
cultivos agrícolas, teniendo en cuenta que su acción  herbicida no sea muy prolongada en el tiempo porque afectaría la producción de los mencionados recursos  naturales forrajeros de invierno, utilizando entonces herbicidas de corta acción.  
El concepto de cobertura del suelo también se ha modificado, porque si bien debe estar cubierto o protegido de agentes de erosión (lluvia, viento, etc.) el concepto actual es que dicha cobertura debe estar dada por material vegetal vivo, o sea que la existencia  de vegetación viva durante el período  de rastrojos con recursos forrajeros naturales de invierno determinará la mejor protección del suelo y aportará materia orgánica con las raíces, aumentando así la captación del agua de lluvia ocurrida  en el suelo si se compara con una cobertura vegetal muerta. Por lo tanto, los productores CBI manejan los rodeos tratando de expandir en todos los lotes de rastrojos las semillas de capiqui y otras, con el bosteo de los animales, En general, un buen uso de estos recursos es posible 
con una carga animal de una vaca por hectárea de rastrojo, pudiendo ser mayor según el año. 
El valor nutritivo de rastrojos de maíz y de soja en general es poco conocido o  falta información sobre la composición de los nutrientes que contienen, además no es lo mismo cuando se trata de rastrojos verdes (con vegetación natural o siembras de especies invernales) o  de rastrojos con todo el material seco o muerto en superficie. Más desconocido es aún lo que la vaca selecciona en ambas situaciones. Para poder conocer mejor estas dietas se están planificando trabajos de evaluación a través del estudio de las deyecciones (bosta) de los 
animales (método NIRS-NUTBAL) para obtener información sobre lo seleccionado por los animales y del valor alimenticio o composición química del mismo. 
La discusión actual con los productores CBI es que la condición corporal de las vacas siempre es excelente; en la escala de condición corporal (CC) de 1 a 5, las vacas prácticamente nunca están por debajo de 3,5. El mínimo estado requerido para que inicien su ciclo reproductivo es CC = 2,5
De esta manera, la condición corporal que presentan estos rodeos está normalmente por encima de lo requerido, entonces la carga de 5 vacas/ha podría ser 
considerada baja para la oferta de nutrientes que ofrece el sistema, con lo que podría ser incrementada aún más la elevada carga fundamentada y así también la producción de carne por hectárea. Todo esto sin considerar todavía otras tecnologías como el destete precoz, mejoramiento  genético de rodeos por inseminación artificial a tiempo fijo, nuevas estrategias de suplementación a campo, nutrición balanceada del suelo, etcétera. Por esto se considera 
que aún se está lejos el techo o el potencial productivo de la tecnología CBI. 
La nutrición balanceada del suelo está dirigida al manejo racional de los nutrientes para tratar de aumentar las producciones de forrajeras y de cultivos agrícolas de cosecha. Por ello se le da especial atención a los resultados del análisis completo de cada suelo (totalidad de elementos esenciales), y al adecuado balance entre los cationes del mismo. Este balance determina el equilibrio necesario de los elementos que el suelo requiere para la formación 
de estructura granular, que permite el almacenamiento de aire (O2) y agua indispensables para los cultivos y la vida microbiológica, especialmente para los períodos de stress hídrico. Este tratamiento es el soporte de nutrición al cual deben adicionarse aquellos elementos esenciales  para generar un balance nutricional del cultivo. La consecuencia es la producción de kilos de materia seca adicionales que se incorporan al ciclo de la materia orgánica. Este proceso permite transformar estructuras compactadas tanto laminares como amorfas en estructuras granulares, pudiendo las raíces de las forrajeras y de los cultivos agrícolas explorar los distintos perfiles del suelo sin limitantes físicas. 
El aumento de la producción forrajera  - y con ella la producción de carne  - son objetivos constantes, por lo tanto, se realizan experimentos en campos CBI donde se evalúan las más promisorias asociaciones de especies y nuevas variedades de forrajeras. Pero otra cosa es lograr el mejor aprovechamiento del forraje disponible, por lo tanto también se discuten los métodos de pastoreo más intensificados para lograr con las vacas la mayor eficacia en la cosecha del pasto, transformándolo en más carne. 
Otro tema de importancia en CBI es la salud del rodeo, en general se acepta que si la condición corporal es habitualmente muy buena, se puede aceptar que no debería haber problemas mayores. La intensificación del manejo posibilita una mejor observación permanente de los rodeos, hecho que permite actuar rápidamente ante eventuales situaciones. Pero las muy elevadas cargas instantáneas también pueden potenciar la rápida difusión de 
enfermedades, por mayor contacto entre animales. Algunos productores del Grupo CBI tienen severos problemas de diarreas neonatales en terneros. En relación con esto se están planificando investigaciones en vacas y en terneros para tratar de explicar mejor las causas y sus posibles soluciones. 
La aplicación de la tecnología CBI debe ser considerada conceptualmente en el ámbito del sistema de producción, por lo tanto, la cría forma parte de un sistema mixto en el cual las actividades se complementan beneficiándose en forma mutua, dando como resultado final un mejor resultado físico y económico que si se realizaran en forma aislada. 
Un aspecto central es que fuera de los parámetros productivos y económicos aporta elementos de sustentabilidad a la empresa, dirigidos a conservar más adecuadamente el recurso suelo que es el que en definitiva soporta estas altas producciones, además de proteger mejor al medio ambiente con producciones más naturales.

