19 de abril de 2017

Alimentación en la recría e invernada: suplementación y feedlot

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Introducción
La Argentina atraviesa situaciones de crisis y de cambios cada vez más rápidos, con la necesidad de adaptarse a nuevas demandas en cuanto a cantidad y calidad del producto. Esto ha significado en el caso de la carne la modificación del sistema pastoril puro, tradicional de la Argentina, a distintos tipos de sistemas que incluyen la suplementación con granos, coproductos industriales o forrajes conservados, hasta la alimentación a corral. Lo mismo ha sucedido con los sistemas lecheros, donde vamos desde el pastoril con suplementación hasta el estabulado. Esto ha significado que el productor debió ir adaptándose a las nuevas demandas, no solamente intensificando su producción con el objetivo básico de permanecer como tal, sino también aumentar la plasticidad de su sistema.
A medida que un sistema se intensifica los costos de alimentación se hacen más importantes como porcentaje del costo total. La alimentación es una parte sustancial del costo de los sistemas intensificados de carne y leche.
Además del recurso pastura como base de la producción de muchos sistemas de producción, es necesario pensar en la introducción de otros alimentos, para aumentar la producción individual y la productividad por hectárea.
Estas tecnologías deberán ser analizadas no solo en los aspectos que hacen a su implementación, sino a su inserción en el sistema de producción. Lógicamente para hacer un uso correcto de estas tecnologías, relacionadas con la nutrición, es necesario tener en cuenta cómo funciona la misma bajo el punto de vista fisiológico nutricional en las categorías de animales a alimentar y en la respuesta económica lograda.

Algunos conceptos a tener en cuenta
La alimentación de los bovinos, ha dejado de ser la aplicación de una serie de habilidades artesanales. En la actualidad la misma está basada en principios fisiológicos y nutricionales. Estos principios son los mismos para un sistema pastoril, que para un sistema de producción con animales estabulados, consumiendo alimentos concentrados o raciones total o parcialmente mezcladas. La diferencia radica en el plano nutricional que puede ser alcanzado con un sistema u otro, y en el efecto sobre los productos finales de la digestión que se logran en cada uno de estos. Las limitaciones del consumo también tendrán orígenes diferentes, en dietas con alto nivel de energía, será fisiológico, mientras en dietas pastoriles y suplementadas con forrajes conservados, la limitación al consumo estará relacionada con el contenido de fibra, que aumenta el tiempo de retención de los alimentos en el rumen, por su baja tasa de digestión lo que hace que el aporte de energía a nivel ruminal no sea adecuado para complementar pasturas de alta calidad (digestibilidad de 70%, contenido de PB de 18%). Esto es de fundamental importancia en los sistemas pastoriles de zonas templadas, donde las dietas suelen presentar desbalances energía/proteína y bajos contenidos de MS. Es necesario tener en cuenta que existen diferencias importantes en la dinámica de la digestión cuando se comparan distintos alimentos como el silaje de grano húmedo, silaje de maíz o sorgo planta entera, o de otras gramíneas y leguminosas o henos. Estas últimas suelen tener mayores variaciones en su composición química, alto contenido de fibra y fracciones indigestibles más elevadas. Estos componentes que tienen que ver con la dinámica de digestión, producen diferentes niveles de sustitución del forraje respecto del concentrado. Cuanto mayor sea la calidad de la pastura mayor deberá ser la degradabilidad efectiva del almidón del suplemento a utilizar, con el objetivo de lograr un balance de nutrientes en el sistema ruminal. Pero también hay otros parámetros a considerar en la elección de la ración, que no tienen que ver con la calidad del alimento, sino con la fibra y su efecto sobre la funcionalidad del animal.

¿Con qué suplementar?
Debido a que en general una pastura bien manejada presenta a lo largo del año adecuados tenores proteicos para un animal en engorde, la suplementación se ha enfocado hacia la utilización de recursos que llamamos energéticos como lo son los granos y silajes generados a partir de cereales, en especial maíz. El uso de grano o silajes de maíz dependerá de las posibilidades de cada campo, que son función de la disponibilidad de maquinaria, personal, costos de producción, etc; y por otro de los objetivos productivos que esperamos por el uso del suplemento.
El maíz en suelos agrícolas, se caracteriza por producir grandes volúmenes de materia seca por hectárea lo que permite generar silajes con un bajo costo por tonelada de alimento. El aporte energético del silaje dependerá de la digestibilidad de la pared celular (fibra) y del contenido de grano al momento de ensilarlo, pudiendo integrar más de la mitad de la dieta de los animales, siempre y cuando la pastura tenga una concentración proteica adecuada (pastura bien manejada).
Por otro lado el grano, húmedo o seco, procesados o no, se caracteriza por aportar una energía (almidón) en su mayoría utilizada en el rumen, lo que es beneficioso cuando pasturas de alta calidad forman la dieta base, ya que su elevado nivel proteico de alta degradabilidad ruminal, debe ser balanceado con energía para lograr adecuadas producciones individuales. El nivel de grano a utilizar normalmente es menor al de los silajes, ya que grandes concentraciones de almidón en rumen pueden generar un ambiente inadecuado para la digestión de la pastura y con ello afectar directamente la producción.
Sean granos o silajes, el uso de suplementos en animales en pastoreo genera lo que se conoce como sustitución: kg de pasto que el animal deja de comer por cada kg de suplemento. Este índice para el caso de los granos está en el orden de 0,5 y para el caso de silajes más cerca de 1. Conocer esto es muy importante, ya que si primero no ajustamos la carga a la oferta de pasto, al incluir un suplemento estaremos haciendo que el animal deje de comer más pasto por cada kg de suplemento que le damos. Así las pérdidas del pasto que nos costó producir se incrementarían y si el suplemento no mejora la performance individual de los animales, también lo estaremos tirando. Por eso, el beneficio económico máximo de suplementar animales en pastoreo, se obtiene no solamente cuando se mejora en las ganancias de peso vivo, sino cuando dicha sustitución es aprovechada a través de los incrementos en la carga animal. Por otro lado, es bien conocido el impacto logrado en la producción de carne por hectárea a través de los incrementos en la carga y su repercusión en el resultado económico de la empresa.

