El que al leer este título esperaba un comentario político, se sentirá un tanto desilusionado, ya que son muchas las plagas que se alimentan del campo, hacen uso indiscriminado de él, se llenan la boca invocando ancestros y costumbres, gritan desde los estrados y toman coimas por debajo de la mesa, etc, etc.
Pero hoy quiero hablar de las ancestrales, las primeras, las verdaderas plagas: los insectos.
En estos días es alto el nacimiento de tucuras y ya hemos tenido que controlar lotes de girasol (los pocos sembrados) porque en estadío de cotiledón y primeras hojas, la pérdida de plantas es importante. Luego cuando la planta ya alcanza cierto tamaño e indice foliar, se puede "convivir" con la plaga pero no en estadios tempranos. Una vez leí un trabajo muy interesante del INTA Villegas analizando las tres especies de tucuras que viven en estos pagos, sus momentos de nacimientos, biología... y recuerdo que una de las conclusiones importantes era, que a fines de Noviembre principios de Diciembre estarían las tres especies nacidas, pero ninguna todavía, habría puesto huevos. Y uno piensa, qué información excelente en un país donde se quieran hacer las cosas bien y se realizaran campañas de control masivos. Este año los ataques de tucuras avanzaron a la provincia de Buenos Aires e hicieron estragos. Recordemos que la tucura se ve favorecida en años secos, ya que necesita suelo seco y duro para oviponer y que las larvas lleguen a buen término.
Aqui en La Pampa la controlamos con una dosis de clorpirifos más un piretroide para aumentar el volteo por respiración, los controles andan muy bien y no se observa resistencia.