Publicado el: 7/11/2018
Autor/es: Juan Sebastian VITTONE. , María Eugenia Munilla , Martín Lado , Marcos Blúa
Introducción
En el INTA C. del Uruguay se desarrolló un sistema de invernada terminal intensiva de bajo impacto ambiental conocido por el nombre de “feedlot ecológico”. La condición es asignar un mínimo de 100m2 /cabeza y rotar los animales en parcelas. De esta manera se reduce la formación de barro, la acumulación de deyecciones en superficies reducidas, se minimizan los olores desagradables y no se contamina el agua de la napa freática o de cauces de agua superficial (trabajo premiado por la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria; Premio Fundación Pérez Companc 2007). Este modelo permite alcanzar resultados de eficiencia animal similares a los de un feedlot industrial (ganancia diaria de peso por encima del kilo; eficiencia de conversión 6:1) con gastos mínimos de infraestructura y baja carga operativa. Mantiene las reglas de sistema intensivo de producción de carne, pero preservando el bienestar animal y el ambiente.
Este modelo fue evaluado en condiciones experimentales y en establecimientos agrícolas del grupo CBI (Cría Bovina Intensiva) ubicados en Santa Fe y Córdoba. En las diferentes situaciones agroecológicas donde el modelo fue ensayado, el nivel fósforo (P) incorporado al suelo a través de las heces en un ciclo de engorde de 100 días fue compatible con las necesidades de un cultivo agrícola de alto potencial de rendimiento (>20 ppm/ha).
En el sur de Santa Fe, una zona netamente agrícola, el valor de la tierra es elevado y está basado en su aptitud de producción con cultivos industriales. Suelos molisoles con buen drenaje y napas freáticas a 1m de profundidad garantizan que los cultivos de maíz y soja rindan 120 qq/ha y 45 qq/ha, respectivamente. Para lograr dichos rendimientos la fertilidad del suelo es un pilar fundamental. Durante los últimos 10 años se produjo en este área una disminución en el contenido de nutrientes del suelo debido a la alta demanda de estos cultivos comprometiendo a los agricultores a compensar esta situación incorporando más fertilizantes y elevando el costo de producción de los granos.
El recurso suelo es aprovechado al máximo y, en medio de las superficies sembradas, se visualiza una fuerte presencia de sistemas intensivos de producción de carne porcina y bovina. El motivo no es otro que la transformación de commodities en producto cárnico de alto valor comercial y la búsqueda de un mejor negocio financiero. En lo que a feedlots respecta, gran parte no cumple las normativas provinciales vigentes (Foto 2).
Estos sistemas de engorde en general disponen de 5-10m2 /cab y no prevén el bienestar de los animales. La acumulación de estiércol acumulado escurre hacia cursos de agua superficial y percola hacia las napas subterráneas, comprometiendo la salud del ambiente. Sumado estas condiciones de poco espacio y falta de higiene del ambiente, los animales enfrentan a diario un alto riesgo sanitario.
Por otra parte, el barro mezclado con estiércol se pega y seca en el cuero no pudiendo ser retirado en durante el baño “pre-noqueo” que se realiza en el frigorífico aumentando el riesgo de contaminación de la carne con Escherichia coli productora de toxina Shiga y causante del Síndrome Urémico Hemolítico. De hecho, en 2015 se notificaron 337 casos (La Nación, 30/11/2016), donde los productos cárnicos contaminados se encuentran entre los principales orígenes del esta enfermedad.
Los errores de diseño en los corrales de engorde y/o su aplicación incorrecta, pueden provocar que el confinamiento y el estrés afecten los resultados productivos esperados (conversión, ganancia de peso, sanidad).
“Feedlot Ecológico” en escala comercial
“El Casco” es una empresa agrícola-ganadera próxima a Chañar Ladeado (sur de Santa Fe). El rodeo de cría es manejado bajo el modelo de Cría Bovina Intensiva (CBI). Las vacas pastorean rastrojos de cosecha gruesa durante el otoño-invierno y pasturas consociadas durante la primavera-verano, época de mayor demanda nutricional de los vientres. La tasa de preñez es del 92-96% y realizan creep feeding hasta el destete. Luego del destete, los terneros marca líquida del establecimiento ingresan con más de 200kg al engorde terminal hasta alcanzar los 340kg PV. En el mes de abril la empresa compra de terneros (130- 140kg PV) a terceros para completar el ciclo de recría y terminación junto a los terneros propios. Estos se recrían en verdeos de raigrás y avena durante el otoño-invierno para iniciar la etapa de engorde de la misma manera que los terneros marca líquida. El inicio de la terminación de los terneros comprados comienza en el momento de la siembra de cultivos de cosecha gruesa cuando el campo debe ser liberado para tal fin.
La empresa optó el sistema de “Feedlot Ecológico Rotativo” –tal como lo han rebautizado localmente– con la clara visión de preservar la tierra. En lugar de realizar el engorde en un feedlot convencional, asignan mayor superficie a los animales para luego aprovechar el estiércol que se incorpora al suelo que será destinado a la producción de granos.