16 de febrero de 2011

Recuperación de Suelos Arenosos Erosionados I

Los suelos arenosos tienen una tremenda nobleza a la hora de mineralizar nutrientes, absorver rápidamente lluvias intensas de corta duración, pueden convivir sobre ellos Ganadería y Agricultura en Siembra Directa sin problemas de compactación, poseen  adecuados valores de Fósforo, los cultivos de raíces pivotantes tienen posibilidades de exploración infinitas... pero su talón de Aquiles es la Susceptibilidad a Erosión.
En tiempos pasados, cuando en esta zona las herramientas principales eran el rastrón, el arado de discos, la rastra de discos, el arado de rejas... el hombre de campo tenía una premisa fundamental: "NO TRABAJAR SUELOS SECOS". Pacientemente esperaba una lluvia y salía a cultivar con su pequeño tractor... y a veces si el lote era grande y la tierra se secaba demasiado, paraba hasta la próxima lluvia.
Pero en estos tiempos en que todo debe hacerse ya, los productores han olvidado cómo trabajaban sus padres y abuelos. (y a veces hasta lo desdeñan).
Tal es el caso de este campo cercano al pueblo de Rolón, que en sólo dos labores hechas a destiempo (rastras de discos) y con la ayuda de la lluvia posterior y los vientos, comenzó a "volar" transformándose en un pequeño desierto.
Afortunadamente, el Cardo Ruso (Salsola kali) fué ganando espacios y hoy, el potrero se encuentra bastante "quieto". Fuí llamado por el propietario para remedar este problema y pasaré a contarles qué y cómo haremos con este lote.

a) en principio no se hará nada hasta que no llegue el Otoño, época de bajas intensidades de viento en La Pampa.                        b) lo segundo será utilizar la cobertura del cardo ruso, ya seco, triturando y distribuyéndola con un Rolo Triturador de Rastrojos.
c) se sembrará un Centeno, por su rusticidad, buen sistema radicular y rápido crecimiento.
d) se evaluará la posibilidad de fertilizarlo con Nitrógeno. (según contenido de nitratos).
e) a fines de macollaje se realizará un Barbecho Químico para dejar dicho Centeno como cobertura.
f) a fines de Octubre se sembrará sobre este barbecho un Sorgo Granífero, por considerarlo un cultivo de gran aporte de Materia Orgánica, con un sistema de raíces de importante desarrollo.
g) trataremos de evitar en lo posible, tratamientos de malezas hasta sembrado el sorgo.
h) se tomará un análisis de suelos inicial para comparar y chequear dentro de unos años. 


(las fotografías son originales, tomadas en el lote en Enero de 2011)
Iré poniendo fotos y comentarios a medida que vayan ocurriendo las cosas.            

Dicen que a la naturaleza le cuesta unos 80 años recuperar lo que un hombre puede  "decidir" en unos minutos...

Los saludo con afecto.
Ing. Agr. Sergio La Corte

Alertas para Maíz y Soja!!!


