La producción y utilización de heno en nuestros sistemas permite:
- Almacenar excedentes.
- Estabilizar la oferta forrajera a lo largo del año y por ende la carga animal.
- Corregir desbalances nutricionales complementando dietas.
- Utilizar de manera más eficiente el pastoreo rotativo en pasturas, ya que permite consumir el forraje en pie en el momento óptimo, y almacenar los excedentes.
¿Cómo hacer henos de buena calidad?
Para producir un buen heno es importante tener en cuenta:
· Estado de madurez: Es el factor de mayor importancia para lograr un heno de alto valor nutritivo. En las primeras etapas fenológicas presenta buena calidad y poca cantidad de materia seca cuando va transcurriendo el tiempo el forraje tiene más cantidad pero pierde calidad. En alfalfas puras el momento óptimo sería entre botón floral y principios de floración.
o Presencia de malezas: la presencia de malezas disminuye el valor nutritivo, pudiendo disminuir el consumo animal.
o Maquinaria de corte e hilerado: la máquina debe realizar un corte neto y sin deshilachar y, principalmente, que no haga repicado del forraje, para evitar pérdida de hojas.
o Superficie, altura y horario de corte: no debe cortarse en un día de trabajo más de la superficie que se puede enfardar para evitar una exposición innecesaria de la andana a factores climáticos adversos. La decisión sobre la altura de corte es, al igual que el estado de madurez, un compromiso entre calidad y cantidad, ya que a medida que cortamos más abajo, el valor nutritivo del forraje decae pero el rendimiento es mayor. En cuanto al horario, se recomienda comenzar a cortar lo más temprano posible, apenas disipado el rocío, para aprovechar la mayor cantidad de horas de secado posible.
· Momento de secado del forraje
Se debe lograr un secado rápido y uniforme. Cuidar las hojas.
o Condiciones ambientales: Están determinadas por la temperatura del aire, las precipitaciones, la humedad ambiental, la radiación solar y el viento. La calidad del heno de Alfalfa sufre un deterioro mucho mayor que el de gramíneas por efecto de lluvias o vientos violentos sobre la andana.
o Uso del rastrillo: lo ideal es cortar el forraje y dejarlo esparcido sobre el suelo, hilerandolo con rastrillo cuando su humedad disminuye a aproximadamente el 50%. Esto permite un secado inicial más rápido que en el caso del forrajeandanado.
o Acondicionado mecánico: Los acondicionadores para leguminosas constan de dos rodillos entre los que pasa el forraje que quiebra los tallos. Es muy importante su uso para lograr un secado uniforme de tallos y hojas, para no perder hojas (la parte que más nos interesa por su calidad nutricional) en el enrollado por estar demasiado secas.
o Acondicionado químico: Consiste en pulverizar sobre el forraje en el momento del corte sustancias a base de carbonatos de sodio y de potasio que, al disolver la cutícula serosa de los tallos, facilitan el escape de agua. Su mayor inconveniente es el alto volumen de agua (150-200 l/ha) con que es necesario aplicarlos para producir un tratamiento uniforme.
o Humedad del forraje: El grado de humedad ideal para confeccionar un fardo o rollo oscila entre 18 y 20 %, y tanto el exceso de humedad como una humedad demasiado baja afectarán negativamente la calidad del heno.
o Hora del día para enfardar: Lo ideal es enfardarlas de noche (siempre que no haya exceso de rocío), desde el atardecer hasta la hora de la mañana en que empiece a notarse pérdida de hojas.
o Compactación del heno: El fardo o rollo debe hacerse con la presión recomendada por el fabricante para cada tipo de forraje, a una velocidad de avance moderada ( 5 a 7 km/hora). Una forma práctica de verificar si la compactación de un rollo o fardo es la correcta es tratar de introducir la mano por la cara plana; si está bien compactado debería entrar apenas la punta de los dedos.
o Forma y atado del rollo: El rollo debe ser lo más cilíndrico posible, lo que se logra realizando un zigzagueo discontinuo.
o Uso de conservantes: Los preservantes o conservantes químicos son utilizados para enfardar forraje con alta humedad (20-30%), lo que permite disminuir la pérdida de hojas y evitar lluvias sobre la andana sin sufrir las consecuencias indeseables propias de henos húmedos.
· Momento de almacenamiento
En esta etapa es importante no desperdiciar todos los esfuerzos previos que hemos realizado para producir heno de alta calidad.
o Fardos convencionales: Construir una parva de 8 a 12 capas de fardos bien nivelada, orientar la cara de menor superficie hacia el lado de las lluvias predominantes, dejar una abertura de 10 -15 cm capa por medio para permitir el aireado, trabar la parva cruzándola con alambre y torniquetes o clavando postes a los costados para evitar su inclinación o desmoronamiento y cubrirla de alguna manera (con una capa de pasto seco o paja, o con polietileno) o bien almacenarla bajo techo (en tinglados temporarios o permanentes, o galpones).
o Rollos: Almacenarlos en un lugar alto, no bajo árboles, fuera del alcance de los animales, y en lo posible cerca del lugar donde se los confeccionó. Realizar hileras juntando cara plana con cara plana orientado de norte a sur dejando 2 metros entre las hileras para que pueda pasar una máquina y que circule aire entre ellas.
Autores: Laura María Celia Fontana y Néstor Romero (INTA Anguil)
Autores: Laura María Celia Fontana y Néstor Romero (INTA Anguil)