Rotación y asignación de superficie
El engorde terminal actualmente cubre 15 has parceladas en 5 piquetes con perímetro de alambrado electrifico. La asignación de 300 m2 /cab y la rotación de los animales disminuyen la formación de barro. La decisión de incrementar la superficie de 100 (Recomendada por INTA Concepción del Uruguay) a 300 m2 por animal se relaciona a dos condiciones previamente evaluadas para este campo. La primera de ellas es la ausencia de pendiente del lote elegido y la segunda el tiempo de permanencia de los animales durante el ciclo. Para esta última variable se consideró una primera evaluación de este modelo, realizada en 2009 donde se encontró que con una permanencia de 21 días por parcela, asignando 80 m2 por animal se incrementó 20 ppm el P en suelo.
En la Foto 3 se puede observar el estado de una parcela en uso lindante a una en descanso y a continuación (Figura A) el croquis de las parcelas.
Período de adaptación
Los animales ingresan a una parcela “empastada” (Foto 4) donde realiza el acostumbramiento con suministro diario de una ración base grano de maíz en comederos lineales. El suministro inicia con el 0,8%PV y continúa con niveles crecientes hasta alcanzar el 2,6-2,8%PV en término de 20 días. Alcanzado el consumo máximo de ración (por lectura de comedero) se colocan los comederos tolva de autoconsumo con la ración que se ofrecerá durante todo el período de engorde.
Suministro del alimento y sistemas de aguada
La alimentación durante la etapa de engorde consiste únicamente en una ración “fibra cero” a base de grano de maíz entero y concentrado proteico (40%P.B.; relación 90:10, maíz y concentrado, respectivamente). El alimento es mezclado por caudal con una tolva semillera y suministrado en comederos autoconsumo (Foto 5). La distribución del alimento se planifica no sólo para garantizar disponibilidad continua de la ración, sino también considerando la ocurrencia de precipitaciones para evitar el tránsito con equipos durante esos días.
Las parcelas poseen un sistema móvil de aguadas que facilitan la rotación agrícola ganadera y garantizan disponibilidad permanente de agua (Fotos 6 y 7).
Barro, eficiencia animal y decisión de cambio
Para el ciclo de producción 2015/2016 la empresa registró evolución de peso y consumo de alimento de cada tropa terminada en corrales convencionales (6-10 m 2 /cab). Los animales ingresaron al sistema de engorde con 240 kg PV y alcanzaron la terminación con 340 kg PV. La ración utilizada estuvo compuesta por grano de maíz entero y concentrado proteico y se suministró en comederos de autoconsumo. El resultado en las situaciones con y sin presencia de barro fue notable (Tabla I).
Para una región con precipitaciones de 1200mm anuales, el barro es una problemática en encierres de engorde a corral. En este establecimiento durante el período observado contabilizó más de 80 días de barro en los corrales convencionales. Esta condición prolongó la duración de los períodos de encierre y aumentó significativamente los costos de producción.
Esta información fue determinante para tomar la decisión de modificar las condiciones en las que se produce el engorde terminal incorporando el “Feedlot Ecológico” del INTA C. del Uruguay como modelo alternativo para dar solución a la problemática del barro.
Resultados “Feedlot Ecológico” Rotativo (FER)
Luego de un ciclo de producción en la sistema FER con inicio en septiembre 2016 y cierre en febrero 2017, se analizaron los resultados obtenidos de evolución de peso, consumo y conversión (Tablas II y III) incorporando al análisis una discriminación por categoría y origen de los animales. En líneas generales, los resultados fueron satisfactorios. El aumento diario de peso vivo se estableció en el orden de 1 kg/animal/día y la conversión promedio general fue de 5,9 kg de alimento por kg de peso vivo ganado.
El análisis de consumo y aumento de peso por categoría y origen es sumamente importante para establecer las condiciones del negocio. En este caso se puede observar que los animales enteros presentaron un mayor consumo y mejor ganancia de peso respecto de las demás tropas. Dentro de las categorías livianos la mejor conversión se obtuvo con los animales “marca líquida”. Finalmente el peso de inicial y el mayor peso a la terminación en los terneros ingresados por compra requirieron de un 24% más de alimento por kilo producido.
Finalmente, un dato importante a destacar de este relevamiento fue el consumo en relación al peso vivo de los animales. Solo en el caso de los toritos se observó un consumo similar a un encierre tradicional. Las tropas restantes consumieron solo el 2,1% de su peso vivo durante toda la etapa de engorde.
Agradecimientos
Desde fines de 2016, profesionales del INTA Concepción del Uruguay concurrieron a “El Casco” en diversas ocasiones. El vínculo surgió hace más de diez años a través del modelo de Cría Bovina Intensiva (CBI) desarrollada por INTA Venado Tuerto y aplicado en este mismo establecimiento. Actualmente el objetivo es continuar con la transferencia de información y de resultados productivos del engorde terminal. Además de ello, está previsto realizar análisis de suelo para evaluar la fertilidad remanente luego del encierre y su impacto en el rendimiento de los cultivos de maíz y soja a implantarse la próxima campaña agrícola.
Desde la Estación Experimental Agropecuaria Concepción del Uruguay hacemos extensivo el reconocimiento por la implementación a escala comercial de modelos que iniciaron de forma experimental. También agradecemos el intercambio de información y las nuevas propuestas de trabajo e ideas para continuar la intensificación de los sistemas ganaderos. El interés por estos sistemas permite la superación y la adaptación a las exigencias medioambientales, de bienestar animal y de un producto cárnico de calidad producido en las mejores condiciones para expresar la máxima eficiencia animal.
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