Objetivos de utilización de forrajes conservados
Entre los objetivos de utilización de los forrajes conservados podemos enumerar:
a.- corrección de desbalances nutricionales
b.- disminuir la incidencia de timpanismo
c.- disponibilidad de alimentos ante situaciones adversas (falta de forraje, otros problemas).
d.- aumento de carga en sistemas intensificados
e.- alimentos varios para la preparación de dietas de animales en alimentación a corral o estabulados con raciones parciamente mezcladas (PTMR) o totalmente mezcladas (TMR).
Cada uno de estos objetivos tiene importancia relativa distinta, dependiendo del sistema de producción. En algunos casos puede cubrir al mismo tiempo más de un objetivo. Como Ej. de esto, en un sistema de alta carga la utilización de silaje de maíz o sorgo puede utilizarse para corregir desbalances de las pasturas en otoño y en el invierno, y mantener altas cargas con consumos adecuados, que se traduce en buenas ganancias y altas productividades por ha. Teniendo en cuenta la necesidad de producir a bajos costos, los forrajes conservados son una alternativa viable, pero no necesariamente las únicas para cubrir los objetivos citados.
También es importante destacar que hoy, más que hablar de suplementación debemos hablar de raciones balanceadas, en sus distintos componentes, energía, proteína, fibra efectiva, etc. para lograr un proceso de digestión ruminal adecuado, que nos permita lograr respuestas animales en carne y leche de acuerdo a lo planificado. La primera condición para poder alimentar racionalmente a los animales es conocer y valorar los alimentos, con la finalidad de seleccionarlos, de acuerdo a las necesidades de los animales que vamos a alimentar, categoría, estado fisiológico y producción objetivo. Para lograr esto tenemos que conocer la composición de los alimentos que vamos a utilizar, partiendo de tablas o realizando el análisis correspondiente de los mismos. Además, es necesario conocer los requerimientos de los distintos tipos de animales que vamos a alimentar, como Energía Metabólizable (EM), proteína, minerales etc. Sin embargo los animales no metabolizan energía, sino que requieren y utilizan metabolitos específicos tales como glucosa, aminoácidos esenciales, ácidos grasos volátiles, minerales etc. y en cantidades determinadas según el estado fisiológico y nivel de producción. Los productos finales de la digestión (AGV, glucosa, aminoácidos, etc.) regulan el proceso de producción no solo a través del aporte de nutrientes, sino también porque modifican el balance hormonal del animal. Una alta producción de ácido propiónico, por incorporación de almidón en la ración, producirá un balance hormonal que torna más eficiente la deposición de grasa en animales de carne en terminación. Por esto se hace necesario conocer que el aporte de nutrientes en el vacuno depende en gran medida de la actividad de la población microbiana de su rumen. Los sustratos degradables de los alimentos son fermentados por la microflora ruminal y los productos finales de la misma son absorbidos a través de las paredes del rumen. Junto a este proceso las bacterias se multiplican generando proteína microbiana que luego es digerida y absorbida (aminoácidos) cuando arriba al intestino delgado. Es importante tener en cuenta que más del 60% del total de la energía requerida por el rumiante para mantenimiento y producción es generada a nivel ruminal, como ácidos grasos volátiles (acético, propiónico, butírico, etc.), y que entre el 70 y 80 % del total de proteína útil para el crecimiento y producción es sintetizada en el rumen por los microorganismos. Esto nos indica claramente la importancia del rumen en la alimentación de los vacunos y la necesidad de alimentar adecuadamente al mismo, cubriendo primero las necesidades de los microorganismos, para lograr una buena producción de carne.

Suplementación otoño-invernal de novillos en pastoreo – GRANO HÚMEDO O SILAJE DE MAÍZ
Hoy, no solo hay que garantizar que los animales alcancen un peso determinado para la faena sino también un nivel de engrasamiento adecuado. El nivel de terminación de un animal depende de su tamaño estructural y, además, puede ser influenciado por el tiempo total, el momento, la cantidad y el tipo de alimentación utilizado durante el período de engorde.
Cuando se sustituye el silaje de maíz por grano húmedo de maíz a igual nivel energético para determinar el efecto de la suplementación otoño-invernal podemos tener respuestas diferentes. Gran proporción de la energía que aporta el silaje de maíz proviene de la fibra de la planta, mientras que el grano aporta principalmente almidón; esto hace que a pesar que la cantidad de energía ofrecida sea la misma, el efecto que tiene sobre el metabolismo animal es distinto. En general, el almidón incrementa la concentración de glucosa y/o sus precursores en sangre con respecto a dietas con mayor proporción de fibra, esto a su vez incrementa la concentración de insulina en sangre, favoreciendo la deposición de grasas. Por otra parte, también la respuesta será diferente según el biotipo de animal utilizado que puede ser estructuralmente distinto. En los de mayor tamaño adulto la deposición de grasas comienza a mayor peso que en un animal de menor tamaño. Fisiológicamente la deposición de grasas comenzaría cuando el animal alcanza una determinada proporción de su peso adulto.
Consideraciones
  • La utilización de grano húmedo de maíz como sustituto del silaje de maíz permite adelantar el tiempo de faena de los animales por un incremento en la tasa de engrasamiento (TE). Sin embargo, si no se alcanza el nivel de gordura deseado antes del período estival, y al menos cuando las ganancias estivales no son buenas, las diferencias logradas por esta sustitución se diluyen.
  • La utilización de grano húmedo de maíz no incrementa directamente la ganancia de peso vivo con respecto al silaje.
  • Al definir la estrategia de suplementación se deberá considerar el potencial de respuesta que tenga el animal utilizado. En un biotipo chico (BC) la suplementación con grano húmedo genera un resultado totalmente distinto que si se los suplementa con silaje. Mientras que en la del biotipo grande (BG) con grano o silaje no generó diferencias en el producto obtenido (similar peso y espesor de grasa dorsal en igual tiempo de engorde).
  • Para el BG se deben buscar alternativas para incrementar su TE dado que el peso de faena se alcanza con el esquema de manejo propuesto. Algunas de estas alternativas serian, mayores niveles de suplementación otoño invernal o encierre a corral para su terminación.