ROJO !
Por ISOCA DE LA ESPIGA en MAÍZ,
Y CASI ANARANJADO... POR MEDIDORA EN SOJA
Isoca Medidora  R. nu

Que se viene... se viene !!
No se apresure...  ni se descuide....
Tome la decisión más adecuada, en función de Umbrales de acción,
pero siempre teniendo presente el análisis global agronómico sobre lote 
lo cual permitirá ajustar y definir situaciones que son particulares de cada lote
Recuerde que, para el correcto manejo de plagas es tan prioritaria la eficiencia
como la protección del ambiente y en especial de los enemigos naturales

Un acertijo para usted, Amigo productor:
De la imagen, cuáles son las "herramientas" indispensables
para enfrentar a una plaga?

Respuesta: la encontrará más adelante...

Isoca de la espiga  H. zea
        Los maíces de segunda que estén llegando al estado reproductivo se verán afectados por la isoca de la espiga. Altas poblaciones de adultos de esta especie presentes en estos momentos en gran parte de la región pampeana, afectarán seguramente a todo maíz iniciando su estado reproductivo, tanto convencionales como maíces Bt o MG. Los daños tendrán altísimo impacto en maíces pisingallo y maíz dulce.
        La gravedad de la situación admite la necesidad de monitorear la presencia de huevos de H. zea (individuales, globosos y con estrías longitudinales de polo a polo si se observaran mediante lupa), monitoreo que se recomienda realizar incluso antes que aparezcan los estigmas verdes, dirigiendo la observación, en estos casos, sobre las espigas aún en formación. 
        Si se observan adultos en el lote de maíz en forma temprana, es decir al comenzar la aparición de la panoja (flor masculina), será conveniente la aplicación de un piretroide a fin de matar los adultos de H. zea presentes en el lote. Para ello, no se debe soslayar que por tratarse de adultos de lepidópteros noctuidos, éstos se encuentran de día muy escondidos y protegidos dentro de la planta de maíz (no expuestos al insecticida), y por lo tanto la aplicación debiera realizarse alrededor de las 20:30 hs a fin de alcanzar alta eficiencia de control por contactar a los adultos expuestos o en vuelo.
        En el caso de presencia de huevos sobre estigmas verdes, se podrá realizar el control preferentemente con una mezcla de un insecticida IGR con un carbámico, o con un fosforado, o una diamida antranílica, etc.
        Tanto para la frecuencia del monitoreo de huevos de H. zea, como para los tratamientos químicos de los maíces que tengan presencia de huevos de esta plaga, será de fundamental importancia que se tenga en cuenta la bioecología de la misma, específicamente en lo que respecta a su muy corto período de huevos (alrededor de tres días, según temperaturas reinantes). Lo mencionado, sumado a que las larvas eclosionadas alcanzarán la punta de la espiga, normalmente, en la misma noche de su nacimiento, implica que las pequeñas larvitas que llegaron a protegerse en el extremo de la misma quedarán fuera del alcance del insecticida que se aplique con posterioridad.
        En consecuencia, para el logro de eficiencia de control sobre esta plaga, necesariamente debe existir muy alta cantidad de microgotas de insecticida "en su camino" hacia la punta de la espiga, de lo contrario los tratamientos de control serán muy deficientes cualquiera sea el producto y las dosis usadas. En otras palabras, la calidad de aplicación (nº de impactos/cm2 a nivel de espiga y manojo de estigmas) que se necesita para el control de esta plaga es bastante mayor aún a la alta calidad demandada para el control de problemáticas sanitarias como, por ej., enfermedades de fin de ciclo y Diatraea.
        Debido a la naturaleza cerosa de los estigmas resulta imprescindible agregar un buen tensioactivo al caldo de aplicación, a la dosis máxima del rango de dosis recomendadas. Será necesario seguir observando la presencia de posibles nuevas posturas de huevos a los tres días de la aplicación anterior, ya que por las altas poblaciones de esta plaga cuyos picos coinciden con la floración de maíces tardíos o de segunda, como ahora,  seguramente se necesitará una nueva aplicación (generalmente alrededor de un par de aplicaciones sobre posturas de huevos)



Rta del acertijo:

Lástima... ¡¡¡SE EQUIVOCÓ!!!
 LAS HERRAMIENTAS MÁS INDISPENSABLES...
SON LOS OJOS!! ...para el Monitoreo
Y EL CONOCIMIENTO!! ...para correctas Decisiones
(ambos... en "la cabeza" del plaguero)
Patrón de Defoliación en Soja



Ing. Agr. Nicolás Iannone
Grupo del Sistema de Alerta
Servicio  Técnico - INTA  Pergamino

11 de febrero de 2011

Soja. Manejo de Rama Negra (Coniza bonariensis)

Manejo de rama negra en lotes destinados al cultivo de soja

Ing. Agr. Jorgelina C. Montoya
EEA Anguil, INTA.

