2011-11-24 -
Por Med. Vet. Mario H. Sirvén - Asesor privado.
O estamos sensibilizados por lo que fue el verano 2009-2010, o llama la atención lo temprano que llegaron las moscas a los tambos. A la mosca de los cuernos se van sumando especies y, aunque seamos optimistas, deberíamos pensar que aquel verano (cálido, húmedo y largo) puede repetirse.
En algunos análisis bacteriológicos de leche de vacas con mastitis clínicas ya aparecieron microorganismos típicos del verano, probablemente transmitidos por moscas.
Que el calor y la humedad se combinan para producir estrés en las vacas es bien sabido, y también que a mayor producción de leche hay más sensibilidad al trastorno, pero es muy importante que se tenga en cuenta que los factores se multiplican cuando el verano se alarga, cuando llueve y hay barro, cuando hay más moscas que de costumbre y, por supuesto, cuando el personal de ordeño tampoco tiene bienestar por no adaptarse las salas de ordeño a las temperaturas extremas. Son pocas las salas de ordeño con ventiladores de techo, por ejemplo, a pesar de ser una inversión que "no mueve ninguna aguja", por no decir que es bajísima.
Y quizás no he mencionado unos de los factores de estrés más corrientes en verano, y es el horario de ordeño en las horas más calurosas. Pocos explican con razones válidas por qué eligen ordeñar, por ejemplo, a las 2 de la mañana y a las 14 horas. El tema es para discutir largo y tendido y, seguramente, con un final pobre en conclusiones, pero a través de esta columna invito a tratarlo.
Que el calor y la humedad se combinan para producir estrés en las vacas es bien sabido, y también que a mayor producción de leche hay más sensibilidad al trastorno, pero es muy importante que se tenga en cuenta que los factores se multiplican cuando el verano se alarga, cuando llueve y hay barro, cuando hay más moscas que de costumbre y, por supuesto, cuando el personal de ordeño tampoco tiene bienestar por no adaptarse las salas de ordeño a las temperaturas extremas. Son pocas las salas de ordeño con ventiladores de techo, por ejemplo, a pesar de ser una inversión que "no mueve ninguna aguja", por no decir que es bajísima.
Y quizás no he mencionado unos de los factores de estrés más corrientes en verano, y es el horario de ordeño en las horas más calurosas. Pocos explican con razones válidas por qué eligen ordeñar, por ejemplo, a las 2 de la mañana y a las 14 horas. El tema es para discutir largo y tendido y, seguramente, con un final pobre en conclusiones, pero a través de esta columna invito a tratarlo.
Para eso hay que partir de algunos conceptos básicos importantes: Las caminatas al sol aumentan los riesgos de estrés calórico; en temporadas de calor las vacas comen más de noche que de día, en las horas extremas -al amanecer y al anochecer- la población de moscas activas desciende significativamente; el tiempo de permanencia en el corral de espera en el que las vacas aumentan el cortisol en sangre (indicador de estrés) disminuye cuando la temperatura es alta y, para no olvidarme, muchos tamberos trabajan incómodos por el calor y las moscas y eso atenta contra la calidad del trabajo.
Claro que hay otras cosas para hacer, como asegurarse que no queden efluentes estancados a menos de 50 metros de las instalaciones de ordeño y así "alejar" a buena parte de las moscas de las vacas y de la gente, combatir los parásitos externos (incluida la mosca de los cuernos) y otras más "de moda", como instalar media-sombra, ventiladores, aspersores, etc. Pero, está claro, éstas no son ni las únicas ni las más baratas de las medidas.
Fuente: Infortambo