ALIMENTACIÓN A CORRAL
Lo más simple
Dado que en su composición química el silaje de maíz es deficiente en proteína (6.8±1.2% PB) la dieta más simple que se puede formular en base a silaje de maíz es aquella que contenga un suplemento proteico. En general, el nivel de proteína necesario en la dieta de animales en crecimiento es de 12 a 18% de la materia seca total. En la tabla 1 se muestran los resultados obtenidos durante 136 días de engorde de vaquillonas Holando Argentino (139±30 kg PV) donde se incrementó el nivel proteico de la dieta. Al incrementar la proporción de harina de girasol en la dieta (mayor nivel de proteína) se observa una respuesta marcada en ganancia diaria de peso vivo (GPV). Al pasar de un 12% a un 18% de PB en la dieta, la GPV se incrementó en un 15%. Sin embargo, como este incremento de GPV fue acompañado por un aumento más que proporcional del consumo (25%) la eficiencia de conversión disminuyó. Por lo tanto, si se buscan altas GPV se deberá incrementar el nivel proteico de la dieta lo que aumentará, en este caso, el costo de alimentación no solo por la mayor proporción de suplemento proteico sino que también por un mayor consumo por kg ganado. Por otra parte, mayores GPV pueden implicar menor tiempo de engorde para obtener un mismo peso de faena lo que reduce el costo por animal.

Tabla 1. Efecto del nivel de proteína en la dieta de vaquillonas Holando Argentino en engorde a corral con silaje de maíz

Otros trabajos muestran como varía la respuesta al nivel proteico de la dieta según la concentración energética o nivel de grano de la dieta. En la medida que la energía no sea limitante se pueden esperar aumentos en la GPV al incrementar el nivel proteico. Al igual que en el trabajo anterior, las mayores GPV estuvieron asociadas a mayores consumos de materia seca. Sin embargo, en este caso la eficiencia de conversión fue igual en todas las dietas evaluadas (6.9 kg de alimento por kg de GPV).

Qué respuesta productiva se puede esperar.
Cuando el principal componente de la dieta es el silaje de maíz, su calidad será la principal determinante de la productividad que se obtenga en un encierre. Los principales determinantes de la calidad del silaje de maíz son su contenido de fibra (FDN) y almidón. Evidentemente, su importancia disminuye en la medida que la participación del silaje de maíz en la dieta total decrece. Como es de esperar la calidad del silaje no es igual para todos los híbridos y años ya que las condiciones ambientales durante el ciclo del cultivo y del momento en que se haya realizado el corte para la confección del silaje lo afectaran. En la tabla 2 se presentan las características químicas de silajes generados en tres situaciones diferentes y las características productivas logradas con ellos. En los 2 primeros, la digestibilidad in vitro fue similar, pero el contenido de almidón fue un 22% inferior en el silaje 1 y la FDN un 12% superior. A nivel productivo esto se tradujo en GPV levemente superiores (7.7%) y en tasas de engrasamiento (TE) significativamente inferiores (25%) con respecto a las obtenidas en el 2. Esta diferencia en la tasa de engrasamiento se debería principalmente a la diferencia en el contenido de almidón de los silajes. Por su parte, el silaje 3 al tener menor digestibilidad, pero principalmente menor nivel de almidón y mayor de fibra, generó respuestas productivas menores. La GPV disminuyó un 14% respecto a la media y la TE un 23%. Si se lo compara con el silaje 2 se observa que el mayor impacto se da en la TE. En este caso la diferencia de TE es del 40% y al de GPV se mantiene en 15%. Esta disminución de la TE tiene un efecto importante en el tiempo de engorde, dado que la terminación de los animales está dada por la cantidad de grasa acumulada. Por ejemplo, en 3 los animales debieron permanecer en engorde durante 236 días para acumular 3.4 mm de grasa dorsal, mientras en 1 y 2 debieron permanecer solo 167 y 186 días para acumular 4.0 y 4.9 mm de grasa dorsal, respectivamente.

Tabla 2. Respuesta animal con distintos silajes de maíz (70-80%) y harina de girasol.

Es de destacar que con una dieta simple (silaje de maíz y harina de girasol) ofrecida una sola vez al día se puede lograr fácilmente los 900 g/d de ganancia de peso siempre que se cuente con un silaje de mediana a buena calidad y que el tiempo total de engorde va estar en función del contenido de almidón (grano) que tenga el silaje. Si bien existen otros factores (clima, tipo y estado de animales) que afectan las variables productivas (GPV, TE) entre ciclos de engorde.

Aumento en la proporción de grano en la dieta
Como se mencionó anteriormente, el nivel de almidón que tenga el silaje de maíz en cierta forma define la TE que se va a lograr durante el encierre y en menor medida la GPV. Como ya se discutió no todos los años se puede lograr un silaje de determinadas características para asegurar la terminación de los animales en tiempo y forma. En estos casos, y en aquellos donde se requiera acelerar el engorde de los novillos, se cuenta con la posibilidad de adicionar grano de maíz a la dieta base (silaje de planta entera de maíz y harina de girasol). A continuación se describe un trabajo donde se comparó la dieta base (0% grano extra incorporado) con una dieta donde se sustituyó el 45% de la materia seca del silaje por grano de maíz (45% grano). El silaje de maíz utilizado fue de muy buena calidad (MS, 35%; DIVMS, 70%; almidón, 23%; FDN, 42%). Tabla 3.

Tabla 3. Sustitución de silaje de maíz por grano de maíz en la dieta de novillos en engorde a corral

Como se puede ver en la tabla 3 el principal efecto de la sustitución realizada es prácticamente el mismo que se obtiene cuando se comparan silajes con distinto contenido de almidón (tabla 2). En ambos casos el mayor efecto se da en la velocidad o tasa de engrasamiento. La incorporación de 45% de grano en la dieta no generó incrementos en la GPV, pero si en la TE (22% con respecto a la dieta base, 0% grano). Esto generó que los animales que recibían grano alcancen un buen grado de terminación 55 días antes que los que consumían la dieta sin el aporte de grano extra. Como la GPV no varío entre las dietas, el peso de faena de los animales que se faenaron antes fue inferior.
Otro aspecto importante de la adición de grano a la dieta es la disminución del consumo de materia seca. Al sustituir parte del silaje por grano, como se incrementa la concentración energética de la dieta, el consumo de materia seca disminuye (27%). Esto genera incrementos de la eficiencia de conversión, y puede provocar que dietas más costosas por unidad de materia seca ($/kg MS) resulten iguales o menos costosas por kg ganado ($/kg producido).