Rama negra (Conyza bonariensis) es una especie cosmopolita presente en gran parte del área agrícola del país y del mundo. Con el advenimiento de la siembra directa y con ella el uso masivo de glifosato esta maleza comienza a presentar cada vez más problemas para su manejo. Las especies de dispersión anemófila se han visto favorecidas con la ausencia de la labranza del suelo. Sumado ello, esta especie presenta elevada tolerancia a glifosato y es una de las especies más propensas a generar resistencia a este herbicida y también a otros grupos de herbicidas. En la Tabla 1 se detalla esta información.  

Tabla 1. Resistencia de Conyza bonariensis a diferentes grupo de herbicidas denunciadas en diferentes países y años (WeedScience.org).
Sitio de acción
Familia Química
Ingrediente activo
País y Año
Inhibición de la acetolactato sentesasa (ALS)
Sulfonilurea
chlorimuron-ethyl
chlorsulfuron
foramsulfuron
halosulfuron-methyl
iodosulfuron
metsulfuron-methyl
nicosulfuron
primisulfuron-methyl
prosulfuron
triasulfuron
Israel, 1993.
Imidazolinona
imazapic
imazamox
imazapyr
imazaquin
imazethapyr
Triazolopyrimidina
cloransulam-methyl
diclosulam
flumetsulam
Inhibición de EPSP sintetasa
Glicina
glifosato
sulfosato
Australia, 2010
Brasil, 2005
Colombia, 2006
Israel, 2005
Sudáfrica, 2003
España, 1987
        USA, 2007
Inhibición de la fotosíntesis en el fotosistema II
Triazina
atrazine
prometryne
Israel, 1993
España, 1987
Fotosistema-I-intercepción de electrones
Bipiridilo
diquat
paraquat
Egipto, 1989
Japón, 1989
Sudáfrica, 2003

La rama negra es de ciclo anual, con emergencia otoñal hasta primaveral, vegetación invierno-primaveral y floración primaveral hasta otoñal. El amplio período en el cual encuentra condiciones propicias para crecer y desarrollarse es un factor que dificulta su manejo. En las estaciones del año podemos encontrar individuos en distintos estados fenológicos los cuales poseen diferentes sensibilidad a los herbicidas utilizados.

Los estados juveniles (roseta basal o menor a 15 cm de altura) son más sensibles a los herbicidas y al glifosato, en particular, que los estados más avanzados.

Para un manejo adecuado de esta maleza debemos reconocer prematuramente su presencia en el lote y planificar su estrategia de manejo. Tal como hemos mencionado, puede comenzar a emerger en otoño y finalizar en primavera. Además, se pueden encontrar restos de plantas de la temporada anterior lo cual evidencia su futura presencia.

Se recomienda el control de la maleza previo a la siembra del cultivo. Ya que la disponibilidad de productos eficaces es mayor en barbecho y pre-emergencia que en post-emergencia del cultivo. Además, la sensibilidad de la maleza es mayor en los estados fenológicos juveniles. Sumado al estado fenológico hay que considerar las condiciones climáticas reinantes durante el desarrollo de la maleza. Condiciones de sequía y/o temperaturas extremas (frío o calor) reducen la eficacia de los tratamientos ya que encuentran plantas estresadas. Bajo condiciones de sequía y altas temperaturas, y así mismo plantas adultas, tienden a engrosar sus cutículas cerosas de forma de evitar pérdidas de agua. Esta es la primera barrera que encuentran los herbicidas para la penetración en las hojas. Todo esto va en detrimento de la eficacia obtenida por los tratamientos químicos. En estos casos resulta muy interesante el uso de aceites ya que aumentan la penetración de los herbicidas a través de la cutícula de la hoja.

