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20 de octubre de 2014

Nada Vale... Todo hay que Tener...

Mi actividad de Ingeniero Agrónomo me ha permitido tratar gente espectacular y de las otras también...
Uno de los productores agropecuarios más interesantes que he podido conocer fue don José Mirkin. 
José era de esas personas con las que hubiera sido necesario llevar un anotador de mano para copiar cada frase, cada pensamiento... ninguna palabra era soltada al azar...
Cuando lo conocí, tenía él 76 años, pero su cabeza era la de un joven. Ordenado, Educado, Previsor, Buen Amigo, Innovador, llevaba registro diario de todo lo que pasaba en el campo en una agenda anual. Trabajos, lluvias, heladas, movimientos de hacienda... todo era minuciosamente detallado.
Envejeció junto a su esposa (Dora) y su empleado y habían dejado de hacer algunos trabajos (alambre eléctrico por ejemplo) porque "ya no les daba el cuerpo".
Tenía 200 hectáreas propias y otras 200 alquiladas en una zona dura, difícil... entre Rivera y Huergo, provincia de Buenos Aires.
Les había dado estudio universitario a sus hijas, viajaba una vez por año a visitar amigos... uno de los primeros teléfonos celulares que vi... fue el suyo y poco antes de su muerte anduvo por la agronomía en que yo trabajaba, porque quería operar en el Mercado de Futuros y Opciones...
Son muchas las anécdotas y frases que me dejó; pero la que más recuerdo había sido acuñada por su mamá y tiene una actualidad tremenda en países con economías inestables como el nuestro:

"NADA VALE... TODO HAY QUE TENER"

Y José cumplía cada año con el legado de su madre. Vacas, Novillos, Trigo, Girasol, Cebada, Centeno, Avena, Sorgos, Mijo, Moha... en su campo vi todos los cultivos posibles en una rotación cuidada, pensada...
Se manejaba de contado para casi todo y reservaba sus cosechas por años.
No contaba un cultivo hasta que no estaba en los silos y el seguro de ese cultivo era la hacienda terminada que tenía en ese momento. El no se endeudaba más de lo que valían sus novillos.
José era una persona agradable, buen conversador y gran amigo. Me hubiera gustado compartir más tiempo y aprender mucho más, pero se nos fue hace ya muchos años... 

Aunque su recuerdo, sus anécdotas y frases me acompañarán toda la vida.

Ing. Agr. Sergio La Corte