SILAJE DE PLANTA ENTERA DE SORGO
El uso de silaje de planta entera de sorgo en sus diversos tipos, silero, bmr, granífero ha ido en aumento. Para la mejora del producto obtenido también existen una seria de técnicas que pueden implementarse tales como, altura de corte, momento de cosecha, grano lechoso, pastoso o duro que modifican la digestibilidad y la composición del material ensilado.
Si comparamos la utilización de silaje de planta entera de sorgo o maíz en respuesta productiva, Abdelhadi y Santini (2005), no encuentraron diferencia en ganancia de peso cuando el silaje se usó como suplemento de una pastura de invierno de alta calidad con novillos, estableciéndose una dieta de 40% pastura, 60% de silaje. Las ganancias diarias de peso vivo fueron semejantes (900 g/d), pero si se considera, la producción por hectárea en función de la superficie necesaria utilizada para producir el silaje consumido por los animales, el sistema con silaje de sorgo fue más eficiente ya que produjo 434 Kg/ha de PV, contra 382 kg/ha para el maíz, en 112 días de pastoreo, debido a que la producción de biomasa de sorgo fue mayor que la del maíz.

UTILIZACIÓN DEL SORGO DIFERIDO EN SISTEMAS DE ENGORDE Y CRÍA
Los híbridos graníferos utilizados en forma diferida pueden presentar ventajas con respecto a los forrajeros, especialmente en sistemas de engorde. Estos poseen mayor relación grano/planta que los forrajeros y similar producción de biomasa, aportando debido a su mayor proporción de grano, una dieta con mayor densidad energética, pero deficiente en proteína para la obtención de buenas ganancias de peso, algo generalizado en todos los sorgos diferidos (7 a 9 % de PB). Lagrange (2009), encuentró excelentes respuestas en ganancia diaria de peso, al suplementar novillitos de 230Kg en pastoreo de sorgo granífero diferido, con distintas fuentes proteicas, Harina de Girasol o grano de Soja entero. La suplementación mejoro el consumo y la GDPV en relación al testigo sin suplementar, incrementándose el consumo en un 20% y la GDPV de 300 a 660 g/d. La suplementación con fuentes proteicas de alta degradabilidad ruminal permiten utilizar a sorgos graníferos diferidos en sistemas de engorde durante un periodo de 100 días, logrando sortear en forma económica el periodo invernal, periodo crítico en muchas regiones del país, hasta la llegada del crecimiento primaveral de las pasturas.
En sistemas de cría, Recavarren (2007) utilizo sorgos diferidos para cubrir el bache invernal de forraje, en estos casos híbridos sileros, produciendo 780 raciones por hectárea, logrando una calidad similar a la obtenida en silajes, muy superior a la calidad de los rollos tradicionales y mejorando el estado corporal de las vacas adultas.

Aprovechamiento del grano
Si bien el sorgo diferido es utilizado desde hace tiempo, hay algunos aspectos de su valor nutricional que se ignoran, en particular en qué medida se aprovecha el grano. El grano de sorgo requiere ser procesado ya que sus tegumentos hacen que entero sea poco digestible por los vacunos. Sin embargo, no se conoce cuál es el aprovechamiento del grano en los sorgos diferidos.
Para evaluar la utilización del grano se analizó en las heces de las vacas del ensayo de consumo comentado en el punto anterior, el estado de los granos excretados (enteros, masticados), su peso, el contenido de almidón en heces, entre otras determinaciones, y se midió la digestibilidad in vivo de la MS y del almidón utilizando fibra indigestible como marcador interno para estimar el volumen fecal (Lippke et al., 1986).
Existen varios elementos que pueden marcar diferencias entre lo que es la utilización del grano de sorgo en un planteo de suplementación y la utilización del grano en un sorgo diferido que se consume en pie. Por ejemplo, en el pastoreo diferido el grano es consumido en la panoja, junto a los componentes fibrosos de la misma, y junto a los otros componentes fibrosos de la planta (hojas y tallos), todo lo cual puede marcar diferencias en la masticación y por ende en la digestión del grano. El grado de humedad del mismo en la panoja sería otro factor diferencial con respecto al grano seco utilizado en la suplementación.
Los datos obtenidos (Cuadro 5) muestran que el grano de sorgo en los diferidos es, al menos parcialmente, utilizado por las vacas. Cerca de un tercio de los granos recuperados en heces estuvieron dañados, lo cual implica que el almidón estuvo accesible para ser utilizado tanto a nivel ruminal como post-ruminal. Además, el peso de los granos excretados en heces fue 30% más bajo que el de los granos consumidos.

Cuadro 5: Comparación granos consumidos versus granos excretados en heces en vacas que consumen sorgo diferido.

En el Cuadro 6 se muestran los valores de digestibilidad in vivo. Como se observa, en las mediciones donde hubo panoja fue similar para la MS (media 57,4%) y el almidón (media 72,7%). En cambio, para el sorgo sin panoja y heno de agropiro la digestibilidad in vivo de la MS fue sustancialmente más baja (media 45%). Estos datos muestran que la fracción fibrosa del sorgo diferido es de baja calidad, y que la panoja contribuye de manera importante en el mejoramiento de la calidad de este recurso, es decir que el grano en el sorgo diferido es utilizado.

Cuadro 6: Digestibilidad in vivo de la materia seca (MS) y almidón (ALM).

La digestibilidad del almidón obtenida in vivo fue similar a la que se puede estimar a través de ecuaciones de predicción desarrolladas para animales en feedlot que tienen en cuenta el porcentaje de almidón en heces. Estos resultados no solamente muestran que el grano es utilizado, permiten también inferir que los sorgos con mayor contenido de panoja, a igualdad de otros factores como la cantidad de biomasa que producen por hectárea, serían más convenientes para utilizar, teniendo en cuenta que el grano es el componente de la planta que aporta mayor calidad. Además, al aumentar la proporción de panoja el consumo aumenta.

Uso del maíz como granos ensilados húmedos
La utilización de grano de maíz y/o sorgo cosechados húmedos y conservados bajo la forma de silaje en reemplazo de los granos secos, ofrece ventajas para los sistemas de producción de carne, permitiendo disminuir las pérdidas de campo, cosecha y almacenamiento y evitando los gastos de flete y secado. Adicionalmente la cosecha anticipada deja un rastrojo de mayor calidad y al desocupar tempranamente los lotes, permite una mejor planificación en la secuencia de cultivos.