            Una vez identificada la maleza en el lote se pueden definir las siguientes estrategias de manejo:

Barbecho químico largo o temprano: aplicaciones con un bajo porcentaje de maleza nacida y en su mayoría en estado de plántula se sugiere el uso de Flumioxazín (Sumisoya 100 a 150 cm3/ha) o Flumetsulam (Preside 200 a 300 cm3/ha) ofrecen muy buen control residual y selectividad al cultivo de soja. Se adjuntan fotos para la identificación de la especie en estado de plántula y rosetas basales jóvenes.

Cuando la maleza se halla en estado de plántula los controles con glifosato pueden ser muy buenos sin embargo en la medida que se desarrolla la mezcla con 2,4- éster es una opción para aumenta su eficacia. El 2,4-éster, a diferencia del 2,4-sal amina, por su lipofilicidad es más afín con las ceras de las hojas y penetra con más facilidad. Es por ello, que el éster posee mejor control de malezas adultas y bajo condiciones extremas de frío o calor. Así mismo, por su baja solubilidad en agua reduce el riesgo de alcanzar el suelo en caso de precipitaciones. En caso de aplicaciones presiembra la restricción de siembra es menor para el éster (aprox. 7 días) que para la amina. Sin embargo, también es conocido su riesgo de volatilización no así la sal amina, con lo cual la elección de cada una de estas formulaciones deberá estar justificada según estación de año, condición climática, cultivos vecinos, etc.

Barbecho químico corto, presiembra, pre-emergencia: Los tratamientos mencionados anteriormente siguen siendo válidos sin embargo se presupone que durante barbechos químicos cortos o presiembra pueden estar presentes individuos en estado fenológico más avanzado con rosetas basales de más de 15 cm. En estos casos debemos apelar a mezclas de Glifosato con Saflufenacil (Heat, 35 gr/ha) siendo éste un herbicida descripto como un “quemador”. Mientras que las mezclas con los siguientes herbicidas controlan maleza nacida y también son residuales. Su eficacia tanto en el control post-emergente de la maleza como respecto a su control residual puede variar entre ellos. Las mezclas pueden ser con: Cloransulam (Pacto, 40 gr/ha), Diclosulam (Spider, 30 a 40 gr/ha), Flumioxazín (Sumisoya, >150 cc/ha), Clorimurón (Classic, 40 gr/ha). Nuevamente, hay que remarcar que en la medida que las plantas alcanzan estados de madurez avanzados las eficacias obtenidas son menores. El agregado de humectantes debe ser considerado. Es una especie pilosa con lo cual es necesario asegurar el contacto íntimo del herbicida con la superficie de la hoja.

Post-emergencia: Las alternativas no son muchas, sumado a ello generalmente estos tratamientos son necesarios por escapes de tratamientos previo fallidos. Con lo cual, nos encontramos con malezas en estado adulto siendo más tolerante a los tratamientos químicos. Puede utilizarse glifosato mas aceite (1.5 l/ha) que en ciertos casos pusede haber un daño menor en la soja ya que el mismo efecto que hace el aceite sobre la cutícula de la maleza puede hacerlo sobre el cultivo. Condiciones de muy alta temperatura magnifica posibles síntomas de fototoxicidad por aceites que se presenta como quemado de hojas. Por otro lado, pueden utilizarse mezclas de glifosato con Clorimurón o Cloransulam.  

Una vez descriptas las estrategias de manejo, si observamos en la Tabla 1 cuáles son los herbicidas a los cuales rama negra es propensa a generar resistencia podemos ver que coincide una gran mayoría con los productos a los cuales a la fecha demuestra sensibilidad. Es por ello, que es necesario aplicar las medidas que minimicen el riesgo de generar individuos resistentes. Estas son:

1-     Usar las dosis completas y efectivas recomendadas. En el caso de usar dosis excesivamente altas lo único que hacemos es acelerar y aumentar la presión de selección sobre aquellos individuos más tolerantes o bien resistentes.
2-     Mezclar herbicidas. Pero considerar que la mezcla no es de productos sino de herbicidas con diferentes modos de acción.
3-     Rotar herbicidas (diferentes modos de acción) en campañas sucesivas en la medida que se disponga de ellos.