27 de febrero de 2011

FERTILIZACION FOLIAR de CULTIVOS (III)

El Gasto Energético Invisible en la Agricultura

Autor: Ing.Agr.Anjel Rodas P. Asesor Privado en Nutrición Vegetal, 2011

Si simulamos una aplicación de fertilización con  140 Unidades de  N (nitrógeno) en 1 Ha de Maíz con una densidad de plantación  con  80.000 plantas  y le asignamos un 75 %  de  eficiencia  del Fertilizante utilizado, se puede esperar que cada planta de Maíz recibiría = 1,31  grs/planta.
El gasto energético que le significa a cada planta para transformar esa pequeña cantidad de N inorgánico (Nitrato - N03 - , que pudo ser aplicado en forma fraccionada en dos o tres  fenológicas sucesivas y  metabolizado en un nitrógeno asimilado como bio molécula en forma de amino), conlleva un gasto de energía equivalente a 8,23 Kcal como mínimo.
Proyectada esta cuantificación a 1 Hectárea, se tiene un consumo equivalente a 658.400 kcal , lo que expresado en otra unidad de energía nos dá  = 730  KwH  / ha.
Otros nutrientes como el catión Calcio, y los aniones  Sulfatos y Fosfatos, también  consumen energía, pero en menor cantidad, que empuja la cifra total del gasto energético, otro poco más arriba, que para este ejemplo podríamos situarla en 800 KwH / héctarea.1
Cuando se utiliza fertilizante sintético nitrogenado (Urea, Sulfato de Amonio, Nitrato de Amonio, Amoniaco Anhidro, etc.) es inevitable el proceso de asimilación por "la ruta metabólica del N"  debido a la fisiología nutricional de un cultivo; aquí se genera el gasto energético que analizamos.
Varios factores intervienen en el gasto energético invisible de un cultivo: 

  • - la densidad de plantas (individuos) / ha
  • - la dosis de fertilizante nitrogenado / ha , inciden en el gasto energético invisible;
  • - el tamaño o masa vegetativa de la especie cultivada;    (una lechuga o una planta de maíz).

No resulta fácil afirmar que la energía invisible puede evitarse, cuando se desconocía que esto existiese y tuviese tal magnitud; tampoco parece meritorio exponer que existe un procedimiento para evadir este gasto energético, por la misma razón. Sin embargo, aquí lo intentamos.

Producción  y Productividad Potencial:
En teoría un método de fertilización que evite este gasto, supone un incremento de la eficiencia productiva del Maíz (para continuar con el ejemplo anterior).
Las investigaciones y nuevos desarrollos de variedades apuntan a la genética y la transgenia, principalmente.


Sin embargo la fisiología vegetal y su brazo armado , la nutrición vegetal, entregan un  aporte no menos importante, en la búsqueda de lograr producciones de mayor rendimiento.
Aquí resaltan dos aristas de la nutrición vegetal :
- a todo nutriente con ahorro energético para la planta, ésta lo devuelve en mejor producción.
- toda nutrición más elaborada ( semi metabolizada )2, le ahorra gasto energético a la planta.

Otro aspecto invisible del costo energético, es la importación :
desde    el mercado de insumos de Fertilizantes
a            los campos (granjas/ fincas) de producción

puesto que la elaboración de los Fertilizantes Nitrogenados sintéticos, exigen como materia prima el consumo de Petróleo o Gas Natural para su elaboración.


Sin entrar en este tema que contiene aspectos estratégicos y políticos de poco control por parte de los productores agrícolas, queda claro que repercuten en los costos de producción,  en la productividad, y en la conciencia de una producción con manejo sustentable.

La cuenta energética que no pagamos.....supuestamente
Como hemos expresado, la producción de una (1) hectárea de maíz consume alrededor de 800 KwH durante el ciclo productivo  (5 a 6 meses); si comparamos el consumo domiciliario de energía eléctrica mensual, el gasto invisible de la Hectárea de Maíz, parece muy reducido...
Sin embargo, por tratarse de vegetales cultivados, resulta difícil imaginar a éstos autogenerando tal cantidad de energía para su propio consumo, cuando en realidad el productor cultiva para obtener un producto con buen rendimiento y la noticia que exista un gasto energético invisible que repercuta en la producción, no puede ser del todo grata.
Normalmente, en la contabilidad del Balance  Energético, se usa la fórmula para calcular la Eficiencia Energética que  resulta del cociente entre "energia consumida en Producción", por la Energía a Producir por el Producto obtenido
                  energía consumida en producción
Eficiencia= -------------------------------------------------
                  energía a producir por el producto 

Este gasto interno de la propia planta, para metabolizar sus nutrientes, no es considerado dentro de esta fórmula, incluso es posible decir, que es desconocido por la gran parte de los productores.


Haciendo énfasis de atención sobre este gasto energético (800 KWH /ha ciclo maíz) que generan las propias plantas  para transformar un nutriente inorgánico a componente orgánico de un vegetal, cabe preguntarse:
 ¿cómo lo generan?


Con la fotosíntesis, (fase luminosa), junto con formar glucosa se generan los ATP, que corresponde a la "batería" de la planta (depósito de acumulación de energía); al descomponerse esta molécula   se libera la energía de la que hablamos.