Conclusión:
No quedan dudas que los forrajes conservados forman parte de los sistemas de producción de carne y leche de nuestro país. Estos deben ser confeccionados no solo con el objetivo de incrementar la productividad por hectárea, a través de la carga, sino la de aumentar la producción individual (GDPV) a través de una adecuada calidad, que redunda en mayor consumo total o en un mejor estado metabólico, si se conforma una ración adecuada para cada categoría y estado fisiológico.

14 de abril de 2017

Trigo: aplicación secuencial o única de nitrógeno

Es una discusión de nunca acabar el tema de repartir o no las dosis de Nitrógeno durante el cultivo de trigo.  Considero que juegan varios factores, pero dos son los principales:
1) Si se busca Rendimiento sin atender Calidad o si queremos ambas cosas.
2) Como se distribuyen las lluvias.
En general, en La Pampa la distribución de lluvias marca dos períodos lluviosos: Otoño y Primavera.
El peligro de una sola aplicación es el lavado por lluvias excesivas y el ideal serían las tres aplicaciones atendiendo el desarrollo vegetativo y el llenado de granos. Es claro que hay que revisar costos, disponibilidad de maquinaria, pisado del equipo y lluvias.
La gente de INTA ha realizado un sencillo ensayo donde se puede apreciar que una sola aplicación a la siembra es insuficiente aún para completar el potencial de rendimiento y dos aplicaciones (una a la siembra y otra a macollaje) lograron altos rindes y la mejor calidad panadera aunque tres aplicaciones dieron el máximo rinde (aunque no la mayor calidad), si bien las diferencias no fueron significativas.
A mi modo de ver, en el tratamiento 4 (tres aplicaciones) habría que revisar la dosis de Nitrógeno a aplicar en la última aplicación porque ese plus de rinde diluye la calidad proteica.
Me parece una buena línea de investigación, práctica y útil.
Les dejo el ensayo que publicara AAPRESID.
Los saludo con afecto.
Ing.Agr.: Sergio La Corte

Trigo. Aplicación Secuencial o Única de

 Nitrógeno.




¿Cómo impacta la estrategia de fertilización nitrogenada en el rendimiento y la calidad de trigo?

