La hembra busca un macho que le dé seguridad de poder criar a sus pichones y el macho busca una hembra que sea apta en todos los sentidos para que sus genes perduren y ganen (si es posible) en la carrera Darwiniana de la evolución de la especie.
Esto funciona de maravillas en los animales; pero no tanto en los humanos, porque nosotros le agregamos nuestra cuota de "sentimientos", "emociones", "libre albedrío" que, en muchos casos, lo único que hace es entorpecer y poner en peligro el desarrollo de la especie.
Pero en términos generales también funciona y es mi caso; seguramente porque debo ser algo así como un "ser primitivo", un Neandertal del siglo XXI... y gracias a mi "instinto selectivo", cuando se trata de elegir madre para mis hijos, no lo he hecho tan mal...
En mi primer matrimonio crié junto a Mary, tres hijos hermosos, sanos, inteligentes, desprovistos de maldad, creativos, libres, plurales... gracias a su esfuerzo y dedicación.
Después de 22 años, la vida, como a muchos en estos tiempos, nos separó como pareja, pero no como padres y hoy seguimos teniendo una excelente relación en pos de la vida de nuestros hijos. Sin dudas una gran Mujer.
En poco más de un año, Marta no sólo me ha dado a mi cuarto hijo, Lautaro; sino que además, me ha mostrado de lo que puede ser capaz a la hora de luchar por su vida.
Humilde, trabajadora, austera, cariñosa, justa, honesta, práctica, buena y además... bonita...
El año pasado para esta fecha, les hablé de mi madre, fallecida un 8 de Marzo de 1998... esta vez quise contarles acerca de las madres de mis hijos, mujeres anónimas, excelentes... y en ellas, Representar, Saludar y Honrar a Todas las Mujeres del Universo.
Gracias por compartir mis vivencias...