CO2 + H2O + L U Z (cloroplastos/clorofila) = GLUCOSA+ O2+ ATP + NADP
                            sobre la hoja se produce


El mayor componente del gasto energético invisible, del cual hablamos, es la transformación del Nitrógeno inorgánico en orgánico; por consiguiente mientras más consumo (fertilizante) o aportación de nitrógeno apliquemos al cultivo  (arroz, papa, frutales, cereales, etc. ), mayor será el gasto energético "invisible".
En realidad, se paga esta cuenta invisible de gasto de energía propia de las plantas cultivadas:
  1. -       Se paga su desconocimiento.
  2. -       Se paga por los fertilizantes en exceso aplicados
  3. -       Se paga en los menores rendimientos que se obtienen
  4. -       Se paga una menor eficiencia de balance energético.
  5. -       Se paga una mayor contaminación ambiental.

Mera Especulación o Nuevo Sendero para Cultivar3
Omitir este gasto energético de las plantas cultivadas pareciera ser una mera especulación, sobre todo con la contundencia de la cifras del negocio de los fertilizantes; todavía más, con la implacable cultura del productor de usar y abusar del Nitrógeno para incrementar su producción.
Otros hitos históricos de la agricultura mundial, pareciera que también apuntalan el sostenimiento de la producción de alto rendimiento con fertilizantes sintéticos:
-Fritz Haber / BASF 1913 inicio de la primera planta industrial de sulfato de amonio; y desde entonces no ha parado el incremento de producción de fertilizantes sintéticos en todo el mundo.
-Norman Borlaug, padre de la revolución verde y el principal exponente de la agricultura moderna 1956 en adelante; quien consolidó la producción de alto rendimiento con híbridos y fuerte aportación de fertilizantes.


No obstante esto, existen otros imponderables que obligan a una mirada distinta para la agricultura de nuestro siglo 21.
La AGRICULTURA ACTUAL depende fuertemente del Petróleo, sea por la mecanización motorizada, por la fuente de materia prima para la elaboración de fertilizantes sintéticos, por los componentes del riego presurizado, por el plástico en la agricultura, etc.   Existen claras señales que se debe disponer de  alternativas de menor dependencia.
La creciente  toma de conciencia de adquirir alimentos con "bajo contenido en huella del Carbono",  es decir, valorizar positivamente la producción agrícola que contenga menor tasa de contaminación para reducir el impacto en el calentamiento global, del cual la agricultura, insospechadamente es un altísimo factor aportador por el oxido nitroso por volatilización, sin contar con la lixiviación de nitritos hacia las aguas subterráneas..
Otra mirada que cobra creciente peso en orientación de las producciones es el balance energético y la eficiencia energética, en los procesos productivos; aquí la agricultura aparece fuertemente al debe.
En esta perspectiva sostenemos que el costo energético invisible de los  cultivos es posible soslayarlo, debido a las numerosas y nuevas herramientas de tecnologías agrícolas disponibles; de aquí nace la certeza, señalado en otros foros, que nos encontramos montados en un proceso equivalente a una segunda revolución verde en pleno desarrollo.
No se piense que buscamos regresar a producciones de bajo rendimiento con técnicas naturales y antiguas, estamos por aportar otro salto en la escala de producción de alto rendimiento.
Algunos elementos que aporta la técnica de la nutrición vegetal controlada han sido advertidos en otros documentos y por distintos autores, la agricultura de precisión con registros a través de instrumentos para determinar dosis de fertilizantes, la nutrición foliar, la nueva generación de abonos foliares  con entrega diferida, los surfactantes del tipo microesponjas, los nutrientes pre metabolizados que evitan el gasto energético .etc.
Actualmente se dispone del procedimiento y de los insumos amigables que sustituyen el 80 % del total mundial de producción de fertilizantes según las cuentas del IFA,  que representa los fertilizantes nitrogenados y fosforados del orden de los 136 millones de toneladas; el asunto es: ¿Cuantos están dispuestos a avanzar en esta tecnología mas sustentable, de menor consumo energético  y menos contaminante, incluso paradojalmente, más económica?

Alguna lectura sugerida sobre este tema:
Thomas_Friedman:    periodista con numerosas crónicas sobre el gasto energético
Jeremy  Rifkin:    La Economía del Hidrógeno

1 Todo cultivo fertilizado contiene un gasto energético implícito; así una planta de Vid de variedad para uva de mesa,  consume 518 kcal por cada 83 gr para procesar lo que le corresponde por 100 unidades de nitrógeno aplicadas al suelo,  para una densidad/ha 1200 plantas =723kwh
2 Concepto que expresa un nutriente parcialmente- metabolizado industrialmente.
3 Según la Asociación Internacional de la Industria de Fertilizantes (IFA), el consumo mundial de fertilizantes de la temporada 2009-2010 alcanzó a 170,9 millones de toneladas, de las cuales  el  61,1%  correspondieron  a fertilizantes  nitrogenados, el  22,7% a fosfatados y el 16,2% a potásicos. P. Cavieres ,A.Simaan.2010


Nota de la Redacción
Publico este pequeño pero aleccionador trabajo, porque me pareció de una frescura e inteligencia notable. Además Anjel Rodas, es uno de los investigadores en latinoamérica de mayor peso en estas nuevas formas de pensar y de manejar a nuestros cultivos.
Fíjense que en ningún momento el autor nombra la palabra aminoácido... solamente nos hace tomar conciencia sobre estos gastos energéticos que tienen inevitablemente los cultivos y que podrían evitarse o al menos disminuirse, amén de realizar una agricultura más eficiente, menos dependiente del petróleo y por ende más ecológica...
Los saludo con afecto.


Ing. Agr. Sergio La Corte











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