Si bien los suelos de la región centro – oeste de la provincia de Buenos Aires presentan habitualmente una alta tasa de mineralización de nutrientes a partir de la materia orgánica, esta liberación, normalmente no alcanza para obtener los rendimientos de trigo que los demás factores ambientales ofrecen al cultivo (luz, agua, temperatura, etc). En consecuencia es muy deseable programar una fertilización nitrogenada en el cultivo para que este alcance mejores rendimientos.
Sobre el nitrógeno y sobre la posibilidad que tiene el cultivo de absorberlo influyen muchos factores. Esto hace que sea más difícil poder generalizar una recomendación al respecto. Algunos de ellos juegan para que la planta pueda obtener una abundante cantidad de nitrógeno son: tipo de suelo, disponibilidad inicial de nitrógeno, contenido de agua inicial del suelo, cantidad y momento de ocurrencia de precipitaciones, ciclo del material sembrado, temperaturas durante el ciclo del cultivo, etc. Como apreciamos, son muchas las variantes que tiene el sistema que pueden inclinar la balanza para un lado u otro.
Habitualmente la disponibilidad temprana de nitrógeno se traduce en mejores rendimientos. Su aplicación en etapas tardías puede mejorar la cantidad y calidad de las proteínas en grano. Esto depende tanto de la cantidad de nitrógeno acumulado, como de la eficiencia en su partición hacia el grano, lo que puede diferir entre distintos genotipos.
Por otro lado, dividir la fertilización nitrogenada conlleva algunas dificultades tales como: mayores costos de aplicación, pisado del cultivo, inseguridad en que el nutriente llegue en tiempo y forma a la solución del suelo, falta de tiempo por parte del productor al coincidir esta tarea con la siembra de los cultivos de verano, etc.
A los efectos de poder evaluar qué es lo que puede ocurrir y siendo conscientes que la información generada puede variar de año en año, la Agencia INTA 9 de Julio realizó durante la campaña 2016/17 una experiencia, en la cual el nitrógeno fue aplicado al trigo de diferentes maneras.
El suelo disponía previo a la siembra hasta 60 cm de profundidad de 44 kg/ha de nitrógeno. La siembra se realizó en forma directa el 6 de julio con la variedad DM Algarrobo, empleándose una densidad de 200 granos/m2.
Conjuntamente con la siembra se realizó la aplicación en la banda de siembra de 115 kg/ha de fosfato monámonico y posteriormente a la siembra, se aplicó al voleo 50 kg/ha de sulfato de calcio. Los tratamientos ensayados fueron los siguientes:
1.- Testigo de nitrógeno
2.- 100 % del nitrógeno aplicado al voleo antes de la emergencia
3.- 50 % del nitrógeno aplicado al voleo antes de la emergencia y 50 % de nitrógeno aplicado en macollaje
4.- 33,3% de la dosis de nitrógeno aplicada antes de la emergencia, 33,3% aplicada al macollaje y el otro 33,3% aplicada en hoja bandera expandida.
En todos los casos el ajuste de nitrógeno se realizó con la ecuación 150 – X. Donde X es igual al nitrógeno disponible en el suelo hasta los 60 cm de profundidad, más el nitrógeno aportado por el fertilizante de base.
La experiencia contó con un diseño en bloques al azar con cuatro repeticiones. El cultivo fue mantenido libre de malezas, plagas insectiles y enfermedades. La cosecha se realizó en forma mecánica. El grano cosechado fue pesado, tomada su humedad y expresado su rendimiento a humedad de recibo. De cada unidad experimental se tomó una muestra a la cual se le determinó el contenido de proteína, gluten y peso hectolítrico.
El nitrógeno adicionado fue en forma de urea y las aplicaciones se realizaron el 24 de junio (previo a la emergencia del cultivo); 16 de agosto, a los tratamientos que respondían a una aplicación en macollaje y el 21 de octubre al tratamiento que adicionó nitrógeno en hoja bandera expandida.
Resultados obtenidos
Las condiciones ambientales durante la campaña 2016 fueron muy adecuadas para el trigo. La napa freática se ubicó durante todo el ciclo del cultivo a no más de 1,5 m, lo cual proveyó adecuada humedad para un buen desarrollo del mismo. Las lluvias durante el ciclo del cultivo fueron adecuadas, registrándose en el mes de octubre (más de 200 mm), en tanto que durante setiembre precipitaron 60 mm y en noviembre 70 mm.
Los rendimientos obtenidos por los distintos tratamientos se muestran en el Cuadro 1.
El cuadro 1 muestra los buenos rendimientos obtenidos. Obsérvese que el testigo, el cual solamente dispuso de lo que tenía el suelo antes de la siembra (44 kg/ha de nitrógeno), más lo aplicado con el fertilizante de base (15 kg/ha de nitrógeno), alcanzó un rendimiento cercano a las 5 toneladas/ha.
Considerando solo la producción de grano y con eficiencias de aprovechamiento de nitrógeno en todos los casos de 60 %, el suelo durante el ciclo del cultivo tuvo una mineralización neta que proveyó un total de 74 kg/ha de nitrógeno.
Las lluvias pudieron haber jugado en forma diferencial con los tratamientos aplicados. Para la primera aplicación realizada el 24 de junio, la lluvia más cercana se dio 3 días después de la aplicación (27 de junio), con 26 mm. Seguramente esta precipitación permitió una incorporación rápida del fertilizante. La aplicación de macollaje (16 de agosto), coincidió con un período de en el cual no se produjeron precipitaciones.
Entre la aplicación del fertilizante y la próxima lluvia transcurrieron 27 días, recibiendo 48 mm. Si bien el tiempo transcurrido es muy grande, es posible que el cultivo no haya sufrido, dado que contaba con una dotación inicial importante de nitrógeno (disponible al inicio del cultivo, lo aplicado a la siembra y lo mineralizado hasta ese momento). El rendimiento obtenido 246 kg/ha superior al tratamiento que proveyó todo el nitrógeno a la siembra indicarían esto.
Por último para la aplicación realizada en hoja bandera (21 de octubre), ocurrió lo contrario. Octubre fue muy lluvioso, registrando hasta antes de la aplicación 7 lluvias, las cuales totalizaron 182 mm, posterior a la aplicación se produjo una nueva lluvia a los 4 días, con un total de 28 mm. Esto aseguró también una rápida incorporación del fertilizante, sobre todo en una época en la cual la temperatura ambiente podría acelerar la perdida de este nutriente por volatilización. El rendimiento de trigo siguió evolucionando positivamente por haber dividida la aplicación de nitrógeno en 3 partes, en este caso, si se compara con el tratamiento que dividió la adición en dos partes, el primero lo superó en rendimiento por casi 300 kg/ha.
El peso hectolítrico fue muy bueno, todos los tratamientos estuvieron por encima de 81 kg/hl.
Respecto al contenido de proteína y gluten también se establecieron diferencias entre los tratamientos como se muestra en el cuadro 2.
Es interesante visualizar que los tratamientos que dividieron la fertilización, no solamente lograron aumentar el rendimiento físico, sino también el contenido de proteína. Posiblemente el tratamiento que dividió en tres fracciones, el cual era esperar un incremento mayor en el contenido proteico, haya tenido algo de lavado del nitrógeno aplicado, el cual si bien alcanzó para obtener un excelente rendimiento, no alcanzó para mantener el nivel proteico que tuvo el tratamiento que dividió la aplicación en dos secuencias.
Análisis económico
A los efectos de visualizar el resultado económico parcial de la práctica se realizó un pequeño cálculo con los siguientes valores:
Costo de aplicación al voleo de fertilizante: 19,3 u$s/ha
Costo de la urea: 480 u$/t
Valor del trigo: 161,3 u$s/t
En el cuadro 3 se presentan los datos económicos concernientes a la aplicación del fertilizante nitrogenado.
Cuadro 3: Análisis económico parcial por aplicación de fertilizante
A los márgenes adicionales del cuadro 3 se debería descontar a cada uno de ellos el equivalente a 198 kg/ha de urea, que fue lo aplicado, esto representa 95 u$/ha. En consecuencia los márgenes parciales respecto al testigo por la fertilización nitrogenada quedaría en 26,2; 46,6 y 75,3 u$s/ha para los tratamientos 2 – 3 y 4, respectivamente.
A los márgenes se le debería descontar o adicionar el efecto que ocasionaría el contenido de proteína en los granos. El tratamiento 4 se ubica en la base comercial, en tanto que el tratamiento 3, es el único que bonificaría, ya que logra 0,5 % de proteína por encima de la base comercial. Por otro lado, los tratamientos 1 y 2 están más de 1 % por debajo de la base comercial (11 %), lo cual le significaría un descuento de más del 2 %.
Es posible también que en el tratamiento 4, no se vea reflejado la pisada extra que realizaría el aplicador sobre el cultivo, al transitar en un estado fenológico en el cual el trigo no tiene posibilidades de recuperación.
Se aclara nuevamente que los datos obtenidos corresponden a una sola campaña y como se mencionó, esta técnica está influenciada por múltiples factores, por lo cual la aplicación de la misma puede sufrir variación de año en año y de ambiente en ambiente.
Fuente: Estación Experimental Agropecuaria Pergamino „Ing. Agr. Walter Kugler, PRET Agrícola Ganadero del Centro AER 9 de Julio | Por: Ing. Agr. Luis Ventimiglia Lic. Lisandro Torrens Baudrix
Agradecimiento: Los autores agradecen a la familia Del Fabro Hnos y al Ing. Agr. Luis Agratti, por la colaboración recibida en la realización de esta experiencia.

12 de abril de 2017

IPCVA Recuperando Campos después del Incendio

PROGRAMA JORNADA A CAMPO EN PERU, PCIA.  DE LA PAMPA, DEL IPCVA, INSTITUTO DE PROMOCION DE LA CARNE VACUNA  ARGENTINA
“Recuperando campos después del incendio: Claves del manejo ganadero”
                                       JUEVES 20 DE ABRIL DE 2017
                                                          

ESTABLECIMIENTO “SAN SEVERINO”, Ruta Prov. 24 a 11 km de PERU, LA PAMPA
Coordenadas GPS: 37°42' 28.04" S  -  64°11' 54.47" O
Organiza: IPCVA, participa INTA, AER GENERAL ACHA, AER GUATRACHE

08:30 – 09:00 RECEPCIÓN

09:00 – 09:30 PALABRAS DE BIENVENIDA
  • Eduardo Oliver, Propietario
  • Nestor Stritzler, Director Regional, INTA La Pampa-San Luis
  • Ulises Forte, Presidente del IPCVA

09:30 – 10:00 PRESENTACIÓN DEL ESTABLECIMIENTO ”SAN SEVERINO”
  • Ruben Marticorena, Encargado del establecimiento

10:00 – 10:30  RECUPERACION DE PASTIZALES EN CAMPOS AFECTADOS POR INCENDIOS
  • Lic. En Recursos Naturales. Edgardo Adema, EEA INTA ANGUIL

10:30 – 11:00 EL QUE PRODUCE TIENE QUE HACER NUMEROS (COSTOS OCULTOS)
·       Juan Pablo Russi, Ing. Agr., Med. Vet., Asesor Privado

11:00 – 11:15 INTERVALO

11:15 – 11:45 MANEJO DEL RODEO DE CRIA CUANDO SE ACHICA EL CAMPO
·       Anibal Pordomingo, Ing. Agr., Ph D., Coordinador del Programa Nacional de Carnes,INTA
                                                
11:45 – 12:30  PERSPECTIVAS DEL SECTOR CARNICO FRENTE A LOS NUEVOS ESCENARIOS
  • Med. Vet. Jorge Torelli, Unión de Industrias Cárnicas Argentinas.
  • Ing. Agr. Adrian Bifaretti, Jefe Departamento de Promoción interna IPCVA

 12:30  PALABRAS DE CIERRE, A CARGO DEL PRESIDENTE DEL IPCVA

 12:45  ALMUERZO
       
 13:45 SALIDAS A CAMPO

  PARADA 1 -  SECTOR ALCANZADO POR EL FUEGO, SITUACION DE PASTIZAL

               PARADA 2 -  RODEO GENERAL DE CRIA, VAQUILLONAS, TOROS
                     
                                                        


           
                                                                               

COMO LLEGAR AL ESTABLECIMIENTO “SAN SEVERINO”: Ruta Prov. Nº 24, a 11 Km de PERU, LA PAMPA  

Coordenadas  “SAN SEVERINO”: 37°42' 28.04" S  -  64°11' 54.47" O





           

6 de abril de 2017

La clave: pulverizaciones eficientes

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Resumen
Una aplicación eficiente comienza cuando se logra cumplir con la correcta pulverización del caldo. En esta función están involucrados componentes y mecanismos clave que se deben conocer y verificar para un funcionamiento correcto.
La sociedad es cada vez más exigente con la calidad de los alimentos que recibe y sensible al impacto de las prácticas agrícolas sobre el ambiente. En consecuencia, los actores del sistema agroalimentario actual deben garantizar el menor impacto posible al ambiente y que las técnicas utilizadas generen productos de calidad. Maximizar la eficiencia de las aplicaciones permite lograr dichos objetivos. Sin embargo, ser más eficiente requiere que las técnicas de aplicación desarrolladas sean transferidas y que se generen normativas para el control de aplicadores y calidad de aplicaciones.
Existe un consenso entre técnicos, aplicadores y productores en que, al momento de programar y realizar una aplicación, se deben considerar las interacciones entre factores climáticos, biológicos, económicos y sociales. Asimismo, hay un amplio desarrollo en cuanto a cómo y qué productos emplear y dosis a utilizar. Sin embargo, en muchas ocasiones, se le da poca o nula importancia a la máquina que realiza la pulverización.El desconocimiento del funcionamiento de los equipos trae consecuencias como incrementos inadmisibles en los costos de producción (p.e. repetir aplicaciones), posibles sobre o sub-dosificaciones, riesgo de contaminación de los operarios y del ambiente, entre otras.
Con el objetivo de facilitar herramientas para optimizar las aplicaciones de fitosanitarios, la Cátedra de Mecanización Agrícola de la UIB, generó un Protocolo de Verificación Técnica de Equipos Aplicadores Terrestres, regido según normas ISO 5682-2:1997 y UNE-EN 13790: 2004.


En la Tabla 1 se presentan los puntos de evaluación de cada componente del sistema de pulverización. El correcto funcionamiento de todos ellos es necesario para que se cumpla con la pulverización de caldo de aplicación. Sin embargo, existen componentes clave en el sistema de pulverización que van a definir el éxito de la aplicación y, por lo tanto, es necesario la verificación de su funcionamiento.
Los componentes que son evaluados se citan en la Tabla 1.
A continuación se presenta una breve descripción de los componentes considerados clave en la pulverización, los defectos comunes y el modo rápido y fácil de verificar su funcionamiento.
  • Bomba de pulverización: Cumple funciones críticas y su funcionamiento debe evaluarse periódicamente.
Defectos comunes:
  • Caudal insuficiente
  • Caudal disminuye notablemente al aumentar la presión
VERIFICAR:
a. Caudal arrojado y su mantenimiento: se puede verificar haciendo funcionar el sistema de pulverización y recolectando, con jarras graduadas, en diferentes pastillas de referencia (pastillas nuevas) el líquido arrojado en un minuto. Si se quiere conocer el caudal total arrojado por minuto por la bomba, multiplicar el valor de caudal por pastilla por el número de pastillas totales. Es necesario realizarlo a presiones diferentes. Comenzando con 1-2 bar hasta 6 bares a fin de verificar que no exista una caída significativa del caudal a medida que aumenta la presión.
  • Sistema de Agitación: El correcto funcionamiento del sistema de agitación del caldo dentro del depósito, es un punto clave que determina -engran medida- la efectividad de la aplicación.
Defectos comunes: 
  • Incorrecto agitado (Imagen 1). Puede provocar mezclas imperfectas de productos, generación de espuma, precipitación y posterior obstrucción de filtros y pastillas. Sistema de agitación no funciona 
VERIFICAR:
a. Funcionamiento: Llenar el depósito de la pulverizadora hasta la mitad de su capacidad, accionar el sistema y observar la agitación del líquido dentro del tanque. Es correcto cuando se genera oleaje del líquido sin formar espuma. El sistema de agitación debe funcionar en todo momento, aun cuando se corta la pulverización en una cabecera.
  • Incorporador de producto: También llamado “mezclador” o “mixer”; es el encargado de realizar la carga del fitosanitario al interior del depósito. A su vez, puede tener otra función adicional que es el enjuague de los envases. 
Defectos comunes:
  • Los productos fitosanitarios no son trasladados al depósito correctamente.
  • El enjuague de los envases se realiza con el caldo de pulverización.
VERIFICAR:
a. Funcionamiento del incorporador: Agregar un volumen de agua (5 litros) en el depósito del incorporador y hacer funcionar el sistema. El líquido debe ser enviado hacia el depósito de la máquina rápidamente.
b. Sistema de enjuague de envases: se debe contar con un envase plástico transparente de unos 40 cm de diámetro y 50 cm de largo. Colocar el envase en el pico de enjuague y hacer funcionar el sistema verificando que el agua tome contacto con las paredes del envase. Un punto crítico aquí es realizar el enjuague con agua limpia y no con el caldo de pulverización.



  • Sistema de filtrado del líquido a pulverizar: Permite el filtrado del líquido a pulverizar.
Defectos comunes:
  • Obstrucción de alguno de los filtros generando cambio de caudal y presión del líquido arrojado por la bomba.
  • Imperfeto filtrado por rotura de la malla filtrante (Imagen 2)
VERIFICAR:
a. Filtro de carga: debe observarse el estado de la malla filtrante. Por lo general, las cargas de agua se hacen de tanques australianos con suciedad. Si el estado de la malla filtrante no es el adecuado, una gran cantidad de impurezas entrarán al depósito de la máquina, provocando obstrucciones de filtros y pastillas.
b. Filtro/s Principal/es y de Línea: se debe observar el estado de los porta-filtros. Deben permitir extraer fácilmente el filtro de su interior. Una vez extraído, se debe erificar el estado de la estructura y de la malla filtrante. Es común encontrar filtros rotos o retorcidos por mal cierre del sistema portafiltros.
  • Sistemas de medición de presión: Permiten ajustar la presión de trabajo para lograr un tamaño de gota y caudal apropiado para cada situación.
Defectos comunes:
  • El manómetro es muy pequeño y no se puede observar fácilmente la presión de trabajo.
  • La escala del manómetro es muy grande generando dificultades al fijar un valor de presión.
  • Existen diferentes tamaño de gotas entre las secciones de la barra de pulverización
VERIFICAR:
Sistemas de medición de presión (manómetros).Deben tenerse en cuenta: la escala del manómetro, su resolución y precisión.
a. Escala: el manómetro debería tener cómo mínimo 63 mm de diá- metro para ser visualizado cómodamente por el operador a una distancia de 1 m. Asimismo, se debe verificar que la escala se encuentre entre 1 y 6 bar. Si es mayor, se pierde precisión al momento de ajustar la presión de trabajo. (Imagen 3)
b. Resolución: La escala debe tener divisiones de 0,2 bar cómo mínimo para poder ajustar con precisión la presión de trabajo.(Imagen 3)
c. Precisión: debe compararse el manómetro de la máquina con un manómetro calibrado para poder conocer su precisión. El valor de presión del manómetro puede desviarse hasta un 10% respecto al valor real. Si la desviación es mayor, debe revisarse el manómetro.


  • Mantenimiento de presión en la barra: verificar la presión que llega a la barra y compararla entre todas las secciones y con la presión que indica el manómetro de la máquina. Esto se realiza con un manómetro especial que va colocado entre el pico y las pastillas de pulverización (Imagen 4). No deberían existir diferencias de presión de más del 10% entre las secciones de la barra (centro y extremos) y respecto a la indicada por el manómetro de la máquina.
  • Picos y pastillas de pulverización: Su evaluación es muy importante para asegurarse llegar al blanco con el tamaño de gota, presión y caudal elegido.
Defectos comunes:
  • El caudal arrojado por las pastillas es superior al indicado por el fabricante (menor autonomía de trabajo)
  • El caudal arrojado es bajo y se observan pastillas que arrojan poco o nada de líquido.
VERIFICAR:
a. Caudal de las pastillas:
i. Llenar el depósito hasta la mitad y hacer funcionar el sistema de pulverización a una presión de 3 bares. Se elige esta presión porque es a la cual están mayormente calibradas las pastillas por los fabricantes.
ii. Con el sistema de pulverización funcionando y estabilizado, colocar jarras o probetas de 1 litro en las salidas de las pastillas. Recolectar el líquido pulverizado en un minuto para pastillas de caudales iguales o menores a 0,25 gal/min (0,98 l/min) y en 30 segundos para pastillas de caudales mayores a la mencionada.
iii. Registrar los datos de cada pastilla y comparar con el valor dado por el fabricante para esa presión. Si el valor registrado varía más de un 10% respecto al valor del fabricante para esa presión determinada, se debe revisar la pastilla. Si la pastilla arroja de menos, se debe limpiar y volver a medir; si arroja de más, debe reemplazarse por una nueva. (Figura 1). 
iv. Para evitar tomar decisiones equivocadas por no conocer la presión real que llega a la barra de pulverización, reemplazar una pastilla usada por una nueva en cada sección de la barra. Determinar el caudal arrojado por las pastillas nuevas y comparar el caudal de las pastillas usadas con éstos.
  • Distribución transversal: Permite conocer la uniformidad de distribución del líquido pulverizado. Esto es fundamental, dado que el producto aplicado debe llegar en similares cantidades al objetivo. 
Defectos comunes:
  • Se observa superposición incorrecta del líquido pulverizado
  • Aparición de lugares sin tratar o zonas con control deficiente (herbicidas).
Sin embargo, requiere de equipo especializado. Existen en el mercado bancos de medición para poder determinar la distribución transversal. En la cátedra de Mecanización Agrícola se desarrolló un banco móvil de medición para tal fin, siguiendo normativas de estandarización internacionales. El equipo está disponible para su utilización.

Consideraciones finales
La evaluación del estado de los sistemas de las máquinas pulverizadoras debe ser una tarea común en la empresa proveedora del servicio o en el establecimiento agropecuario. Existen puntos críticos en el sistema de pulverización que deben ser verificados periódicamente para asegurar el correcto funcionamiento. Es por esto, que se pretende facilitar a operarios, dueños de máquinas y asesores, herramientas de simple uso y bajo costo para la evaluación de sus equipos pulverizadores. Ser cada vez más eficiente en las pulverizaciones no es una tarea fácil y deben involucrarse todos los actores del sistema productivo: productores, contratistas, técnicos, entidades públicas y privadas y la sociedad en general.
 
Autor/es
AGDE de Mecanización Agrícola. Doctorado en Manejo Sustentable del Suelo Módulo de Tecnologías en Cosecha de Granos, INTA Departamento de Producción Vegetal, Suelos e Ingeniería Rural, Facultad de Ciencias Agrarias, UNMdP